Rodaba mi rodilla en la cortada,
raspones dejando al niño de lado,
golpes al timón para evitar
enderezar jaurías.
Hormonas escalando verjas,
chusmeando polleras maduras,
abuelas leyendo Corín Tellado,
obreros peleando el medio
aguinaldo.
Rodaba mi rodilla mas allá
de la vía,
chichones golpes de la vida,
el Centro buscando,
la calle un mundo que se
mecía, vecinos hermanos del
carnaval.
Y un día la magia revive,
un cuadro te marca,
la memoria escribe,
es la rodilla que cruje
al bajar escaleras,
ansiando raspones,
deseando cortadas,
sus pechos infieles,
doblando la esquina
y núnca saber si se
acuerda por donde
se fueron rodando
mis días.