Arrean
galopan
reptan los espasmos erguidos
en erección plena
de súbita resonancia
ante el desvelo
sobre el limbo del ensueño
sin la simpatía siquiera de la húmeda polución
de un gemido mal logrado
de la última pesadilla.
Funesto
cauce
desglose
danza ígnea del sátiro entusiasmo al letargo poético
a la hibernación de las silabas
al cobijo solar
a la irreverencia lunar.
Relinchan
y explotan en líquidos
la jauría de las letras caninas
que me pesan e infectan
la rabia
el olvido
la realidad.
Me matan
atándome
graznando desde sus zarpas
bélicas transmutaciones
llevadas al óleo
cuando me aterrorizo
en las noches
cobijado por los libros y sus hojas viejas
que no concilian el sueño
pues maúllan
sobre el taburete... y hacen que lloren mis poemas... sobre el tendedero.