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Plaza Sesamo y los pozoleros

Publicado en Aug 22, 2011

En estos momentos de crisis económicas en los países capitalistas, expropiaciones del sector privado y .el derecho de libertad amordazado por dictaduras disfrazadas. También, existen iniciativas que defienden su posición con todo lo que tienen en sus manos, por lo tanto, ellos quieren ver casados a dos de los ídolos masculinos, que Juan siempre veía de niño en Plaza Sésamo, sin imaginarse nunca en ese entonces, que ellos fueran como los ¨pozoleros¨. Nombrados así, no por compartir su vida sexual en su recámara, sino en la planta baja de su vivienda tenían una pozolería donde su papá llevaba a toda la familia a comer el mejor pozole de la ciudad. Y a pesar de que él se consideraba homofóbico, varias veces Juan lo escuchó decir que los cocineros habían llegado tarde a su vida. De lo contrario se hubiera casado con uno de ellos para comer todos los días ese delicioso guiso de maíz hervido en un caldo de carne de puerco, que lo servían en un molcajete de barro donde su ídolo número uno lo complementaba con unos pedazos de aguacate, queso blanco, chicharrón, chile piquín, orégano y algunos residuos de plomo que contenía el barniz brillante del recipiente. Limpiándose el sudor por lo caliente del caldo y lo picoso del chile luego de escuchar la ocurrencia de su papá, hasta su mamá que se ponía para esas especiales ocasiones uno de sus cuatro mejores vestidos, se reía. Los vestidos fueron hechos y diseñados por ella en los quince años y bodas de sus hijas. Por otro lado, su papá se sentía orgulloso de poder alimentar a sus hijos, ya que el día de que su primogénita murió a causa de la desnutrición y atención médica. Juró enfrente del angelito que descansaba en paz, no tirar su dinero en alguna gota de alcohol más. Y desde ese día no volvió a tomar jamás para que sus futuros hijos fueran a la escuela bien alimentados. Cuando Juan y sus hermanos regresaban de aprender, su mamá ya los estaba esperando con una comida caliente, la cual él y dos de sus hermanos se la comían enfrente de la televisión para no perderse a Beto y Enrique, a quienes ahora quieren convertirlos a compartir su vida como los ¨pozoleros¨ para que los niños no se vuelvan homofóbicos...

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