El poeta es un fingidor, sobre todo porque finge ser hombre.
Pessoa.

Se ha dicho mucho de los poetas, de su capacidad creadora, algunos se han autonombrado dioses, dadores de sentido, vida… no sé si son dioses, lo cierto es que un  misticismo, terrenal o no, los asiste.
Los griegos, la tradición cristiana, entre otros, se han referido a la inspiración como un halo divino, la voz de las musas o dios en el oído del hombre, lo cierto es que esta visión a limitado al poeta ser un simple medio de los caprichos divinos y ha mitificado aquello que trasciende su simple comprensión.
Por otro lado los críticos de arte moderno se han referido a la inspiración como una motivación, un impulso vital, racional en el mejor de los casos.
Lo cierto es que no hay una verdad absoluta frente a la creación literaria cada autor tendrá su versión, personalmente creo que mis poemas me superan como creación, pero no existen antes que yo.
En mi caso particular la creación literaria es un proceso pensado, intencionado y que de alguna manera pretende dar cuenta de algo, de ahí que no le debo nada a los dioses, las musas y que el poeta no es un oráculo, soy solo un hombre no soy un gurú.
No pretendo respuestas preñadas de fe y egoísmo.
Sólo ayudar a estimular el pensamiento, brindar luz donde hay oscuridad, belleza donde hay caos.
Por otro lado no soy un dios, y ¿poeta? no sé si merezca tal privilegio... pero al menos intento ser uno, no sensiblero sino uno desencantado. por eso en mis poemas no hay respuestas sino confusión, por si alguno puede hallar luz en ese dolor de vida y mundo que son mis palabras