Rastros del providencialismo en
Publicado en Dec 04, 2011
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 A lo largo de la historia, la religión ha constituido un factor relevante y siempre omnipresente en las culturas, un móvil detrás de muchos acontecimientos trascendentales.
Cortés creía ser el instrumento elegido por la Providencia para llevar a cabo  la tarea mesiánica de la  conquista militar, territorial y religiosa de América y sus habitantes. Como todos  los españoles, consideraba la fe católica como la verdadera y cualquier otro tipo de expresión religiosa era asociada a la idolatría y la figura demoniaca. Por esta razón siempre demuestra el autor en el texto un marcado desprecio y repudio por las creencias indígenas y su intención de la conversión de los nativos americanos al catolicismo. Cortés es un servidor de Dios y el Rey.
Él estaba seguro de la voluntad manifiesta de Dios en la empresa conquistadora; cualquier hecho o acontecimiento exitoso era atribuido a la magnificencia de Dios. Cabe aclarar que se nota que el conquistador hace cierto uso de la figura divina a su conveniencia, justificando la victoria y el éxito en la omnipotencia de Dios, más el fracaso y las peripecias no son mencionadas como producto de la voluntad del Creador; lo cual demuestra que no hay una asimilación verdaderamente espiritual y real del ser divino.
Dios también es comprendido como una necesidad de respaldo y protección, para un conquistador que está lejos de su tierra, en un espacio totalmente desconocido para él. También es claro que Cortés hace reiterado uso de la figura de Dios para dar la imagen del español tradicional creyente en Dios. Seguramente su marcada espiritualidad, fue un factor importante que le llevó a ganarse el aprecio y la admiración de la sociedad española y del rey, y a ser acreedor a muchos beneficios y honores; era el prototipo del un buen hijo de la madre patria, un ejemplo a seguir.
Cortés es particularmente creyente y providencialista, en contraste con otros expedicionarios españoles como Colón, que hacen poca alusión en sus relatos a la Providencia y se nota en el escrito de estos una figuración de Dios muy forzosa y escasa.  En su relato, siempre encontraremos, en repetidas oportunidades, exaltaciones a Dios y agradecimiento por los favores recibidos.  Podríamos interpretar la redundancia de la alusión a la divinidad con un sentido de obligatoriedad para el autor y todos los conquistadores, pero notamos en Cortés que lo suyo no es coaccionado, falso o mentiroso. Este hombre realmente involucra en su vida y su empresa a Dios.
Me causó impresión este hecho, que es una de las tantas contradicciones que encontramos en la figura del conquistador. Una persona de espíritu bélico, codicioso, sin escrúpulos y carente de compasión humana, es a la vez el más creyente en Dios, que es sinónimo de bondad y amor al otro, lo que evidencia que no asimila vivencialmente los principios de la cristiandad. Aunque soy consciente de que  esa actitud es el reflejo del pensamiento de toda la sociedad de la época. Y qué digo, de todas las épocas de la historia de la humanidad hasta la actualidad. Aún persisten varias cosas de estas,  la concepción providencialista de sujeción a la divinidad.
Tristemente somos el fiel reflejo de la sociedad española de la época de Cortés. El siglo XVI y el XXI pareciera que no tuvieran nada en común, al ser tan distantes temporalmente, pero sorprendentemente han persistido ideologías, formas de ver la vida, al mejor estilo medieval, y nadie se percata de ello. Seguimos siendo los mismos codiciosos, interesados, manipuladores y egoístas españoles; los mismos “buenos cristianos” al mejor estilo cortesiano.
Esto me hace reflexionar, porque somos muchos los Corteses, los que justificamos todo lo que sucede en Dios, los que vivimos ligados a Él, los que no concebimos dar un paso sin la “aprobación” de Dios. Sería interesante pensar en una liberación: de las ataduras a Dios. Esto no sugiere un ateísmo, no, más bien representaría más responsabilidad, de nuestros actos, mejor aceptación de la realidad y hasta fortalecería las cualidades del hombre independiente. Quizá si fuéramos menos providencialistas seríamos más capaces, más atrevidos y valientes ante la vida, menos conformistas, porque siendo sinceros, la voluntad de Dios nos limita, nos cohíbe de asumir riesgos, de ser más ambiciosos en nuestros proyectos. 
 
  
 
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Descripción

Este es un análisis de los rasgos del Providencialismo y actitud providencialista presente en el texto "Cartas de Relación" de Hernán Cortés, y en general del pensamiento providencialista propio de los conquistadores españoles. Para quien le sea útil en su curso de Literatura Latinoamericana.

Palabras Clave: Hernán Cortés Cartas de Relación providencialismo conquista colonia España

Categoría: Ensayos

Subcategoría: Análisis



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