Yo no quiero  que mis hijos vivan en la estafa, en el abuso, en el señuelo de unos pocos por la ignorancia del juicio injusto de la razón al derecho de conocimientos que templarán las soluciones necesarias para resolver las dificultades que se presentan y se presentarán en el futuro, pues el pasado será una historia que mostraré para que mis progenitores puedan ser mejores aprendiendo y conociendo de sus errores y aciertos, que los llevarán a un perceptible comportamiento colectivo en este universo superficial que muchas veces les cubre sus ojos con lentes oscuros. Por eso, yo  tendré el honor de quitarlos o volverlos transparentes en la lucha a favor del progreso de una conciencia universal con el fin de que mis descendientes no sigan siendo burlados, despojados y empobrecidos sin saberlo por una sociedad empresarial y política que constantemente me esta metiendo la pierna derecha con su poder económico  para que yo no pueda complementar mis conocimientos con otros elementos existenciales, que sirven para desarrollar a una comunidad autónoma, que busque respeto y compromisos recíprocos entre ellos para que el día de mañana yo pueda mecer a mis nietos tranquilamente, porque podré dormir con la seguridad de que tendrán la capacidad de selección de llevar lo mejor de ellos a una existencia más analítica. Pero como falta mucho por hacer, seguiré desvelándome para seguir siendo una  buena madre...