Difcil de creer, lamentablemente, real
Publicado en Oct 11, 2011
Prev
Next
 
 

En viaje a Salta, desde Córdoba, un desperfecto en  el motor del coche, me obligó a permanecer  varias horas en Sobremonte, casi al límite con Santiago.
El propósito  del viaje, era pasarlo bien y para no amargarme ni pensar en el inconveniente, me dispuse a estirar las piernas y de paso, conocer. El repuesto tardaría en  llegar, unas cinco horas, en ese lapso podía recorrer todo el pueblo y sus alrededores.
Me fui alejando de la zona poblada, bordeando las salinas. Un cartel, clavado en el tronco seco de un algarrobo señalaba, en  letras de un color desvaído, “El Diamante”.
Seguí la flecha, curiosa por saber a donde me llevaría. Nada bueno debía ser, todo estaba muy seco y descuidado. Tras una lomada, aparecieron construcciones que debían pertenecer a un casco de estancia. Al aproximarme,  el viento, levantó una ráfaga de polvo que mostró un paisaje fantasmal. No imaginaba quien pudo elegir un lugar tan inhóspito como ese para levantar una edificación  de tanta calidad, seguramente se arrepintió y dejó todo a la buena de Dios, abandonado y  perdido.
Un  estremecimiento recorrió mi espalda. Di media vuelta para rehacer el camino hasta la posada donde había dejado mis pertenencias.
Caminé un  trecho, la bocina de una camioneta,  me alertó. El conductor, se detuvo y ofreció acercarme al pueblo.
Era un hombre mayor, de rostro curtido, que trasportaba bolsas de sal  y  le sorprendió encontrar a una mujer sola y extraña, en los pueblitos todos se conocen,  en un lugar alejado, en medio de la nada.
Don Lucas, era su nombre, quedó en acompañarme a almorzar y de paso,  ponerme al corriente  de los pormenores  de lo que habían visto mis ojos.
Después de una refrescante ducha, me acerqué al comedor y enseguida llegó don Lucas,
afeitado y vestido con impecables ropas de campo.
No estaba preparada para lo que iba a escuchar. Nunca podría haber imaginado algo semejante. Superaba todo lo posible….
-Parece que el hijo, el único que tuvieron, se convirtió en un ser rebelde y díscolo. Inmanejable, lo mandaron a los colegios a donde concurría la flor y nata de Bs As., pero era violento y pendenciero. Los padres, vencidos, agotados, a su mayoría de edad, optaron por dejarlo que hiciera su vida, y cuanto más apartado, mejor.
Eligió Sobremonte.. Era a mediados del treinta….
Al muchacho, plata, no le faltaba. Se hizo construir esa mansión, con todas las comodidades y algo separada, la casa para la peonada.  Era loco por las armas, tenía colecciones y  su otra pasión eran  los caballos.  Supo tener más de mil y muchas vaquitas, también. Hasta un polígono de tiro, tenía. Las municiones, se las mandaban de la capital.
A veces demoraban en llegar y las tenía que comprar en el almacén del pueblo. 
En eso estaba una mañana y a uno que abría la boca, se le ocurrió decirle  algo, sin mala intención, de metido, nada más.
Al tipo le cayó mal el comentario. Se dio vuelta y le calzó un trompada, que lo dejó estirado en el piso. A sus peones, los trataba bien, si le cumplían y pagaba generosa y religiosamente. A mis hermanos mayores, siempre los ocupaba. Les encargó que le buscaran una encomienda de Bs As. Era una enorme caja de madera, cerrada con sunchos de metal. Al otro día, volvieron a ir  para   arrear unas vacas y vieron la caja abierta y llena de plata que todavía no  había guardado. Recibía muy pocas visitas y nunca una mujer. Las odiaba. Cuando alguna le acercaba un mate, se lo recibía y devolvía mirando para otro lado.
A los cuarenta años, ese gigante, de 1.90, ojos achinados y pelo blanco, era conocido por violento y pocas pulgas. No parecía lo que era, hijo de una aristocrática familia argentina. Todos le temían y procuraban no cruzárselo en el camino. Su casa, la custodiaban unos perros bravos que no dejaban acercar a nadie y solo  reconocían  a su patrón. Un mal día, un paisano, junto a dos de sus hijos, conducía el sulky, con dos bolsas de harina y otras provisiones para su casa y le salieron los perros. Uno mordió el garrón al caballo que desbocado volcó, las bolsas se rompieron desparramando el contenido. La mercancía estaba perdida. El padre, trabajosamente se recompuso y ayudó a sus hijos que estaban aturdidos. Alertado por los perros, salió el patrón y alcanzó a escuchar al damnificado que juraba que iba a matar al animal.
Al siguiente día, la familia  se despertó con unos gritos. Era el gigante armado que vociferaba - ¡ Salí si sos macho, te voy a cagar a tiros! Salió el padre con las manos libres y le contestó – Con usted no es la cosa, es con sus perros.
Se retiró sin decir otra  palabra.
Pasó una semana y el padre salió con sus hijos mayores a  comer empanadas en lo de un vecino. Mientras, se pusieron a jugar a la taba. En un remolino de tierra, apareció el patrón, como un centauro, montado en uno de sus caballos preferidos y sin más, disparó sobre el padre y los hijos. Después se presentó en la comisaría y se entregó con el arma  con la que mató al padre y a uno de los hijos, el otro se salvó de milagro, aunque muy malherido.
Lo condenaron. En el juicio, vi a la madre. Una mujer de cabellos blancos como el hijo.
El ganado se vendió y la  vivienda quedó a merced del viento. Nadie se atrevió a ocuparla.
Don Lucas hace un paréntesis  y  bebe un vaso de agua.
-No me dijo lo más importante, le reprocho.
Me mira a los ojos y responde, - ¿Le dice algo su nombre?  Carlos Saavedra Sáenz Peña.
-¿? No, imposible!
-Pues el mismo, Hijo del Premio Nóbel de la Paz, nieto y bisnieto de presidentes argentinos, por parte de madre. Y por el padre una genealogía impresionante….
-Perdí el apetito. Lo que me cuenta es más de lo que puedo digerir. Echa por el suelo  lo de “tal palo tal astilla”, “de tal árbol tal madera”…
Colocan una fuente con apetitosas empanadas criollas, doradas y crujientes.
Don Lucas me acerca una y pienso.. Que me prive, no cambiará la trágica historia.
El vino patero está muy bueno, también.
 
 
 
 
 

 
Página 1 / 1
Foto del autor haydee
Textos Publicados: 714
Miembro desde: Aug 13, 2009
0 Comentarios 306 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

Triste historia real

Palabras Clave: peones aristocrtica

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



Comentarios (0)add comment
menos espacio | mas espacio

Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.

busy