Aunque brote el caos de los hombres
y florezca la anarquía como incendio
abolido para siempre el patriarcado
con todos sus altares derribados
no daré tu cuerpo a ningún hombre:
ni al Héroe legendario
ni al que porte la cabeza de Medusa
porque te crié yo
y en tu primer germen de fertilidad
hallé la mórbida esperanza del amor
que toqué
que celé
que encendió mi alma para siempre
como vibra la primera abeja del Edén
o el primer escalofrío de la gaviota
despertada por el ansiado rayo de verano.
Déjame recordar tu sonrisa
garantía final de que has amado
mi autoridad como yo temido
tu obediencia.
Acompáñame por última vez
la ruta es difícil y salvaje
"La mano del hombre
toma la mano de la niña
sobre los vidrios rotos
la lleva al ginecólogo".
 
Balaam 2011