EL MENSAJE
Publicado en Jan 20, 2011
Te paraste frente a mí.
Tu pecho se agitaba como el de un gorrión asustado. Tus ojos muy abiertos, buscaron los míos. Eran dulces y tristes. Supe que algo me dirías. Y esperé... ...esperé largo rato. Hasta que desplegaste un papel ajado y triste como tus ojos. En él me decías: “AYÚDEME, SOY SORDOMUDO”
Página 1 / 1
|
Richard Albacete
Turmalina