Aquel gobernante o aquella quiso:
Reivindicar el pueblo oprimido.
Darle pan y sustento al hambriento.
Aumentar el sueldo a los empleados famélicos.
Erradicar la corrupción por completo.
Desterrar los ñoquis por decreto.
Honrar la constitución por completo.
Mejorar la educación en concreto.
Brindar mejor salud al pueblo entero.
Encaminar, de una vez por todas, los empréstitos.
Decir que no, a los empresarios usureros.
Decir no quiero, a las coimas, de los buitres rastreros...
Pero para eso, debía ser excelente cristian@,
Y había que poner la otra mejilla...
Y decirle al pueblo,
la verdad,
Y por una vez,
ser completamente,
franc@ y sincer@...
Y esa mañana...
Mirándose,
 en el espejo,
bajó la mirada y dijo:
mejor no,
mejor,
no quiero.
La próxima vez...
Mentiré de nuevo.