Esa noche
se escaparon
mis fantasmas
y quisieron juguetear
a ser buenas personas...
 
Se encontraron
con los duendes
y  las hadas más hermosas... 
Se tomaron sus manos
para cantar y bailar
sus  infantiles coplas... 
El más travieso
de mis fantasmas 
le dio un beso
a la hada rosa... 
Le dijo que era hermosa
como un pétalo de rosa
... El otro fantasmita 
que es  de lo mas timido
le dijo a un duende
muy suave al oido
que estaba enamorado
como un  gran idiota
de uno de los duendes
mas chiquitos... 
 
Y este duende,
que era tan gruñón, 
le dio a mi fantasmita
tremendo empujón...  
 
Ay, pero mi tercer fantasma
que se cree el muy macho
lo sacó a patadas
y lo tiró a un charco... 
Las hadas no sabian
lo que estaba pasando
y siguieron todas
cantando y bailando... 
Pero el pobre fantasmita
aun está llorando
y yo lo ando buscando
para consolarlo...