Dos poetas cubanos contemporneos: Nelson Simn y Yoel Mesa Falcn
Publicado en Sep 12, 2010
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EN LOS OSCUROS CUARTOS DE MI OFICIO
                                    Nelson Simón (Pinar del Río, Cuba, 1965)
El joven que ayer tuve entre mis sábanas
se ha marchado. Sintió miedo de mi sombra femenina,
de mi costumbre de ovillarme a sus pies
con la carencia afectiva de los gatos.
Sintió miedo del mundo al que lo asomaba,
de los dolorosos paisajes que vio alzarse
al otro lado de la puerta que juntos abrimos
y por los que le invitaba a caminar.
 
Intenté retenerlo, pero se ha marchado.
Mis palabras se alzaron como buitres
entre la primavera de su orilla y la mía,
rocosa, oscurecida por el tiempo vano
de las decepciones.
 
Como olvidar que ayer,
después de entregarnos a ese diálogo mudo
que sostienen los cuerpos al rozarse,
recorrido por un luminoso temblor,
me dijo:"mi corazón y mi cerebro te pertenecen".
Yo, el más débil de los débiles guerreros,
me sentí vencedor,
dueño de la eternidad que proponían sus palabras.
Su amor era la tierra virgen
donde plantaría mi casa y mis cosechas,
el mínimo espacio donde encendería el fuego reparador
y esperaría resignado el fin de la nevada.
Sus pensamientos adornaban mi vanidad
como una corona de laurel.
Eso fue ayer, y hoy le he visto alejarse
llevándose la dicha que me prestó
con la infantil ligereza
de quien ofrece a su amigo su única camisa.
 
Breve ha sido la prometida y soñada ínsula
que los dioses pusieron frente a mis pasos.
Ahora el dolor desciende como una guillotina
hasta el deseoso cuello que él besaba,
y hasta en el oro de las monedas que toco
palpo la indocilidad de sus inquietos ojos amarillos.
 
Cómo volver entonces a los oscuros cuartos
de mi oficio, y encontrar,
entre tantos recuerdos,
un solo instante de cordura
que pondría a alumbrar sobre mi mesa.
 
Cómo volver a ser el domador de mis palabras,
ordenarlas y exigirles que me ayuden
a escribir un último poema
con el que quedaré al desnudo
mostrando la imperfección de mis sucias entrañas
cuando acepte que el joven que ayer tuve entre mis sábanas
se ha marchado.
 
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POEMA DE UN LUNES DE OCTUBRE ANTES DE QUE SALGA LA LUNA
                                Yoel Mesa Falcón  (Granma, Cuba, 1945)
 
No vendrás.
No te acercarás dejando
un semillero tras de ti
para no perderte en mi cuerpo.
No abandonarás tus sombras
fundidas en los cactus
tu ser de espinas
que no saben herir
por temor al color de la sangre.
Lagartijas y salamandras caminan por tus brazos
se asoman a tus ojos
en busca de un fuego que está en tus pies
que arden sin saber o poder
echar a andar
hoguera te has hecho
tótem que se hunde en la tierra
madera pintada para aquellos que piden lluvia
los que piensan que implorándote gobernarás las nubes
y volverás generoso el dia
y harás cantar a los surcos
improvisador
de la más dulce música
la que viene del cielo para morir en la tierra
dejando memoria celeste en los tímpanos
tú engendrador de charcos
padre de las ranas
ente de prodigios que pueden vivir en todas partes
y con el simple sonar de su cuerpo
matan el silencio de la noche.
No vendrás porque esta cabaña está por construír
sus paredes son puras transparencias
su techo la noche estrellada
y la única lámpara mis ojos
donde el unicornio viene a mirarse
para que el reflejo le devuelva su certeza de existir
y le sea posible
conducirme a las fuentes
antes que anochezca
y haya tantos astros en la superficie
que el agua no pueda saciar la sed.
Ya ves, también me habitan raros animales
y entre una hora y otra
singulares aduaneros preguntan
el porqué de mi alegría si no hay más
que sombras y palabras carcomidas
allí en el cofre donde debía estar
la llave de la dicha y se azulan
montañas que nunca escalaré
e improviso discursos que sólo escucha el viento
y la ternura se pierde entre una almohada que no contesta y una sábana sucia
de mí y de la noche
que inventa albas para transmutarse
en otra prenda, quizas un diamante
cuya dureza pueda
resistir tanto viento, tanto oleaje
tanto mar ajeno.
No vendrás porque los caminos se bifurcan
y tu ser, con ellos, duplicado, dividido
lo mejor de ti se queda en el crucero
allí donde el diablo ofrece sus pactos
pero de tus poros brotan trompetas seráficas
elfos del viento vienen a tocarlas
y Satanás recoge sus ángeles caídos
se aleja, no puede
comprar el alma de un ungido.
Los caminos cantan bajo tus plantas pero amas la caverna
has roto todos los espejos
el minotauro es la tristeza de tus ojos
la noche cerrada en tu entrecejo
tiritas y no quieres abrigo
has escrito tu lápida cuando la hierba te reclama
y pide que tires a cualquier parte un puñado de ella
sin importar donde caiga
como hizo un día Whitman
el poeta de la espontaneidad
hay elfos gritando en tu oído
una orquesta de ondinas interpreta a Mozart
hay un amanecer en espera de que dejes girar la Tierra
un pedazo de ti se desprende para mirarte mejor
y cae al suelo como fruto maduro.
Hay tantos castillos de arena por construír
no importa que la espuma sea su muerte
una bella muerte sin lápidas
sin rencor
una hermosa muerte bendecida por el horizonte.
No vendrás porque no sabes leer el firmamento
y el viejo mapa arrugado que una vez encontraste
bajo un arcoiris de juguete
fue enterrado por un pirata
en una playa demasiado distante.
No vendrás porque las constelaciones no han querido vestirte
y la pobre calabaza no sabe hacerse carroza
ni hay varas mágicas
ni hadas
sólo esta torpe realidad
sucia y errática
cruel a veces
donde un poco de ternura
 en el fondo de un cáliz
es tal vez lo único precioso
aunque sólo lo descubrimos después
mucho después
cuando los años sepultaron
el instante refulgente
y los vientos de la vida apagaron la llama.
La luna está por salir y acallará también esta voz.
Pero al menos he lanzado mi grito en el desfiladero,
y su eco en mi oído
apagándose por segundos
es bellísima música.
Después el silencio lo cubrirá todo.
LLegará la noche
y los ritos de la costumbre
nos harán olvidar
que la garganta puede ser viola da gamba
y cantar, implorar.
Porque cada acto de vida es una súplica
aunque sólo responda
el rostro ceñudo de un cielo
que no quiso ser azul.
Tomado de "Poemas de amor". Autores cubanos. Siglo XX. Seleccion Luis Rafael
Editorial Letras cubanas
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Descripción

Palabras Clave: no vendrs

Categoría: Poesa

Subcategoría: Poesa General



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