En el periódico del martes me encontré con la noticia más absurda que he leído jamás, tanto que me atrapó y la leí justo antes del desayuno mientras preparaba mi café: En Inglaterra, George Garratt, cambió oficialmente su nombre a ”Capitán fantástico más rápido que Superman Spiderman Batman Wolverine Hulk y Flash Juntos”.
¿Qué de malo tenía George? Mis padres eligieron mi nombre por alguna u otra razón. Así como eligieron mi escuela, mis primeros amigos, mi ropa, vaya no eligieron a mi esposa pero sí decidieron que nuestra luna de miel  sería en el Caribe. –Tú no tienes cara de Mario. Me dijeron un día, pero con el nombre se carga toda la vida.
El hasta hace poco George Garrant decidió no determinarse como un cualquiera, rompió con la realidad y se convirtió en lo que todos envidiamos: la fantasía de uno mismo. Es maravilloso el diálogo de Agrado en la película de Almodóvar –Uno es más sincero cuanto más se acerca a la imagen o al sueño que se tiene de sí mismo. Los parientes del Sr. Fantástico, aterrados con la idea,  dejaron de hablarle. ¿Cuánto cuesta ser tú mismo? pues a este joven le costó casi veinte dólares, para ser el precio por ir contra la corriente y encontrar tu propia esencia me parece algo bajo.
Entiendo al Sr. Capitán fantástico más rápido que Superman Spiderman Batman Wolverine Hulk y Flash Juntos qué quiso romper o jugar con todo esto, y darle un twist a su propia  historia sacando de quicio al guionista de su vida.