Coloquios con Bonaparte (Día Quinto) Novela Histórica.
Publicado en Sep 07, 2010
Prev
Next
Hoy es día 5 de mayo de 1821. Yo sé ya que hoy es el último día de vida del celebérrimo Napoleón I Bonaparte, pero no puedo decirle nada hasta que no acaben mis Coloquios con él. Entro en la celda y le veo todavía durmiendo sobre la mesa. Ronca tan profundamente que tengo que llamar al carcelero para que le despierte frotándole con una esponja llena de agua el cuello. Así lo hace el carcelero y Napoleón se desvierta sobresaltado y dando un respingo.
Napoleón.- ¡Eh!. ¿Qué sucede?. ¿A qué día estamos?. ¿Qué hora es?.
Diesel.- No se preocupe, señor Bonaparte. Son las ocho de la mañana del día 5 de mayo de 1821. Justo las ocho de la mañana. ¿Sabe qué significa el número 8?
Napoleón.- ¿Ya estamos otra vez con los acertijos?. ¿Es que nunca va a acabar esta pesadilla?.
Diesel.- Hoy si le doy mi palabra de honor que es el última día que hacemos un Coloquio entre usted, gran generalísimo y yo.
Napoleón.- ¡Vaya por Dios!. ¿Ahora que ya me estaba acostumbrando a estas largas sesiones coloquiales y me estaba cayendo usted hasta simpático?. Ya estoy despierto. ¿Qué significa el número 8?.
Diesel.- Le voy a decir mi verdad para que no se llame a engaño. ¡No creo para nada en la Numerología y los números no significan nada más que números simplmente!... pero detrás de cada número hay personas que dicen ver muchas cosas. De mis investigaciones, y le repito que no creo en la Numerología, he descubierto lo siguiente: El número 8, en cuanto a la personalidad de un ser humano, quiere decir que asumirá el poder, para lo cual habrá logrado el control y responsabilidad en el campo elegido. Obtendrá reconocimiento y recompensas financieras y conseguirá expansión y desarrollo en el mundo de los negocios. Bajo el 8, el karma es el rey, y los iones cosecharán lo que hayan sembrado. El poder constituye la cualidad asociada con el 8. El ardor, el celo, la resolución y la capacidad de ver las cosas en términos amplios le inspiran ambición, añadiéndose a esto las cualidades requeridas para conquistar objetivos materiales. El 8 posee el vigor preciso para superar todos los obstáculos y termina por triunfar gracias a su capacidad y su perseverancia. Puede llegar muy alto basándose en las ideas y los planes que se han ido formulando gradualmente durante los siete ciclos anteriores. Con sus normas justas y éticas, sus capacidades de buen juicio y organización, logrará el reconocimiento, el poder y recompensas financieras. Palabras clave: poder, responsabilidad, recompensas financieras, buen juicio, reconocimiento. El significado del número 8 es Marte. Indica una doble vida material y espiritual, o una vida completa. Derecho al conocimiento. Cuando se alcanza evolución espiritual el número ocho es el infinito. Tanto en fotografía como en matemáticas es el signo ocho volcado. Es el símbolo del doble círculo. Es el número de las balanzas significando equilibrio y organización. El número ocho es una vibración comercial. Fuerza, impulso. Podría triunfar en el comercio, como presidente o gerente de una gran compañía, actividades bancarias, asuntos cívicos y política. ¿Qué opina usted, señor Bonaparte?.
Napoleón.- Que mucho de verdad debe haber en eso si lo dicen personas expertas.
Diesel.- Pues da la casualidad de que yo nací en un día número 8 y que cuando practico mi deporte favorito siempre juego en el puesto natural del número 8. Así que si es cierto o no es cierto no depende de ninguna Numerología más o menos esotérica y orientalista sino que sólo depende de Dios. ¿Comenzamos ya con sus pensamientos?.
Napoleón.- !Déjeme respirar un poco!. Siento como que me ahogo... por favor... un poco de descanso hasta ver si se me pasa este dolor de estómago que ya se me subido hasta la cabeza.
Por supuesto que, por generosidad y nobleza, le permito ese breve descanso mientras enciendo otro coburn y no le puedo contar todavía la verdad de lo que le está ocurriendo. Tras media hora de descanso, parece ya más calmado y que controla bien sus ideas... así que comenzamos con nuestros últimos coloquios antes de que se muera.
PRIMERA FRASE: "Nunca encarcelaremos a la opinión, y reprimiéndola sólo la exacerbamos".
Diesel.- Como usted se pasó toda su vida, desde la mismísima juventud, haciendo todo lo contrario es por lo que se encuentra así. Es cierto. Nunca se debe encarcelar a nadie por tener opiniones distintas salvo en algunas ocasiones. ¿Sabe cuáles son esas ocasiones excepcionales?.
Napoleón.- No señor. No debe haber excepciones y reconozco que yo no lo cumplí.
Diesel.- Pues aplicando la lógica humana y las leyes humanas, que tanto le gustan a usted, sí que hay excepciones a esa norma. Se debe encarcelar a los que, por culpa de sus opiniones, son un peligro público de tal envergadura que trastornan a la sociedad entera o a gran parte de la sociedad entera. Usted trastornó tanto a Europa que tuvieron que hacer una excepción junto con esa camarilla de seguidores que le acompañan en este destierro carcelario. Si no fuese por usted y personas como usted, ya Europa estaría tan avanzada que habría conseguido la Unión pacífica de todos sus estados hace varios siglos... pero como la ambición por el poder trastorna tanto al ambicioso como a sus víctimas, es necesario aplicar las leyes que usted tanto admira. Eso demuestra que la obsesión por poseer países y mujeres en un "boomerang".
Napoleón.- ¿Un "boomerang"?. ¿Qué significa esa palabra?.
Diesel.- Se lo voy a explicar de manera breve para darle un poco de respiro a su melancolia y tristeza. El búmeran o bumerán (del inglés boomerang, transcripción directa de la pronunciación aborigen de Australia) es un arma que tras ser lanzada regresa a su punto de origen debido a su perfil y forma de lanzamiento especiales. Perteneciente a la clase de los bastones arrojadizos se utiliza para aturdir y, en casos excepcionales, matar a pequeños animales u hostigar a la infantería enemiga durante la batalla. Cualquier material es válido para construir un bumerán: madera, plástico, cartón, fibra de carbono, aluminio, etc. Consiste en un palo de una longitud variable, pero raramente superior a 50 cm, ligeramente curvado en ángulo hacia su mitad (lo que le confiere el efecto necesario para describir vuelos circulares). Puede ser redondo o con los bordes afilados, aunque también existen modelos con forma de aspa. Su capacidad de describir vuelos de ida y vuelta se debe a su curvatura y tallado; pero también en gran medida a la habilidad y la técnica del lanzador. Lo mismo que otras armas de gran implantación, como el arco o la jabalina, el búmeran es muy antiguo y conocido en prácticamente todos los continentes, no únicamente en Australia como erróneamente se cree. Existen bajorrelieves y dibujos de cazadores y soldados utilizando bastones arrojadizos en el Antiguo Egipto. Por su parte San Isidoro de Sevilla escribía en su Enciclopedia la descripción de esta arma, su utilización para herir o atontar y su capacidad para volver hacia su lanzador cuando no encontraba blanco. ¿Ha puesto usted atención a mis explicaciones?.
Napoleón.- Sí. Pero no sé que tiene que ver conmigo.
Diesel.- Porque no ha puesto usted suficiente atención, sobre todo a la frase final que se la voy a repetir: "capacidad para volver hacia su lanzador cuando no encontraba blanco".
Napoleón.- Parece que entiendo. Quiere decir que la ambición se volvió hacia mí mismo.
Diesel.- Exacto. Ya está usted lo suficientemente despabilado para continuar con la segunda parte de este pensamiento. Reprimiendo las opiniones solo exacerbamos a quienes opinan. Eso ha pasado con usted. Lo que no comprendo es cómo pensando así ha sido usted capaz de hacer lo contrario. Mire, don Napoleón, las dos principales virtudes que debe tener un buen líder son la moderación del sabio y el temple de un buen matador de toros, tanto en tiempos de paz como en tiempos de guerra. Siguiendo con el ejemplo de los deportes, un buen líder, sea o no sea capitán, debe ser fiel a esos dos principios fundamentales si desea ser un buen líder. Usted calentó tanto los ánimos a sus soldados y seguidores que, cuando llegaron las derrotas, se exacerbaron contra usted. Eso me confirma que no maneja bien sus pensamientos, que es lo mismo que, al contradecirse tan fatalmente, es más bien un loco que un cuerdo. No se preocupe demasiado, también sucedió lo mismo con el gran Alejandro Magno, Atila, Gengis Khan, en fin, muchos.
Napoleón intenta desmontar mi pensamiento pero no ve la manera de contradecirlo y termina por aceptarlo de nuevo.
Napoleón.- ¡De nuevo me ha barrido otra vez!.
Diesel.- Perdone, señor Bonaparte, pero no se dice barrer en este caso, sino batir. Porque barrer sólo significa trasladar la porquería de un lugar a otro nada más y entonces estaríamos en las mismas; mas, sin embargo, batir quiere decir eliminar al rival en buena lid. Esto es como un duelo de espadachines y no como una pelea de mujerzuelas plazeras. ¿Ha entendido la diferencia entre barrer y batir?. Si usted barre el suelo en algún lugar tiene que dejar lo barrido, pero si usted bate un producto sólido lo convierte en un producto líquido, se lo bebe y ha desaparecido. ¿Clara la distinción entre ambos términos?.
Napoleón se queda con la boca abierta.
Diesel.- No. Mejor cierre la boca y no se pasme. Que todavía nos queda un largo día por delante. Vamos con su segundo pensamiento.
SEGUNDA FRASE: "Los ingleses de primer rango tenían orgullo, por desgracia los nuestros sólo tenían vanidad; ahí reside la gran diferencia que caracteriza a los dos pueblos".
Diesel.- Pues yo conozco a un gran número de ingleses que fueron tan vanidosos que sólo consiguieron que los habitantes de Estados Unidos se independizaran de ellos en cuanto se les presentó la primera ocasión propiciatoria. Luego eso de que los ingleses de primer rango tenían orgullo no es cierto sino que lo que tenían era soberbia. La vanidad es propia del género femenino y, en las mujeres, es bonito que sean algo vanidosas, sin caer en los excesos, porque les da más feminidad; pero en los varones es una conducta muy inapropiada. La mayoría de los franceses, con tal de decir que saben mucho de mujeres, hacen lo que hacen las mujeres... y no les estoy llamando homosexuales sino que pierden su condición varonil y se convierten en peleles en manos de las mujeres. La gran diferencia entre los ingleses y los franceses sólo es pura apariencia... por lo menos en cuanto a tratar a los españoles se refiere. ¿Usted cree que si no llega a ser por las tempestades marinas La Armada Invencible no hubiese conquistado Inglaterra?. Aquella famosa frase de "Más vale honra sin barcos que barcos sin honra" la dijo un extraordinario varón español. ¿Quiere que le diga su nombre para acallar ya tantos rumores sobre la verdadera hombría de la inmensa mayoría de mis compatriotas a los que tanto envidian tanto ustedes los franceses como los ingleses y resto de europeos y hasta algunos de Latinoaamérica a pesar de llevar apellidos españoles?.
Napoleón.- ¡Eso lo sé perfectamente!. Fue su rey Felipe II cuando la Armada Invencibe Española fue vencida por las tormentas marinas.
Diesel.- Vuelve usted a demostrar una ignorancia verdaderametne alarmante. No fue Felipe II sino alguien a quien usted no conoce porque se dijo después de que usted muriera. Lo que dijo Felipe II fue: "Mandé a luchar mis barcos contra los hombres, no contra los elementos". La verdad de la frase a la que me refiero es la siguiente: Honra sin barcos es un tópico español, que expresa la preferencia por la honra u honor antes que por las ventajas materiales. Está en consonancia con el estereotipo nacional que presenta a los españoles como temerarios y desprendidos, y que se simboliza en lo quijotesco. La expresión completa sería (con variantes según es citada por muy numerosas fuentes): "Más vale honra sin barcos, que barcos sin honra", o "España prefiere...", o "Mi patria quiere mejor..."; y se debe a Casto Méndez Núñez, almirante en la Guerra del Pacífico en 1865 ó 1866. La frase pudo ser respuesta a una carta del ministro de Estado del 26 de enero de 1865, que decía: ...que más vale sucumbir con gloria en mares enemigos que volver a España sin honra ni vergüenza. La respuesta de Méndez Núñez habría sido del 24 de marzo del mismo año, en el sentido de haber cumplido fielmente sus órdenes, concluyendo de esta manera: ..."primero honra sin Marina, que Marina sin honra". Según otras fuentes, la frase estaría dirigida por Méndez Núñez a las marinas de guerra inglesa y estadounidense como respuesta a su amenaza de atacarle si bombardeaba Valparaíso, tal como le había ordenado el Gobierno de España, y como efectivamente haría el 31 de marzo de 1866. La frase literal sería: "La reina, el Gobierno, el país y yo preferimos más tener honra sin barcos, que barcos sin honra". Al hablar de barcos, el tópico inevitablemente alude a otra famosa expresión anterior: "Quemar las naves", que desde el siglo XVI se aplica a la famosa acción de Hernán Cortés durante la Conquista de México, que venía usándose de una manera similar al "Alea jacta est" de César al cruzar el Rubicón contra la orden del Senado (curiosamente, ambas anécdotas históricas han pasado al uso general algo distorsionadas: parece que Hernán Cortés, más que quemar lo que hizo fue ordenar barrenar las naves, y el dicho de César pudo aplicarse a otro hecho). También puede ponerse en relación con dos famosas frases de Felipe II: "Prefiero perder todos mis estados antes que gobernar sobre herejes" y "Mandé mis barcos a luchar contra los hombres, no contra los elementos". ¿Se ha dado cuenta ya de lo ignorante que es usted y la mayoría de los franceses, y dejo aparte a las guapas chavalas francesas que no tengo nada contra ellas sino todo lo contrario, en esto de la Historia verdadera?. En cuanto a la honra, el tópico se vio al poco tiempo replicado por el lema "Viva España con honra", que fue el utilizado por la Revolución de 1868, una de cuyas causas fue precisamente la repercusión de la poco eficaz aventura militar con la que los últimos gobiernos de Isabel II (Leopoldo O'Donnell durante la expedición naval, luego Ramón María Narváez y brevemente Luis González Bravo) pretendían distraer los problemas internos hacia un enemigo exterior.
¿Algún problema, don Napoleón?.
Napoleón.- Lo que no comprendo es de donde saca usted tanta sabiduría, señor Diesel. ¿Cómo es posible que un simple periodista o escritor o ambas cosas a la vez sepa más que un emperador como yo?.
Diesel.- Porque le estoy diciendo que, además de venir del futuro, también sé cosas del pasado que para eso tengo estudios universitarios y no simplemente militares como usted. ¿Pasamos ya al tercer pensamiento o necesita otro respiro no vaya a ser que muera antes de tiempo, lo cual sería muy lamentable para mí, porque me quedaría sin cobrar mi sueldo por no haber podido acabar estos Coloquios con usted?.
Napoleón I Bonaparte ya no sabe si esconderse en el armario que hay al fondo de la celda o esconderse debajo de la mesa.
Diesel.- No oculte más su verdadera personalidad, señor Bonaparte. No me interesa saber de qué pie cojea usted o si es verdad o mentira las cosas que se cuentan de su vida privada. No me interesa para nada su vida privada. Así que pasemos a su tercer pensamiento que tengo que llevar el sustento a mi familia.
TERCERA FRASE: "Ningún pueblo ha tenido tantos reyes asesinados como Francia; ciertamente, no es un país fácil de gobernar"
Diesel.- Ese pensamiento ya lo escribió y lo analicé hace algún día. Así que no se repita como los ajos. Pero ya que de ajos estamos hablando ¿sabe dónde se producen los mejores ajos españoles?.
Napoleón.- Mo tengo ni la menor idea. Pero supongo que en Cataluña que es donde más "se pican contra los españoles y quien se pica ajos come" dice el refrán español.
Diesel.- Es usted en verdad ignorante del todo. No es en Cataluña sino en algunas comarcas del Centro de Castilla, en Madrid, en algunos lugares del norte de España y, de manera muy especial, en Zamora durante las Fiestas de Semana Santa. El dicho "quien se pica ajos come" lo decimos todos los españoles contras todos los envidiosos del resto de Europa.
Napoleón.- ¿Me permite que le diga algo en francés?.
Diesel.- Dígame lo que quiera. Me han dicho ya tantas cosas los envidiosos que ya no me importa en absoluto.
Napoleón.- Marvelleuise.
Diesel.- Me es indiferente si lo considera maravilloso o no lo considera maravilloso... pero no acepto que me haga usted la pelota después de lo que sucedió en Madrid en el año de 1808 por su culpa.
Napoleón.- La verdad, señor Diesel, que no recuerdo aquellos sucesos.
Diesel.- Se lo voy a recordar para que, como dice la canción, nunca me olvides... y perdone que le tutee en esta ocasión. El caso es que El Levantamiento del dos de mayo, ocurrido en 1808, es el nombre por el que se conocen los hechos violentos acontecidos en Madrid (España) aquella jornada, surgidos por la protesta popular ante la situación de incertidumbre política generada tras el Motín de Aranjuez. Reprimida la protesta por las fuerzas de su ejército, presentes en la ciudad, se extendió por todo el país una ola de proclamas de indignación y llamamientos públicos a la insurrección armada que desembocarían en la Guerra de Independencia Española. El Dos de mayo no fue la rebelión del Estado español contra los franceses, sino la de las clases populares de Madrid contra el ocupante tolerado (por indiferencia, miedo o interés) por gran cantidad de miembros de la Administración. De hecho, la entrada de las tropas francesas se había hecho legalmente, al amparo del Tratado de Fontainebleau, cuyos límites sin embargo pronto vulneraron, excediendo el cupo permitido y ocupando plazas que no estaban en camino hacia Portugal, su supuesto objetivo. La Carga de los Mamelucos franceses presentó las principales características de la lucha: profesionales perfectamente equipados (los mamelucos o los coraceros) frente a una multitud prácticamente desarmada; presencia activa en el combate de mujeres, algunas de las cuales perdieron incluso la vida (Manuela Malasaña o Clara del Rey). En fin, presencia casi exclusiva del pueblo y del elemento militar francés. La represión fue cruel. Murat, no conforme con haber aplacado el levantamiento, se planteó tres objetivos: controlar la administración y el ejército español, aplicar un riguroso castigo a los rebeldes para escarmiento de todos los españoles y afirmar que era él quien gobernaba España. La tarde del 2 de mayo firmó un decreto que creó una comisión militar, presidida por el general Grouchy, para sentenciar a muerte a todos cuantos hubiesen sido cogidos con las armas en la mano («Serán arcabuceados todos cuantos durante la rebelión han sido presos con armas»). El Consejo de Castilla publicó una proclama en la que se declaró ilícita cualquier reunión en sitios públicos y se ordenó la entrega de todas las armas, blancas o de fuego. Militares españoles colaboraron con Grouchy en la comisión militar. En estos primeros momentos, las clases pudientes parecieron preferir el triunfo de las armas de Murat antes que el de los patriotas, compuestos únicamente de las clases populares. En el Salón del Prado y en los campos de La Moncloa se fusiló a centenares de patriotas. Quizá unos mil españoles perdieron la vida en el levantamiento y los fusilamientos subsiguientes. Murat pensaba haber acabado con los ímpetus revolucionarios de los españoles, habiéndoles infundido un miedo pavoroso y garantizando para sí mismo la corona de España. Sin embargo, la sangre derramada no hizo sino inflamar los ánimos de los españoles y dar la señal de comienzo de la lucha en toda España contra las tropas invasoras. El mismo 2 de mayo por la tarde, en la villa de Móstoles, ante las noticias horribles traídas por los fugitivos de la represión en la capital, un destacado político, Juan Pérez Villamil, Secretario del Almirantazgo y Fiscal redactó el llamado Bando de los alcaldes de Móstoles, que se considera popularmente una declaración de guerra contra los franceses. En realidad, éste fue redactado por el aristócrata Juan Pérez Villamil (los alcaldes Andrés Torrejón y Simón Hernández sólo lo firmaron) e inicialmente estaba destinado a avisar a los pueblos de la carretera de Extremadura y de su entorno para que acudiesen a socorrer al pueblo de Madrid. Los acontecimientos del Dos de mayo suelen recibir homenajes todos los aniversarios de dicha fecha. Además se celebra el Día de la Comunidad de Madrid. Entre los homenajes cabe destacar los celebrados con motivo del Primer Centenario en 1908, con la inauguración del conjunto escultórico de bronce Héroes del Dos de Mayo, del escultor Aniceto Marinas, por parte del rey Alfonso XIII; y las celebraciones del Segundo Centenario en 2008. Éstas últimas estuvieron protagonizadas por un espectáculo en la Plaza de Cibeles del grupo teatral La Fura dels Baus, en el que se narraban los antecedentes históricos del Levantamiento y los fusilamientos del 3 de mayo. También se llevaron a cabo otras actividades culturales, tanto en la capital como en Móstoles, como la colocación de una ofrenda floral a los héroes del 2 de mayo en el Cementerio de la Florida, un desfile en la Puerta del Sol con la colocación de una corona de flores a las placas de agradecimiento a los que lucharon el 2 de mayo de 1808 así como a los ciudadanos que ayudaron a las víctimas del atentado del 11 de marzo de 2004, y una ceremonia de entrega de premios en la Sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Una celebración muy emotiva es la que se realiza en la propia casa de Pedro Velarde, en Muriedas (Cantabria), en la que todos los vecinos, junto con las autoridades del ayuntamiento y del gobierno regional de Cantabria, se reúnen en su jardín: se celebra una misa en su memoria, se recuerda al héroe y se hace una ofrenda floral. Del mismo modo en Sevilla, cuna de Daoiz, un destacamento de artillería rinde honores ante su estatua, que preside la céntrica Plaza del Dos de Mayo. ¿Lo recuerda ya, don Napoleón?. ¿Recuerda a los inocentes que tuvieron que morir por su culpa?. Y lo más curioso: ¿se ha fijado en el último número de aquel año?.
Napoleón.- ¡El 8!. ¡Otra vez el 8 atormentando mi conciencia!.
Diesel.- El 8 si señor, usted lo ha dicho, el 8 otra vez atormentando su conciencia si es que usted tiene conciencia. Por cierto, usted tiene un hermano llamado José... ¿no es cierto?.
Napoleón.- Por favor... ¡le ruego que no me recuerde a mi hermano José!.
Diesel.- Llega demasiado tarde ese ruego. Así que le voy a hablar de su hermano José antes de pasar al siguiente pensamiento. Para poner a cada cual en su sitio... ¿me comprende usted?.
Napoleón da un largo trago de coñac antes contestar.
Napoleón.- ¿Quiere decir usted que quiere hacer justicia en cuanto a mi hermano José?.
Diesel.- Exacto. Quiero hacer justicia en cuanto a su hermano José. Lo digo por lo de Pepe Botella. Su hermano José venía del extranjero pero amaba de verdad a España y no su querido Fernando VII. Fue una total injusticia que los palurdos de España, porque en todos los países hay ignorantes, le llamasen borracho cuando los únicos borrachos de la familia Bonaparte eran ustedes tres: Luis, el mayor de todos, Luciano, el tercer hijo varón y usted mismo que es el cuarto hijo varón. Ya sabe usted muy bien que José era el segundo. Y dejemos a las damas fuera de esto para demostrar que, al menos, podemos ser caballeros.
Napoleón sigue bebiendo sin parar.
Napoleón.- Deme un respiro por favor.
Diesel.- De acuerdo. Le doy otro respiro. Beba cuanto quiera. Y mientras sigue bebiendo... y beba... beba alcohol ya que es lo que más le gusta hacer en esta vida y total por un desengaño más o menos no pienso yo quejarme de ello porque eso es su libertad, le recuerdo la historia de su hermano José. Escuche... escuche aunque usted se quiera hacer el sordo: Giuseppe Napoleone Buonaparte mació el 7 de enero de 1768 en la corte de Córcega cuando Córcega era francesa, ¿no es cierto, don Napoleón de las narices grandes?.
Napòleón.- Sí. Es cierto.
Diesel.- Entonces ya no le pregunto más. Sólo quería confirmar si es mayor o menor que usted en edad porque en nobleza desde luego que es mucho más grande. La Historia dice que fue un político, diplomático y abogado francés, rey de Nápoles entre 1806 y 1808 y rey de España entre 1808 y 1813. En España, su proclamación como monarca fue precipitada por el incremento de la violencia que siguió al episodio del Levantamiento del 2 de mayo y culminó un periodo de convulsiones e intrigas políticas instigadas por la estrategia suya para obtener la abdicación del trono de la dinastía reinante de Carlos IV de España asegurando la influencia y primacía del Primer Imperio Francés e incrementando la dependencia española para con los intereses políticos, económicos y militares bonapartistas, en detrimento de sus naciones enemigas, principalmente Portugal y Gran Bretaña. Sin embargo, lejos de obtener una legitimación ante la mayoría de la opinión pública y de frenar la dinámica de enfrentamiento armado, esta proclamación fue rechazada por los órganos de poder autóctonos como el Consejo de Castilla y la Junta Suprema Central y más adelante, por las Cortes reunidas en Cádiz, decidiendo la generalización del conflicto de la Guerra de la Independencia Española. En este contexto, el gobierno de José I Bonaparte, que debía distinguirse por su caracter reformista surgido de la Carta de Bayona, solo pudo ejercerse en las áreas bajo el control militar del Ejército imperial, y aunque la mayor parte de sus acciones no pudieron concretarse ante el continuo hostigamiento o fueron derogadas durante el reinado de Fernando VII de España, otras perduraron como las mejoras de urbanismo en varias ciudades. Hasta aquí le he demostrado que ama más a España que ustedes y que usted junto con los demás de su familia hicieron lo imposible para humillarle ante el pueblo espñol y que éste pùeblo español, lleno de muchos ignorantes y hasta imbéciles como ocurrre en todos los países europeos en esta época, no supieron entender que lo que José quería era modernizar al país y dotar de cultura, conocimiento, arte y sabiduría a sus gobernados, porque en la Historia, sí que ocupa ya un lugar como Rey de España, auqnue sólo haya sido por el espacio de 5 años nada más. En cuanto al resto de su vida, ya fuera de lo concerniente a España, entre otras distinciones, José Bonaparte fue también miembro del Consejo de los Quinientos y Gran Maestre del Gran Oriente. Estudió leyes en Pisa (Italia). El 1 de agosto de 1794 se casó en Cuges-les-Pins (Bocas del Ródano) con Julie Clary, hija de un comerciante de Marsella, con la que tendría tres hijas: Julia Josefina Bonaparte (1796), que no sobrevivió, Zenaida Leticia Julia (1801-1854) y Charlotte Napoleón (1802-1839). En 1796 tomó parte en su campaña en Italia aunque sabía que usted le odiaba. Al año siguiente, durante la Primera República Francesa, actuó como diplomático, primero en la corte de Parma y después en Roma. Fue miembro del Consejo de los Quinientos, el órgano legislativo inferior en la época del Directorio, en 1798. Durante las Guerras que usted provocó actuó como su enviado, aunque isnisto en que sabía que usted le odiaba, y firmó tratados con Estados Unidos, Austria, Gran Bretaña y el Vaticano. Desde 1806 hasta 1808 gobernó el reino de Nápoles por nombramiento suyo. Tras las abdicaciones de Bayona el 5 de mayo de 1808, los derechos sobre la Corona Española, y volvemos al asunto de España, recayeron sobre usted, pero el 6 de junio publicó el decreto de nombramiento de su hermano mayor como Rey de España. No obstante, el reinado efectivo de José I, premier et dernier ("primero y último") como le llamó en sus Memorias el general Thiébault, comenzó el 7 de julio de 1808 después de jurar la nueva Constitución y de recibir, acto seguido, el juramento de fidelidad de los componentes de la junta española de Bayona. Su llegada a Madrid, el 20 de julio, ocurrió en plena Guerra de la Independencia, tras la sublevación popular del 2 de mayo contra las tropas suyas en Madrid, que fue seguida de revueltas en el resto del país. Fue proclamado rey en Madrid el 25 de julio. Tuvo que huir ante la derrota de las tropas francesas en la batalla de Bailén, primero a Burgos, luego a Miranda de Ebro y por último a Vitoria, donde llega el 22 de septiembre, donde fijó su cuartel general y desde donde dirigió varias proclamas al pueblo español y en favor de los españoles, lo cual a todos ustedes los Bonaparte les sentó como un tiro en la nuca y entonces comenzaron a isultarle ya sin disimulo alguno y hacer caer al pueblo español en la trampa con la que le enredaron. Finalmente, la intervención de usted, sólo de cara a la galería y para quedar como el bueno de la película, junto con el grueso de su ejército, consiguió que pudiese establecer su gobierno en la capital. Tras la derrota en la batalla de los Arapiles, el 22 de julio de 1812, abandonó Madrid para ir hacia Francia; a su paso por Vitoria, fue alcanzado por las tropas del duque de Wellington que derrotaron a su ejército. Salió de España definitivamente el 13 de junio de 1813 sin su valioso "equipaje", que consistía en las joyas de la corona española y obras de arte, que el resto de la familia Bonaparte, dirigida por usted, le había ordenado que robase, para refugiarse en Francia, donde permaneció hasta la caída definitiva de usted, gran generalísimo y gran traidor de su propio hermano. Por favor, antes de morir sería necesario que usted leyese detenidamente la Historia de José que viene escrita y detalla al máximo en la Biblia Reina- Valera que ya le recomendé un día.
Napoleón.- ¿Dónde consigo yo esa Bilbia para poder comprobar esa historia?.
Deisel.- N es necesario ni tan siquiera conseguirla. Cualquier niño que encuentre usted sabe la Historia Bíblica de José y la envidia de sus tres hermanos. Lo que sucedió en la vida de José y cómo Dios le permitió triufar. Sólo Dios dirige nuestros Destinos señor Napoleón, nosotros sólo podemos crear nuestros futuros, pero nuestros Destinos no están escritos en las estrellas, como dicen los gitanos, algunas gitanas o no gitanas brujas y demás gentes supersticiosas, sino en las manos de Dios. Las manos de Jesucristo haciendo Milagros es parte de ese Destino de Dios.
Napoleón.- Pewro...
Diesel.- Ningún pero, señor Bonaparte. Ustred cambió el futuro de Europa peor no el Destino de cada uno de los europeos y europeas. Y ahora sigo sin más interrupciones. Su hermano José promulgó el Estatuto de Bayona en un intento de ganarse el apoyo de los ilustrados españoles, los llamados afrancesados, sin lograr hacer triunfar el programa reformista de su gobierno que era, en realidad, lo que España estaba necesitando para salir de la ignorancia y la imbecilidad de muchas de sus gentes pero usted volvió a engañar a todos porque, en realidad, a quien quería poner en el reino de España era a su abominable amigo íntimo Fernando VII El Absolutista. ¿Es cierto o no es cierto, señor Bonaparte, por llamerle algo que sea digno?.
Napoleóm.- Sí. Es cierto. Yo quería que el Rey de España fuese el abominable Fernando VII que destruyó todo el progreso de los españoles, cosa que mi hermano José intentaba hacer. Y para hundir más su figura apoyé, clandestinamente, aquello de Pepe Botella, aunque sabía que mi hermano no bebía alcohol casi nunca y desde luego no era un borracho.
Diesel.- Ahora después le cuento sobre eso. Lo que quiero es terminar de hacer pública la grandeza y nobleza de José frente a su querido Fernando. El hecho de que fuese impuesto por el invasor, así como sus medidas liberales e ilustradas, toparon con la hostilidad popular y le enajenaron el apoyo del pueblo español, incluso de muchos de los propios ilustrados. También publicó (diciembre de 1809) el anuncio de fundación del actual Museo del Prado, bajo la denominación de Museo Josefino. Su pretensión era equiparar Madrid a otras capitales europeas que ya contaban con museos reales abiertos al público. Por otro lado, con dicha institución pretendía retener las obras de arte que su usted y ciertos militares franceses estaban llevándose a Francia. El museo como tal no llegó a fundarse; fue su sucesor en el trono español, Fernando VII de España, quien abordó su creación y lo inauguró en 1819. ¿Queda demsotrado que José amaba a España y usted y su querido Fernando odiaban a José porque José, aún viniendo del extranjero, amaba a España?.
Napoleón se pone rojo de vergüenza.
Napoleón.- Le dije que, por favor, no me rocardase a mi hermano José y lo que hicimos con él.
Diesel.- Lo siento pero lo justo es lo justo. El silencio al final es cómplice de la injusticia ¿me comprende verdad?. El silencio está creado por murchos años para que al final se rompa y prevalezca la única Verdad... y mientras a usted le destapo las grandes mentiras que dijo durante toda su vida a él lo elogio por querer amar a un país que, aunque no era su patria, lo amaba de verdad. Justo es decir al mundo entero que el sobre nombre de Pepe Botella fue injusto, cruel y propio de ignorantes que cayeron engañados por el resto de sus familiares. El único Bonaparte que merece la pena ser considerado gran persona es José y, quizás también su hermana... pero esto último queda en la duda... así que hablemos de eso de Pepe Botella y la infamia que cometieron los imbéciles de mi propio país, engañados por supuesto por los envidiosos franceses.
Napoleón.- No, por favor, no lo cuente usted. No quiero que se enteren los españoles.
Diesel.- Pues es lícito, justo, legal y honesto darlo a conocer para que sí se enteren. porque para combatir la ignorancia hay que saber la verdad. Durante su reinado se le conoció con el apodo de Pepe Botella, en referencia a un supuesto alcoholismo, que parece seguro que no era cierto. El pueblo de Madrid también le apodó El rey Plazuelas, puesto que abrió muchas plazas en la capital, principalmente derribando iglesias y conventos. La más importante fue la plaza de Oriente, delante del Palacio Real... ¿amaba o no amaba José a España y, de manera especial, a los madrileños?.
Napoleón se tapa los oídos para no seguir escuchando.
Diesel.- Si se tapa los oídos lo seguirá usted oyendo en el interior de su podrida conciencia. Así que continúo. Durante su primera huida de la capital vuelve a encontrarse en Vitoria con María del Pilar Acedo y Sarriá, condesa del Vado y de Echauz, esposa del marqués de Montehermoso Ortuño Aguirre del Corral, un noble afrancesado que formó parte de los diputados que aprobaron la constitución de Bayona. José hace al marqués Grande de España, gentilhombre de cámara y le otorga la Orden de España. Además le adquiere por 300.000 reales el Palacio de Montehermoso en Vitoria, que convierte en su momentáneo palacio real. Ambos le acompañan en su viaje a París en 1811 para el bautizo de Napoleón II de Francia, pero don Ortuño fallece en París. María del Pilar permanecerá a su lado hasta su huida a Francia, donde perdido el trono, perdido el interés. Y después, ya perdida las ilusiones por no poder seguir gobernando en España, José se equivocó por culpa de todos ustedes, sus hiñócritas parientes. Mantuvo relaciones con la condesa de Jaruco, un romance que le costó cinco millones de reales. María Teresa Montalvo y O'Farril se había casado muy joven con el entonces hombre más rico de Cuba, aunque su marido se arruinó en la corte de Carlos IV de España. Su tío materno era Ministro de la Guerra de José I. Al fallecer joven, se encapricha de su hija María Mercedes, esposa del capitán general de su guardia, Christophe-Antoine Merlin. José I lo nombra conde y lo mantiene constantemente en misiones fuera de Madrid. Referente a ello corría la copla popular: "La condesa tiene un tintero donde moja la pluma José primero" La cantante italiana de ópera Fineschi, la francesa Nancy Derjeux (cuyo marido hizo pingües negocios de suministros a las tropas francesas en España) y la baronesa Burke, esposa del embajador de Dinamarca, completan la conquistas amorosas de José. Aquel José Bonaparte que quería y amaba a España se equivocó como ser humano que era, porque ninguno de ustedes le amaba de verdad y le envolvieron en sus círculos viciosos haciéndole caer inocentemente. ¿Continúo o no continúo diciendo la verdad?.
Napoleón.- No continúe por favor.
Diesel.- Si yo le hiciese a usted ese favor estaría traicionando a mi propia patria y traicinándome a mí mismo que, mire usted por donde, también me llamo José.
Napoleón.- ¿Se llama usted también José?.
Diesel.- Si. Pero eso no importa. Me podría haber llamado de cualquier otra manera como, por ejemplo Bonifacio o Máximo, así que no es cuestión de cómo me llame yo sino de hacer un favor a mi patria contando la verdad de José I Bonaparte, Rey de España por el espacio de 5 años y así está escrito en la verdadera Historia de España. Tras su salida de España, Bonaparte se trasladó a Estados Unidos, donde, gracias a la venta de las joyas de la corona española, se construyó una mansión en Point Breeze, Filadelfia, lujosamente amueblada y con una impresionante colección de libros raros y obras de arte; la rodeó además de un gran parque con un estanque artificial. Allí trató con personalidades como el senador y jurista Joseph Hopkinson, que vivía también en Bordentown y representaba en el Congreso a Pennsylvania; el banquero Nicholas Biddle cuya propiedad, Andalusia, estaba justo al otro lado del río Delaware; la escritora Frances Wright, el banquero y filántropo de origen francés Stephen Girard, durante algún tiempo la mayor fortuna americana; el presidente John Quincy Adams y su Secretario de Estado Henry Clay; el político Daniel Webster o el Marqués de La Fayette. En Estados Unidos, Bonaparte residió sin la compañía de su mujer, que cuidaba de sus hijas en Europa, pero con una amante estadounidense, con el título de conde de Survilliers, entregado a obras de beneficencia y a proteger a los bonapartistas emigrados por medio de la masonería hasta 1841, cuando recibió autorización para instalarse en Florencia. Murió en esa ciudad en 1844 pero fue enterrado en París tras reclamar Napoleón III que se le sepultara a la derecha de su hermano Napoleón en Les Invalides de París. Estos últimos datos no los conoce usted porque son del futuro, después de que usted ya haya muerto. Pero que conste que José se equivocó porque ustedes le hicieorn equivocarse y, sin embargo, siguió siendo un alma noble, un verdadero noble que se codeaba con los verdaderos nobles y un defensor del Arte, de la Cultura y de las Obras de Beneficiencia... cosa que muchos ignorantes de España desconocen. Ahora es necesario aclarar un poco lo de Pepe Botella, ¿no le parece a usted justo, señor Bonaparte?.
Napoleón.- No me queda más remedio que aceptarlo. Es verdad. Fue una injusticia producida por nuestras envidias.
Diesel.- Entonces, como usted bien señala que fue una injusticia, voy a decir sólo lo suficiente para aclarar el tema. La opinión pública le apodó con el sobrenombre de ''Pepe Botella'', aunque no era para nada aficinado a beber alcohol como sí lo eran todos sus hermanos y demás familiares varones. Dejo aquí, a parte y de momento, a su hermana; y paso a leerle este documento que traigo desde el futuro, que no es mío por cierto, titulado "José I Bonaparte, El Gran Rey que pudo ser de España de haberle dejado los españoles y su hermano menor, Napoleón y sus generales": José I. José Bonaparte de nacionalidad española aunque nacido en Corti, Córcega 1769 y muerto en Florencia en 1844. Nacionalizado español fue Rey de España desde 1808 a 1813. Hermano mayor de Luciano y Napoleón y menor de Luis, inició estudios universitarios en Pisa donde alcanzó el título de abogado. En su juventud compartió plenamente el ideario de la Revolución Francesa y colaboró estrechamente con su hermano, siendo nombrado embajador en Parma y Roma durante los años del Consulado. Su labor diplomática se manifestó con éxito en la firma de las paces de Luneville (1801) y Amiens (1802). Durante la era imperial sería ampliamente favorecido por su hermano, primero con el nombramiento de rey de Nápoles (1806) y más tarde con la corona de España gracias a las famosas abdicaciones de Bayona, protagonizadas por Carlos IV y su hijo Fernando VII. El 6 de julio de 1808 José era nombrado rey de España y de las Indias, en pleno estallido de la Guerra de la Independencia. Para ganarse el apoyo de los ilustrados españoles -llamados desde ese momento "afrancesados" por su colaboración con el monarca francés- promulgó la Constitución de Bayona, primer texto constitucional español en el que se "concilie la santa y saludable autoridad del soberano con las libertades y privilegios del pueblo" en palabras del propio Napoleón, verdadero artífice de la constitución. El apoyo de los "afrancesados" al nuevo monarca será incondicional ya que éstos veían una inmejorable oportunidad para continuar con la política reformista puesta en marcha con Carlos III y que la actitud de Godoy había dejado en papel mojado. José I nunca contó con el beneplácito popular que pronto buscó un apodo para el monarca extranjero: "Pepe Botella". No se sabe con certeza cuál es el origen de tal apodo. El rey nunca fue aficionado a la bebida. Parece ser que el origen del mote estaría en un acontecimiento ocurrido a su llegada a España. El vino para el abastecimiento del convoy que le acompañaba fue robado en las cercanías de Calahorra por lo que el Bonaparte ordenó que se requisase en dicha población una importante partida de vino. Este podría ser el germen de la leyenda. En Madrid será también conocido por "Pepe Plazuelas" debido a su política constructiva, encaminada a hacer de la capital una ciudad de perfecto diseño urbanístico. La labor reformista diseñada por el nuevo monarca y su corte se estrelló con la incapacidad militar de neutralizar a la guerrilla y con la imposibilidad de imponer su autoridad en todo el territorio nacional, enfrentándose con la labor de las Juntas y de las Cortes de Cádiz. A estas cuestiones debemos añadir las dificultades financieras ya que los ingresos eran desviados a la financiación de la maquinaria militar francesa. El poco crédito político del monarca se resquebrajó en 1810 cuando no pudo hacer frente a los decretos de febrero, por los que las provincias del norte del Ebro se convertían en administraciones militares independientes de Madrid. Se puso al frente de las tropas francesas ese mismo año y dirigió con éxito la ocupación de Andalucía pero el posterior desarrollo de la guerra le llevaron a abandonar Madrid, tras la derrota en la batalla de Arapiles, el 22 de julio de 1812. La retirada de Wellington a Portugal permitió a José regresar de manera efímera a la capital, abandonándola definitivamente el 23 de marzo de 1813. La derrota en la batalla de Vitoria (13 de junio de 1813) le obligó a abandonar su rico equipaje -el llamado "equipaje del rey José"- compuesto por un buen número de joyas y obras de arte. Se refugió en Francia hasta la caída del Imperio, cuando pasó a Estados Unidos. Allí residió largo tiempo, beneficiándose del título de conde Surville, recibiendo autorización en 1841 para residir en Florencia donde fallecerá en 1844. LO CIERTO ES QUE APUNTABA BUENAS MANERAS Y MEJORES DESEOS". Fin de esta Historia. Fin de esta ignominia. Fin de esta ignorancia. Fin de esta imbecilidad. Si usted no hubiese engañado a su hermano José y a todos los españoles, otro gallo hubiese cantado en las Españas del siglo XIX y siglo XX y, desde luego, no hubiésemos vivido la terrible Guerra Civil desde 1936 a 1939. ¡Así que fíjese el daño que hizo usted a España por sus envidias, porque todos ustedes sabían que el más inteligente de la familia era mi tocayo José y ustedes sólo los verdaderos borrachos cosas que jamás lo fue él.
Napoléon necesita ir a vomitar al water, se levanta y sale otra vez corriendo hasta él. De nuevo oigo correr el agua y vuelve cada vez más desmejorado.
Napoleón.- ¿Sabe usted lo que me está ocuriendo?.
Diesel.- Sí. Lo sé. Pero tengo que terminar mis Coloquios antes de regresar a la Redacción. La vida de los periodistas-escritores o escritores-periodistas, como mejor quiera usted decir, es así... y no lo podemos evitar si queremos ganarnos el sutento de nuestras familias. Así que hablemos ahora de su hermana. Sólo una breve reseña.
Napoleón.- No, por favor...
Diesel.- Que le digo que le estoy haciendo un favor diciendo la verdad o quiere usted morir siendo un mentiroso. Al menos muera con dignidad. Nunca hay prisa para no llegar a ninguna parte y a ninguna parte va a llegar usted, don Napoleón I Bonaparte, a pesar de toda su fama y la gran cantidad de libros que se escribirán sobre usted. Vayamos con su hermana.
Napoleón.- ¡No!.
Diesel.- Uste ya no puede dar órdenes a nadie y menos a mí que no soy parte de los suyos. Así que vamos con su hermana. Hablo de Paulina y no de Elisa ni de ninguna otra más. Paulina María Bonaparte, Hermana de Napoleón, tal vez la mujer más hermosa de su tiempo, ha sido, y será hasta el fin, la mejor criatura viviente. Cuán dichosos eran los de la Corte en contribuir a su felicidad; era muy graciosa, y los artistas convinieron en hacer de ella una verdadera Venus de Medicis. Paulina era muy pródiga, bastante dejada; debía ser excesivamente rica por todo lo que le había dado; pero ella lo daba todo a su turno, y su madre la sermoneaba frecuentemente a este respecto, pronosticándole que podía morir en un hospital. Paulina, viuda en primeras nupcias del general Leclerc, se volvió a casar con el Príncipe Camilo de Borghese. Murió en Roma en el mes de mayo de 1825, a la edad de 45 años. ¡Tenís sólo 45 años de edad cuándo murió!. Usted no sabía ésto, pero la envidiaban también a ella todos menos José ¿sí o no?.
Napoleón.- Si digo sí me delato, si digo no miento... luego digamos que es verdad...
Diesel.- Entonces vayamos ya con su siguiente pensamiento... pero sólo una cosa para que usted recapacite antes de irse a las tinieblas de donde no se puede regresar. ¿Le hubiese gustado a usted que le hubiesen apodado Naboleón Boniparte o Raboleón Malaparte, con permiso de don Curzio, contra quien no tengo nada en contra?. Usted, en cuanto a España y los españoles fue como Publio Cornelio Escipión Emiliano Africano (en latín Publius Cornelius Scipio Aemilianus Africanus) que con razón se llamaba Cornelio o como Flavio Anicio Petronio Máximo, que con razón se llamaba Anicio. Y como deseo ya dejar toda esta historia que tanto mancha al apellido Bonaparte, sigamos con sus pensamientos a ver si nos centramos en algo diferente. Y por favor no repita ya pensamientos si no le quedan más dentro de su cabeza. Es mejor decir que ha llegado a su límite que no seguir dando vueltas a los círculos viciosos. Si ha llegado a su límite se verá o no se verá a partir de ahora. No me refiero a su límite físico, que ya está muy cerca de él, sino a su límite intelectual que ya está bastante superado por cierto de tanto darle a pensamientos falsos e hipócritas. Veamos si el siguiente es algo mejor que los demás.
Napoleón.- A ver si tengo suerte ahora.
Diesel.- Le repito que en esto del saber pensar no entra para nada la cuestión llamada suerte sino el designio de Dios... pero bueno... piense usted lo que quiera pero piense...
CUARTA FRASE: "En la victoria lo merecemos, en la derrota lo necesitamos".
Diesel.- Ya está repetida... y como tengo prisa por terminar... no añado más a lo comentado por mí en su día.
QUINTA FRASE.- "El ejemplo de Estados Unidos es absurdo; si los Estados Unidos estuvieran en el centro de Europa, no resistirían más de dos años a la presión de las monarquías".
Diesel.- Idem de lo mismo. Cambie usted el rollo mental, por favor...
SEXTA FRASE: "Si Jesús no hubiera sido crucificado, no sería Dios".
Diesel.- Totalmente falso. Jesús tenía parte divina desde el mismo momento de nacer, so ignorante. Usted demuestra ignorancia total sobre cómo nació Jesucristo. Olvida que es hijo unigénito de Dios (gracias a la acción del Espíritu Santo sobre María) e hijo primogénto de José (ya que tuvo también otros siete hermanos que sí fueron producto de la unión matrimonial entre José y María). Luego eso demuestra que usted desconoce las bases fundamentales del Cristianismo. Jesús era ya Dios desde el mismo momento de ser engendrado por el Espíritu Santo en el Cuerpo de María de manera no humana sino divina. O sea, al mismo tiempo que María era la Madre de Jesús, o Dios Hijo, seguía siendo virgen como mujer humana tal como sabemos todos lo que es ser una mujer virgen. Después dejó de serlo porque tuvos numerosos hijos e hijas con su único esposo que fue José. ¡No tiene usted ni idea de lo que es el Cristianismo!. Fue crucificado, no porque no fuese Dios, sino que por ser Dios lo hizo para derrotar por completo a Satanás. ¡Y lo derrotö!. ¡¡Vaya que lo derrotó!!. Por eso los que siguen a éste sólo son unos pobres locos sin más futuro que la Muerte, porque su líder simplemene está muerto aunque ellos, drogados y borrachos perdidos, no lo saben... ¿ha comprendido ya la grandeza de Dios?. Si quiere saber más del asunto vaya y pregunte a los verdaderos teólogos cristianos, que le repito que tengo prisa.
SEXTA FRASE: "Los hombres que han cambiado el mundo no lo han conseguido reemplazando a los gobernantes, sino siempre agitando a las masas".
Diesel.- Otra frase que está repetida. !Muchas gracias por abreviarme el trabajo, gran generalísimo de las fuerzas imperiales!.
SÉPTIMA FRASE: "Los hombres generalmente no pasan de criaturas adolescentes".
Diesel.- ¡Vaya!. ¡Por primera vez leo una frasee realmente interesante de entre todas las suyas!. ¡Interesante de verdad!. Así que deje ya de meterse tanto rapé en las narices y admita uno de mis coburn que es tabaco de indios de las Américas. Sólo para darnos un descanso; pues ahora ambos lo necesitamos. Le prometo que no voy a pensar en nada sobre esta frase hasta que volvamos al Coloquio.
Acepta Napoleón porque está agotado y porque yo necesito también un descanso breve de vez en cuando. Así que, aprovechando un sofá que hay en la celda nos vamos a él, cada uno en un extremo por supuesto, el extremo opuesto al del otro, y guardamos silencio mientras él fuma un coburn por primera vez en su vida y yo sólo, como siempre, lo consumo sin fumar. Pienso en mis famosos cigarrillos-puritos con filtro "American Blend" de la marca Coburn mientras al primer golpe que da, Napoleón I Bonaparte se pone a toser como un condenado... y es que en verdad ya está condenado a morir...
Napoleón.- Pero ¿qué clase de tabaco es éste?.
Diesel.- Se equivoca usted, señor Bonaparte, no el el coburn el que le está haciendo toser de esa manera casi asmática... Así que, según usted, los hombres no pasan de ser criaturas adolescentes ¿cierto?.
Napoleón.- Y tanto que sí es cierto. ¡Sólo tiene que fijarse en mí!.
Diesel.- Pero Gracias a Dios no todos los hombres somos como usted. Verá. Ya le expliqué en otra ocasión, la diferencia entre ser un hombre joven con la inocencia de un niño pero sin dejar de ser un hombre y la de un adolescente. ¿Es necesario mayor explicación sobre el asunto?. Pues bueno. Aquí va un poco más de explicación. Si usted adolece de ingenuidad es que no pasa de ser más que un adolescente pícaro y sin sentimientos. La historia de la Literatura Española y Mundial está llena de esta clase de adolescentes pícaros, sinvergüenzas y sin más mérito que dárselas de hombres cuando sólo son ausencia de hombría. Ya le dije que la adolescencia significa ausencia. Usted, por ejemplo, para mí y para muchas buenas personas, es sólo una ausencia, un ejemplo nunca a seguir. Luego vuelvo a decir que su frase es interesnte pero totalmente errática. Insisto una vez más. Pongamos el caso de que usted se enfrenta a una guapa chavala juvenil. Si sólo es un adolescente no tiene absolutamente nada que hacer para conseguirla porque fracasa rotundametne. Usted sólo puede enamorar a las que no saben lo que es el amor. Pero si usted es un joven con la inocencia de un niño y las características de un hombre completo tenga por seguro que logra que ella se interese por usted... eso si... siempre que ella ya le haya elegido antes. ¿Me entiende o no me entiende?.
Napoleón.- No. No le entiendo con total claridad.
Diesel.- Porque usted no deja de ser nunca un adolescente con las mujeres. En otras palabras, carece de caractérísticas propias de un verdadro hombre para conseguir que una joven guapa, a las demás las repeto pero no me interesa hablar de ellas, se haya fijado en usted. La única amante que fue guapa, por lo menos bajo mi punto de vista, de todas las mujeres que pasaron por su cama fue María Walewska. Ahora bien... ¿María Walewska veía en usted a un hombre completo o sólo a un donjuán del cual había que aprovecharse para saltar a la fama?. ¿Qué cree usted?.
Napoleón.- Creo que María Walewska me amó por ser un hombre que era el emperador de Europa.
Diesel.- Se equivoca totalmente. Para el final le tengo reservadas dos verdaderas sorpresas. Pero hablemos un poco de quién es María Walewska.
Napoleón.- No creo necesario hablar de ella poruqe la amo.
Diesel.- Usted ni la ama a ella, sino que sólo la desea, ni ella le ama a usted. Déjeme explicarle, para sacarle de dudas, quien fue María Walewska.
Napoleón.- Si es para sacarme de dudas lo acepto.
Diesel.- Gracias por aceptarlo. De todas formas, aunque usted no lo hubiese aceptado, yo se lo habría explicado... porque sus órdenes no me sirven a mí; sino las órdenes que recibo de mi equipo de Redacción dirigido por mi Jefa que, como ya sabe usted, es mi joven y bellísima esposa. Pero hablemos de Maria Walewska. ¿Qué opina usted de ella?.
Napoleón.- Que es un cielo de mujer.
Diesel.- Entonces veo necesario abrirle los ojos. Aquí va lo que yo sé del tema. María Catalina Sofía Felicita Leszczynska de Wieniawa (en polaco Maria Karolina Zofia Felicja Leszczyńska), nombre completo de María Leszczynska (Trzebnica, 23 de junio de 1703 - Versalles, 24 de junio de 1768), fue princesa de Polonia y reina de Francia (1725-1768).
Segunda hija (la mayor, Anne, nació en 1699 y murió en 1717), de Catherine Opalinska y de Estanislao I Leszczynski de Wieniawa, breve rey de Polonia, María nació en Trzebnica, en Silesia, el 23 de junio de 1703. Exiliada en la ciudad alsaciana de Wissembourg, después de numerosos tratos políticos le fue presentada, en 1721, al duque de Borbón como futura esposa. Cuando Luis XV devolvió, en 1725, a su joven prometida, la infanta-reina Mariana Victoria de Borbón (hija del rey de España Felipe V), Fleuriau de Morville, uno de los secretarios de Estado, presentó una lista de posibles candidatas, María figuraba en esa lista. El 31 de marzo de 1725, más por apatía que por entusiasmo, María fue escogida por el rey y por el cardenal Fleury. El 2 de abril M. le Duc solicitó, en nombre de Luis XV, a Stanislas, la mano de su hija. El anuncio de este matrimonio no fue bien acogido por la Corte, donde se pusieron en duda los orígenes de la familia Leszczynski y se criticó su nacionalidad polaca. Élizabeth-Charlotte, duquesa de Lorraine, escribió: "Tengo que reconocer que resulta sorprendente que para el rey, cuya sangre es la única sangre real de Francia, se busque una pareja tan poco adecuada y que se case con una simple señorita polonesa, porque ella no ostenta título alguno y su padre no fue rey más que durante veinticuatro horas". Los rumores en su contra crecieron, llegándose a asegurar que la futura reina era fea, escrupulosa, epiléptica y estéril. No obstante, el 15 de agosto, el duque de Orleans se casó con María por poderes en la catedral Notre-Dame de Estrasburgo, delante del cardenal de Rohan, gran capellán de Francia. El 4 de septiembre, Luis XV y María se reunieron y se casaron el 5 de septiembre en Fontainebleau. El matrimonio fue consumado esa misma noche y el rey hizo durar la "luna de miel", en Fontainebleau hasta diciembre. María se enamoró perdidamente del rey que, en esa época se mostró, también, muy apasionado. Luis XV puso al servicio de la reina al cardenal de Fleury como gran capellán, y a los servidores que le habían cuidado durante su niñez, a fin de que ella pudiera conocer mejor a su marido. Tuvieron diez hijos en diez años, de los que sólo uno sobrevivió:
Napoleón.- ¿Entonces qué tiene que ver todo eso con María Walewska?.
Diesel.- Ya se lo explicaré al final. Ahora tengo que seguir trabajando. Está visto que usted no se entera de nada. Si tan siquiera se entera de lo que ha hecho. ¿No será que está usted sufriendo pérdida de memoria?.
Napoleón.- Posiblemente sí. En el último mes no se que me ocurre. Parece que tengo mal de Alzheimer.
Yo sólo sonrío.
Diesel.- Se lo voy a explicar porque usted ya ni la recuerda. He aquí otro documento que traigo del futuro y que se titula "Espiando a través de la cerradura : Amores de Napoleón: Maria Walewska": "La Condesa Maria Walewska pasó a la historia como la esposa polaca de Napoleón Bonaparte. Nacida en 1789, se dijo de ella que fue en su época la mujer más hermosa de Polonia. Con su país empobrecido y hambriento y su familia al borde de la ruina, no vaciló en tomar la decisión de casarse con un hombre muy rico, el anciano conde Walewski, que era más de treinta años mayor que ella. Napoleón la conoció cuando ella tenía dieciocho años y para la bella María la esperanza de salvar a su país se renovó cuando el conquistador de Europa invadió Polonia. Sólo él podía vencer a los eternos enemigos de la Rusia de los zares y a los aristocráticos austriacos que no cejaban en su intento por anexionar el territorio polaco. Sólo Napoleón podía hacer que Polonia fuera otra vez un país independiente, fuerte y próspero. Le es presentada en el baile que se da en su honor, para recibirlo como el salvador de Polonia, donde se encontraban las mujeres más hermosas de la nobleza. El emperador las miró a todas, pero se fijó detenidamente en María Walewska, la joven y hermosa condesa. No había terminado la recepción cuando María recibió en mano una carta firmada sólo con una N, y supo de qué se trataba. El emperador de los franceses quería verla a solas. Había quedado prendado de ella y si la joven sintió culpa por serle infiel a su casi anciano esposo, no lo sabemos. Alentada por un grupo de nobles compatriotas, acepta la invitación del francés. Sabe que el destino de su patria depende de aquel hombre. La imagino yendo a las habitaciones privadas de Napoleón, haciendo lo que sabía que tenía que hacer... y enamorándose de él. A partir de ese momento, el volvería cada vez que la guerra se lo permitiera. "Tus cartas me han agradado mucho, como siempre. No apruebo que hayas seguido al ejército a Cracovia, pero tampoco puedo reprochártelo. La situación de Polonia se ha restablecido y comprendo la ansiedad que has podido sentir. En lugar de prodigarte consuelo, he actuado; pero no has de agradecérmelo: amo a tu país y aprecio en su justo valor los méritos de un gran número de tus compatriotas. ¿Hace falta algo más que la conquista de Viena para poner fin a la campaña?. Cuando haya acabado, procuraré acercarme a ti, mi dulce amiga, porque deseo verte. Si es en Schönbrunn, disfrutaremos juntos del encanto de sus hermosos jardines y olvidaremos todos los malos días.Ten paciencia y confía en mí. N." Napoleón escribió esa carta en mayo de 1809. En agosto, se entera que su bella María está embarazada. Lleva un hijo de él, y la juventud y fecundidad para la procreación de la muchacha son una esperanza. Pero deberá divorciarse de Josefina para volver a casarse con una mujer como esa, que sea digna del emperador de los Franceses y pueda darle legalmente lo que María le da en secreto. Alexandre Florian Joseph Colonna nació en el palacio de Walewice el 4 de junio de 1810 y María Walewska, feliz y dichosa, le envía la noticia al padre de la criatura, diciéndole que el niño se le parece, en su gran frente, en la forma de la boca y en sus cabellos de un negro intenso. Se dice que Napoleón tuvo intenciones de llevarla a Francia e instalarla en París, en una casa de la rue Victoria, y hasta que tenía pensado cómo presentarla en sociedad: como una noble perteneciente a una familia polaca aliada a Francia. Pero nada resultaría como lo habían imaginado en otros tiempos. Napoleón ya había concertado con el conde Metternich, embajador de Austria, su casamiento con María Luisa, hija del emperador Francisco I. Y para evitar una nueva guerra, pacta un acuerdo con el zar de Rusia. El acuerdo no contempla que Polonia renazca. Quizás el emperador lo pensó un poco antes de traicionar las promesas hechas a la madre de su recién nacido hijo. Tal vez Tayllerand y Fouché lo convencieron que para conseguir esa paz que buscaba, era necesario sacrificar a Polonia e incumplir la palabra entregada a la madre de su hijo. Como fuere, no lo dudó: nunca reconoció oficialmente a su hijo, aunque hasta su caída lo colmó de obsequios, se ocupó que recibiera todo lo necesario para su crecimiento y educación y hasta le dio un título de nobleza: Conde Walewski. La devota y enamorada María, la polaca de piel de leche y miel, la hermosa jovencita que se entregó al invasor para salvar a su patria, murió muy joven, en 1817, cuando sólo contaba treinta y ocho años, profundamente amargada por tener que padecer el chismorreo desaprobatorio de una nobleza hipócrita, con Napoleón desterrado y prisionero en Santa Elena, y sabiendo que su amor por ese hombre ya nunca más sería correspondido". Pero hay algo que usted no sabe, señor Bonaparte. María Walewska concertó un plan que usted desconoce por completo. ¡Traiciónó usted no sólo a ella sino a su país!. ¿Ysted cree que eso no se paga?.
Napoleón.- Fui más astuto que ella y todos los polacos.
Diesel.- Veremos al final si fue usted más astuto que ella o no lo fue.
Napoleón.- ¿Qué me está usted insinuando?.
Diesel.- No insinúo más de lo necesario. Le dije que usted recibiría dos sorpresas al final de estos nuestros Coloquios y las recibirá.
Napoleón.- ¿Dos buenas sorpresas?. ¿Es que voy a ser liberado?.
Diesel.- En cierto modo sí...
Napoleón.- ¿Qué me quiere decir con eso?.
Diesel.- Que sigamos con su próximo pensamiento.
Napoleón: "El ajedrez es un juego sin par; regio e imperial".
Diesel.- Ya hemos hablado demasiado del ajedrez pero le pregunto lo siguiente: ¿cuál es la pieza más femenina del ajedrez?.
Napoleón.- Por supuesto que la reina.
Diesel.- Y, sin embargo, se vuelve usted a confundir; porque resulta que en el ajedrez la figura más femenina es, aunque usted no se lo crea, el caballo.
Napoleón.- ¿El caballo?.
Diesel.- En el ajedrezs clásico, que es el que usted juega, sí. Mire lo que escribí yo sobre este asunto y tenga mucho cuidado con las reinas.En mis "lucubraciones literarias" sobre las piezas del ajedrez baso las siguientes conclusiones: cada pieza del ajedrez despierta en mí diferentes sensaciones anímicas. Tenemos, en primer lugar, a los peones. Los peones (que los no iniciados en el ajedrez creen que tienen muy poca importancia y los ajedrecistas sin embargo saben que tienen una importancia vital para ganar una partida) son para mí, desde un punto de vista "lírico" los más aburridos del tablero. Encadenados a la tortura de tener que dar solamente un paso hacia delante nada más en cada ocasión que quieren moverse (salvo en su primer paso que pueden elegir entre uno o dos) no tienen la libertad de poder arrepentirse si cometen un error y dar un paso atrás. Son los que menos libertad poseen en el tablero. Un poco borreguiles, siguen siempre hacia delante como burros con anteojeras, y sin embargo si se les abandona a su suerte y no se les protege son víctimas propiciatorias para el ejército enemigo. Son como esos que llevan las banderas en las batallas y no llevan armas para defenderse. Caen por patriotismo llevado a la máxima expresión pero bajo mi entender de una manera boba. Hasta para comerse a un rival los peones tienen que abandonar su camino recto quieran o no quieran y si en su recto camino tropiezan con una pieza rival quedan totalmente bloqueados. Siempre me ha parecido un poco esperpéntico eso de ver a dos peones rivales frente a frente totalmente bloqueados y sin poderse comer el uno al otro. Artísticamente hablando, en cuanto al diseño general de su anatomía, me parecen completamente despersonalizados. Un pequeño trozo de materia (madera, cerámica, cristal, hierro o lo que sea en que se les haya construido) totalmente falto de gracia. Un simple bulto pequeño con pitorro en la cabeza (como si de una boina se tratase) que no les da autoridad ni respeto alguno. ¿Qué decir ahora de las torres?. Estéticamente me parecen tubos de aspirina o algo similar. Unos cilindros más o menos artísticos pero siempre rectilíneos y sin más gracia que las pequeñas almenas de sus cabezas. Son estilísticamente hablando los más macizos pero les falta gracia. Quizás si les hubiesen añadido algún pequeño barroquismo los hubiesen hecho más atractivas. Las torres, por otro lado, tienen unos movimientos que a mí me parecen excesivamente planos. Solo se mueven hacia delante, hacia atrás, hacia la derecha o hacia la izquierda pero siempre en línea recta (sin ese exigible movimiento circular tan bonito siempre para quienes caminan por la vida de las aventuras "batallísticas" . A veces cambian de línea y tienen el particular atractivo de ser las únicas piezas que pueden hacer, en algunas ocasiones, el enroque corto o el enroque largo con el Rey. Las Torres tienen cierta magia pero carecen de flexibilidad suficiente para ser totalmente atractivas. Los Alfiles, por su parte, siempre caminan igual que las Torres pero en diagonal (nunca en sentido recto). Siguen por eso pareciéndome demasiado planas aunque su forma de caminar sea menos ortodoxa que la de las Torres. Estéticamente son "peones grandes". Tienen, artísticamente hablando, los mismos defectos que los de los Peones. Son boinas altas y no boinas bajas pero boinas al fin y al cabo (dejo caer de paso que las verdaderas boinas a mí me parecen muy interesantes y atractivas porque poseen mucha filosofía humana y campesinal pero en el ajedrez son aburridas). Los Alfiles son, ciertamente, algo interesantes pero su forma de caminar por el tablero es demasiado "crucífera" para mi gusto. Mucha cruz. Demasiada cruz. Me pasa lo mismo que cuando observo a las Torres pero con esos matices de haber cambiado lo horizontal y vertical por lo oblicuo. ¡La Reina!. ¡Ay la Reina!. La figura que debía ser la más femenina de este juego para mí sin embargo no lo es. Lo explico más tarde. En el diseño de las Reinas falta gracia femenil. Se las hace perder esa pequeña aureola de "santas" que les ponen en la cabeza y unos cuerpos excesivamente rectilíneos que las masculinizan demasiado. Las Reinas son aparentemente las que más libertad de movimientos tienen. Digo aparentemente porque si se fija un poco se da cuenta de que si, de que sus pasos pueden ser cortos o largos, todo lo largos que les de la capacidad del tablero según sea la casilla donde se encuentren. Pero les falta algo de lo que hablaré después. Creo que esa excesiva movilidad las convierte en un poco "locainas" y les sumerje en un torbellino que a veces hace perder fulminantemente la cabeza; sobre todo si el jugador de las Reinas las da rienda suelta sin control y las saca a pasear desde un principio de la partida. Como las Reinas, cuando se les permite la libertad total, sacan a relucir todo lo de "locainas" que tienen. en esos momentos hacen perder inexorablemente la partida si enfrente tenemos a un astuto enemigo. Cuando una Reina muere antes de tiempo es casi seguro que se pierde la batalla. De la Reina podríamos hablar mucho más pero dejémoslo así por el momento. Llegamos al Rey. ¡Vaya pieza!. Estéticamente es más alto que la Reina y su cruz de santo más grande. Eso para mi es rechazable porque da excesiva sensación de machismo aunque sea de manera no pensada así. El Rey estéticamente da demasiada sensación de majestuosidad que, en el caso de que pudiese actuar de otra manera (y ahora hablo de eso) sería muy interesante pero... le pierde su enorme falta de libertad. El Rey del Ajedrez (y me refiero al del ajedrez que conste y no a los reyes de carne y hueso) es un verdadero calzonazos. Indefenso a pesar de que si se le mata se pierde la partida. Totalmente pasivo debe ser defendido por todas y cada una de las piezas del Ajedrez. Es tan calzonazos que la Reina debe de salvarle en multitud de ocasiones y sacarle las castañas del fuego. Está simplemente a la espera de que sus súbditos ganen la batalla y nunca es pieza activa salvo en algunas ocasiones en que se atreve a tomar la iniciativa pero siempre cuando se ve excesivamente acosado y ya no puede esperar que nadie más le defienda. Es para mí demasiado soso y pasivo. Demasiado abotargado para un juego tan dinámico y sutil como es éste. He dejado a conciencia a los Caballos para el final. Porque me ocurre con ellos lo mismo que les ocurría (salvando las distancias) a Ondaro y Tchigorin y lo mismo que ocurre con lo que han opinando varios lectores míos en algún comentario que he leído. Si. Efectivamente. Estoy yo también plenamente de acuerdo en que son las piezas más atractivas del Ajedrez y además también con quienes opinan que son de las más im portantes. Los jugadores de Ajedrez los valoran mucho. Los Caballos son los más liberales de las piezas de este juego. Son los más alegres. Son los únicos que se atreven a saltarse a la torera la inflexible regla de no poder saltar por encima de los rivales. Ellos saltan. Y sus movimientos son los más heterogéneos y libres que se ven sobre el tablero. Por eso sorprenden muy a menudo a quienes no los conocen bien y por esos sus sorprendentes movimientos pueden hacer ganar una partida dando al traste con toda la táctica y estrategia del ejército rival. Eso de moverse en L corta o en L larga es una delicia para la vista. Y estéticamente. ¡Qué decir en cuanto a la figura de los Caballos!. Son los más gráciles y vivarachos de las piezas. Son los únicos que siendo masculinos poseen la maravillosa propiedad lineal de las curvas femeninas. Poseyendo cabeza definida como tal (cosa que no ocurre con ninguna otra de las piezas en los modelos clásicos del Ajedrez y dejando por eso de lado a los ajedreces confeccionados a conciencia como obras de arte) son los más "animados" del tablero. Y poseen la graciosa curva femenina de sus cuellos. No solo son los más liberales del juego (por su forma de caminar) sino los más románticos. Cuando se mueven son alegres pero a la vez cuidadosos y por eso sus pasos no son ni demasiado cortos como los de los Peones y los del Rey ni tan excesivamente largos como los de la Reina y demás piezas. Lo Caballos deben siempre por eso situarse lo más cerca posible del eje central del tablero quizás porque siendo los únicos que poseen cabeza definida sean los únicos que saben tener vista para ver, estudiar, calibrar y decidir con plena conciencia, las posiciones estratégicas de los enemigos. Los Caballos del Ajedrez (los caballos que Ondaro me ha hecho tanto admirar) son las piezas que más emociones poético-líricas despiertan a mi ánimo y si alguien me pidiese o me exigiese que hiciese un poema hacia una sola de las piezas del Ajedrez sin duda elegiría en primer lugar al Caballo.
Napoleón se queda sin saber qué decir.
Diesel.- Ya le dije que tuviera cuidado con las Reinas.
Napoleón.- Entonces... ¿por qué me dice que valora tanto a los Caballos?.
Diesel.- ¿Sabe usted cómo caminan las Reinas de su ex-Imperio?.
Napoleón.- ¡Claro!. ¡Montadas a caballo!. ¿Y eso qué tiene que ver?.
Diesel.- Eso tiene que ver con la sorpresa final.
Napoleón.- Dígame ya esa sorpresa y acabemos por fin con estos Coloquios porque me estoy volviendo loco de verdad.
Diesel.- Loco de verdad lo estaba usted mucho antes de casarse con María Luisa de Habsburgo. ¿Usted cree que la infidelidad es mejor que la fidelidad?.
Napoleón.- ¡Yo soy Napoleón I Bonaparte y puedo hacer lo que mejor me venga en gana!.
Diesel.- En ese caso también la reina María Luisa de Habsburgo puede hacer lo que mejor le venga en gana. Y sigamos. Que es hora de continuar... porque no sabe usted lo que son capaces de hacer dos mujeres cuando se ponen de acuerdo...
OCTAVA FRASE: "No tengo más que al pueblo y a los militares hasta el grado de capitán; el resto me temen, pero no puedo contar con ellos".
Diesel.- Otro pensamiento repetido. Se nota que sí, que le está fallando lamentablemente la memoria... pero a mí no... así que pasemos al noveno pensamiento.
NOVENA FRASE: "No es fácil emprender largas expediciones con franceses. ¡Francia es demasiado bella!".
Diesel.- ¡Está usted irremediablemetne perdido. Ha perdio ya el hasta el juicio. Otra vez repite pensamiento!. ¿Se siente de verdad agotado?.
Napoleón.- Tengo el cerebro totalmente destruido.
Diesel.- Ya le dije que no sabe usted la que pueden armar dos mujeres cuando se ponen de acuerdo. Tomemos un descanso para comer algo y luego continuamos. Necesita usted un descanso completo porque ya no hace más que repetir, repetir y repetir. ¿Se le ha acabado la imaginación coloquial?.
Napoleón.- ¡¡Me ha vencido usted por completo!!. ¡¡¡Abandono!!!.
Diesel.- No. Yo tengo un deber que cumplir y usted tiene una obligación que efectuar. Un deber por cumplir es una promesa voluntaria y libre que no se puede romper. Una obligación por efectuar es un desafío impuesto que no se puede rehusar. Yo, al fin y al cabo, he elegido estos Coloquios con entera libertad. Usted los ha tenido que elegir por obligación para con la Historia. ¿Vé qué fácil es la diferncia que existe entre verdadera libertad y libertinaje?. Descansemos, que los de corazón noble sabemos dar oportunidades hasta el final aunque nuestro rival no se las merezca. Y nada de abandonar; que esto, ya le repito, no es una partida de Ajedrez sino un juego de Naipes y hasta que no se arroja la última carta sobre la mesa no se puede uno levantar de la silla... aunque usted algunas veces se levanta para dar paseos por la celda. No importa. Después puede usted seguir hablando mientras da pasos por la celda y si quiere ponerse el ridículo sombrero que le caracteriza, por mí no hay problema alguno.
DÉCIMA FRASE: "El ateísmo ha sido un principio destructor de toda organización social que niega al hombre la posibilidad del consuelo y toda esperanza".
Diesel.- De verdad, señor Bonaparte, que está usted fatal del todo. ¿Será cierto que está usted sufriendo del mal del Halzeimer?. Posiblemente sí porque no se está usted dando cuenta de nada. El Mal del Halzheimer, en breves palabras resulta ser, según la definición de la Real Academia de la Lengua: Atrofia cerebral difusa, asociada generalmente con demencia, que se presenta de ordinario en la edad senil. Usted sólo tiene 51 años de edad, pero algo lo está deteriorando tanto que repite los mismos pensamientos sin darse cuenta. Le repito, porque parece que no se entera de nada vuelvo a insistir, que cuando dos mujeres se ponen de acuerdo son muy peligrosas; cuando se trata, sobre todo de reinas.
Napoleón.- ¿Me está usted avisando de algo?.
Diesel.- Sí. Le estoy avisando de que la Vida y la Muerte a veces se unen en un punto concreto para hacer justicia. Usted no lo llegará a comprender hasta que lo vea con sus propios ojos. Y entonces se dará cuenta del vacío que existe en las páginas de sus propias Memorias. Para saber qué hay más allá de ese límite en donde un ser humano se precipita a ese vacío llamado locura es necesario saber cuáles son las causas y usted olvida las causas, luego está olvidando las consecuencias. Pero sigamos. Sigamos adelante que todavía nos queda un trecho nada más.
DECIMA PRIMERA FRASE.- "El mayor orador del mundo es el triunfo".
Diesel.- Totalmente derrotado. Está usted ya totalmente derrotado. Repite sin darse cuenta de que repite y yo le repito que el mayor orador del mundo es aquel que supo callar durante muchos años... antes de comenzar a hablar... porque ha de saber usted, gran generalísimo imperial, que a los 20 ó 24 años de edad si lo desea, es improcedente hablar demasiado y lo mejor, a esas edades es ver, oír y callar pero sobre todo aprender. No comento nada más. Es usted quien debe darse cuenta de lo que cometió. Pero no se preocupe tanto, yo tengo mi obligación y usted tiene su responsabilidad. La diferencia es que mi obligación ha sido voluntaria mientras que su responsabilidad ha sido consecuencia impuesta y, asómbrese usted, por usted mismo. Es otro pensamiento ya analizado. Sigamos abreviando si usted tanto lo desea.
Napoleón.- Sí. !Exijo que me explique ya ese misterio del que tanto me habla!.
Diesel.- Le recuerdo que ya no está usted para exigir nada. Se lo voy a decir, no se preocupe, pero todavía quedan algunas cartas por jugar y yo no puedo volver a la Redacción donde me esperan regresar con toda la baraja completa. Así que veamos qué nuevo pensamiento tiene usted en mente.
DÉCIMA SEGUNDA FRASE: "Si no existiera el papa habría que crearlo para esta ocasión, como los cónsules romanos creaban un dictador ante situaciones dificiles".
dIESEL.- ¿Sabe una cosa, don Napoleón?, en el fondo me está dando usted lástima. Y no crea que es soberbia, cosa que jamás he conocido... ni envidia, que tampoco he conocido jamás... digamos que es Misericordia. Pero la Misericordia no depende de mí, sino de ese Dios al que usted continuametne faltó al respeto. No. No le estoy hablando del papa Julio VII, sino de alguien mucho más superior. Pero usted no parece que esté ya en condiciones de distinguir entre lo que es ser capitán de un equipo, llamémosle religioso, y lo que es ser un líder universal, llamémosle simplemente cristiano nada más. Por eso es por lo que le digo que es necesario, a veces, tener Misericodria como nos dice Jesucristo. Claro que hablarle de Jesucristo ahora, me parece ya bastante tarde. Lo siento. No comento la frase. Ya lo hice a su debido tiempo. El tiempo es como las aguas de un río, no pasan dos veces por el mismo lugar. Pero ese dicho también es falso si de Fe Cristiana verdadera hablamos. Para Dios nada es imposible y si Jesucristo quiere, el tiempo puede volver a aquel punto en donde se quedaron varias preguntas sin responder, o mejor dicho, varias respuestas sin poder concretar. Esa es la enorme ventaja de ser creyente verdadero de un Cristianismo que es Vida y no Muerte. Yo le digo, ahora que repite otra vez su obsesión con lo religioso, que no es cuestión de religión alguna, es cuetión de saber que si el río Nilo se abrió en dos, también Jesucristo puede hacer que la historia vuelva a comenzar desde el momento, o los diversos momentos mejor dicho, en que se quedó suspendida en los puntos suspensivos... ¿comprende ahora por qué uso tanto los puntos suspensivos?... Quizás no sepa, como tantos y tantos ignoran todavía... que se puede hacer realidad el Milagro 16-18.
Napoleón.- ¿Pero se puede saber qué es el Milagro 16-18?.
Diesel.- Muchos han dicho que la historia se repite. Y es cierto. Se repite pero no para hacer las mismas maldades sino para cambiar las maldades por la bondad. Claro que si usted tuviese ocasión de volver a sus 18 años seguiría sin saber lo que es el amor de una guapa joven de 16 años de edad... así que ¿para qué sirve hablar con personas como usted que han llegado al límite de no creer nada?. ¡Creer en nada!. ¿Usted cree que valió la pena sacrificar toda su juventud ansiando el poder mundial si al final llega a la conclusión de que no cree en nada?. Sólo le puedo decir que si la vida consiste en no creer en nada cuando nos llega la hora de decidirnos a dar un paso al frente y nos quedamos atorados, de verdad que la vida no es Existencia. Yo le estoy hablando de la Eternidad pero veo que la Eternidad le hace sudar...
Efectivamente, Napoleón I Bonaparte está sudando a chorros.
Diesel.- Ese sudor es consecuencia de jugar al Ajedrez haciendo trampas.
Napoleón.- ¿Yo hice trampas?.
Diesel.- Sí. Usted jugó con dos Reinas y con un Caballo transformado en Reina. Nunca es bueno jugar con las trilogías... lo digo por la Trinidad de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo... sino saberlos respetar en todo momento y en toda hora. Pasemos eso al Ajedrez. Usted buscó engañar a dos Reinas y a un Caballo convertido en Reina. ¿Sabe quien estaba jugando contra usted?. Muy pronto lo va a saber. No era Dios. Dios sólo es Juez Imparcial.
Napoleón.- ¿Me puede explicar el misterio de todo esto?.
Diesel.- ¿Al Misterio de la Muerte se está refiriendo usted?. No se preocupe. Hay que saber perder pero si usted no supo ganar difícilmente sabrá perder. Mi experiencia vital fue completamente distinta. Aprendí a saber perder para luego comenzar a saber ganar. Ese es el verdadero aprendizaje de los hombres. Por eso pasemos al siguiente pensamiento y por favor le ruego que sea algo original si puede ser.
Napoelón.- De verdad que lo estoy intentando...
Diesel.- Veremos si es cierto o quiere usted seguir jugando con naipes marcados. Yo también sé jugar con naipes marcados. Es fácil. Muy fácil. Pero es fatal. Por eso no marco nunca los naipes de mi Existencia.
Napoleón queda atónito. Se levanta. Se muerde las uñas. Se rasca la cabeza. Busca el ridículo sombrero... pero, como siempre, su sombrero es una barca volcada boca abajo. Lo encuentra y se lo pone.
Diesel.- Un barco boca abajo sólo es un naufragio, señor Napoleón. Ocurrió hasta con el Titanic... pero eso es futuro. Si lo desea le hago una breve sinopsis para ver si usted entiende lo que le quiero decir.
Napoleón.- Hagámela porque lo necesito. Pero hágala muy breve por favor.
Diesel.- Lo intentaré. El naufragio del Titanic sólo fue la consecuencia final de la soberbia por un lado y de la traición por el otro. Por eso los dos personajes masculinos principales mueren. El Titanic era el trasatlántico más grande de su tiempo, una maravilla de la ingeniería que sus constructores consideraban insumergible. Partió del puerto de Liverpool en 1912, con destino a Nueva York, y un pasaje donde se reunía lo más selecto de la sociedad de su tiempo. Se hundió, señor Bonaparte, se hundió al igual que se hundió su Imperio, a pesar de las historias de amor que están basadas, en realidad, en la soberbia por un lado y en el engaño por el otro... ¿lo comprende?... ¿comprende lo que le digo?...
Napoleón.- Lo intento, de verdad que lo intento, pero no puedo comprenderlo.
Diesel.- Es muy fácil. La historia de amor del Titanic fueron dos amores libres de dos hombres por una sola mujer y no un amor noble de uno sólo de ellos. ¿Comprende por qué mueren los dos hombres y sólo sobrevive ella que era inocente y manipulada por ambos desde los dos puntos extremos que yo tanto aborrezco?. ¿Comprende cómo lo que parece bueno es muchas veces malo y lo que parece malo es solamente lo justo?. Muchos son los que se han equivocado con el análisis de esa historia de amor fraudulenta como se ha equivocado usted con la Walewska. Al final llega la inevitable tragedia. Pero sigamos. No quiero profundizar para nada en su dolor.
DÉCIMA TERCERA FRASE: "A todos nos gustaría haber sabido todo antes".
Diesel.- Vuelve a repetirse y no voy a comentar más que lo siguiente: "saber todo antes de tiempo es saber una información falsa, porque la información que se conoce sólo por conjeturas sólo son rumores y los rumores no son siempre, como dicen algunos equivocados colegas míos, la antesala de la noticia. No estoy de acuerdo con eso. Muchas veces el rumor es sólo una falsedad y no se obtiene ninguna noticia de ellos. Habría que revisar a fondo lo que es la Comunicación Social y lo que la dsiferencia de la Comunicación Interpersonal. La Historia debe ser siempre Comunicación Social mientras que la Literatura debe ser siempre Comunicación Interpersonal. Hay enormes diferencias entre ambos tipos de Comunicación. Es olbligación de los Periodistas-Escritores o Escritores-Periodistas saber esta gran diferencia. La Comunicación Social parte de un grupo de emisores y emisoras y llega a un grupo de receptores y receptoras. La Comunicación Interpersoanl sólo va de un autor o una autora, a veces ambos a la vez, a un sólo lector o una sola lectora y a veces a un grupo de oyentes que escuchan a un sólo lecotr o una sola lectora. Hay mucho por desarrollar en los esquema complicadísimos de ambos tipos de Comunicación. Pero sigamos adelante para hacerlo lo más sencillo y creíble de sus posibilidades.
DÉCIMA CUARTA FRASE: "El amor es una tontería hecha por dos".
Diesel.- Vaya pensamiento más simple, ridículo y plano que ha dicho usted, señor Bonaparte. ¿Se está usted refiriendo al amor noble o al amor libre?.
Napoleón.- ¿Es que hay diferencias entre ambas clases de amor?.
Diesel.- Tanto como de la noche al día. Escuhe, dos más dos son cuastro y si le quitamos uno siguen quedando tres. ¿Qué le parece?.
Napoleón.- No acierto a comprender sus adivinanzas.
Deisel.- Es muy fácil. Siempre he dicho que en esto de los amores no es el último el que me mejor ríe, porque ser el último significa tener un final... sino que el que ríe mejor es el que ríe más tiempo que es como decir el que vive la Eternidad. ¿Usted se cree de verdad lo que dijeron en el siglo XX aquello de "haz el amor y no la guerra o eran sólo unos hipócritas?. Bien. Al fin y al cabo avanzaron un poco más que usted que siempre dijo "haz la guerra y no el amor". Pero todavía sigue habiendo imbéciles en el mundo. La diferencia entre el amor noble y el amor libre es que el amor noble es de un solo hombre con una sola mujer, con lo cual ríen mucho más tiempo que los del amor libre que continuamente se intercambian ellos con ellas y ellas con ellos con lo que suelen reír los últimos pero por muy poco timepo. Los que ríen los últimos serán los primeros en dejar de reír. ¿Me ha comprendido ahora?.
Napoleón.- No del todo.
Deisel.- Dice un refrán y si no lo dice me lo invento ahora mismo: "En el amor ríe más durante el invierno aquel que no tiene algún cuerno". ¿Que le parece?. ¿Cambio de temporada o no?.
Napoleón.- Es suficiente. Ya parece que lo entiendo. Me huele a cuerno quemado.
Diesel.- Quítele lo quemado y obtendrá la respuesta exacta. Ya le advertí que no hizo usted bien en jugar no sólo con dos Reinas sino hasta con tres.
Napoleón.- ¿Y qué se puede hacer ahora?.
Diesel.- Yo, particularmente, no puedo hacer nada. Jesucristo nos enseña a tener Misericordia pero quien tiene la última palabra es el Juez Supremo y que yo sepa no soy juez ni supremo ni de cualquir otra graduación sino sólo un periodista-escritor o un escritor-periodista si usted lo quiere entender al revés. Pero le advierto que una cosa es entender al revés y otra es vivir al revés. Usted vivió al revés y por eso ahora lo entiende también al revés. No somos los cristianos los llamados a condenar a nadie. Nadie significa nada. Y nosotros con los que no creen en nada podemos intervenir. ¿Me está comprendiendo?. Para volver al asunto ese de su tonta frase le diré que en el futuro muchos serán los que en el siglo XX hablarán del amor libre pero... "siempre que ellos lleven todas las cartucheras cargadas de balines y la otra persona vaya desarmada" o si lo quiere de otra manera... "siempre que ellos sean los dominadores y ellas las dominadas o viceversa ya que de todo habrá en la viña del señor" y eso son las consecuencias tan famosas de las que se habla en la Historia. Ya sabe: a toda causa corresponde una consecuencia ¿o no es cierto, señor conquistador de tierras y mujeres?.
Napoleón queda acomplejado.
Napoleón.- ¡Fantastique!.
Diesel.- ¿Fantástico dice usted?. ¿Cree que soñar es fantasear?. Lo que sucede es que algunos no saben soñar bien mientras otros soñamos como Dios manda.
Napoleón.- Entonces ¿es verdad que la vida es sueño?.
Diesel.- No señor. No estoy de acuerdo con ese disparate por mucho que lo haya dicho mi compatriota Calderón de la Barca. Uan cosas es soñar para vivir una existencia mejor, pero con los ojos abietos, y otra decir que la vida es un sueño. A pesar de lo famosa que se ha hecho dicha frase yo no estoy de acuerdo con ella. Usted, los que son como usted y los que en el futuro serán como usted, se creen que la vida es un teatro. Y tampoco es cierto. Que algunos hacemos teatro es cierto, pero porque escribimos obras de teatro. Pero que la vida es un teatro es totalmente falso. La vida contiene dramas, tragedias y también comedias, eso sí es verdad, pero no como teatro en sí mismo sino como vida misma. Lo que sucede es que alguna manera tenemos que simbolizarla. Por ejemplo... ustedes los franceses simbolizan su manera de ser con un gallo, los ingleses simbolizan su manera de ser con una calavera, los chinos simbolizan su manera de ser con un dragón y así cada pueblo simboliza su manera de ser de alguna manera... ¿cómo cree usted que simbolizamos los cristianos españoles a la vida?.
Napoleón.- Con un toro.
Diesel.- Eso es falso. Estoy diciendo españoles cristianos.
Napoleón.- Con un Jesucristo clavado en la cruz.
Diesel.- Se vuelve uste a equivocar una vez más. Nosotros los cristianos verdaderos sólo simbolizamos a Jesucristo Vivo y ¿cómo se simboliza a Cristo Vivo?. Simplemente viviendo o intentando vivir como Jesucristo vivió. Porque Jesucristo no es un símbolo sino una realidad cierta y verdadera.
Napoleón.- ¿Y cuál es, según usted, la verdad que me espera a mí conocer?.
Diesel.- Sólo le puedo decir lo siguiente que se me ha ocurrido mientras descansábamos: "La Verdad es tan evidente que siempre llega en forma de sorpresa".
Napoleón.- No entiendo nada... sigo sin entender nada...
Diesel.- No se preocupe usted ya por entender demasiado. Queda muy poco para que yo se lo diga. Ahora sólo quiero decirle algo. ¿Eran verdaderos o eran falsos los que hablaban de que en el amor, como en la guera, todo vale?.
Napoleón.- Más falsos que Judas.
Diesel.- Jesucristo le diría: "Tú lo has dicho". Y ahora sigamos. Pero espero, que a lo mejor es mucho esperar, que quien lea estos Coloquios se den cuenta que el amor entre un hombre y una mujer no sólo no es una tontería sino que deberían de saber que es el verdadero motor del mundo. Si el mundo hubiese hecho caso al amor de un hombre con una sola mujer, el mundo viviría ya en paz, pero verdadera paz, y no la pantomima de paz que nos están representando nuestros gobenantes y los poderes fácticos; que eso sí que es teatro.
Napoleón.- ¿Que es un poder f´cctico?.
Diesel.- Por ejemplo usted mismo. Pero, de verdad, pasemos ya al siguiente pensamiento.
DÉCIMA QUINTA FRASE: "Hay cuatro cosas que ponen al hombre en acción: interés, amor, miedo y fe".
Diesel.- sigue usted con la imaginación totalmetne agotada.
Napoleón.- Es que, realmente , estoy agotado.
Diesel. Tenga calma y relájese. No debería comentar más sobre este asunto. Pero verá... se lo voy a decir totalmetne en serio. Hay que vivir con interés simple, hay que vivir con amor verdadero, hay que viuvir sin miedo a nada ni a nadie y hay que vivir con fe absoluto. Esa es la manera de obtener la Eternidad.
Napoleón queda otra vez atónito.
Napoleón.- Es usted demasiado sabio para mí.
Deisel.- Se equivoca usted en algo. Que yo no soy sabio sino observador. Si al buen observador se le puede llamar sabio entonces admito que lo soy... pero sólo por eso... y desde luego por ser observador de la vida de Jesucristo... aunque no soy tan sabio porque a veces me equivoco.
Napoleón.- Ahora he comprendido que equivocarse también es propio de los hombres sabios.
Diesel.- Puede ser que lleve usted razón. ¿Podemos continuar y dejar de hablar de mí, ya que un buen periodista no habla de sí sino de la persona importante que es usted y no yo?.
Napoelón.- Se equivoca, señor Diesel, usted me está demostrando que no es más importnate quien más páginas llena en los libros de Historia sino quien mejores párrafos escribe en ella.
Diesel.- sigamos, por favor, que va a salir la luna y tengo que regresar.
Napoleón.- No me epxlico una cosa. Antes de sguir quiero aprenderla. ¿Cómo ha sido posible que usted venga de tan lejos cada día?.
Diesel.- ¿Que cómo es posible que todos los días venga en pocas horas desde Madrid a Santa Helena y regrese también en pocas horas allí?. La distancia es cortísima en el siglo XXI. ¿Ha oído usted algo de aviones?. ¿Sabe lo que es un avión?.
Napoleón.- Algo sé de unos hermanoos ingleses llamados Wrigth.
Diesel.- Pues eso es. Sólo que en el siglo XXI ya se ha evolucinado muchísimo. Ya no es necesario ir montado en burro desde Madrid hasta la costa, montar en barca hasta esta isla, y volver a montar en burro para llegar a este penal. No. en mi futuro podemos hacerlo todo eso en breves horas. ¿Se lo cree o no se lo cree?.
Napoleón.- Como no lo veo no sé si crerlo o no crerlo.
Diesel.- Por eso le está pasando lo que le está sucediendo.
Napoleón.- ¿Otra adivinanza?.
Diesel.- No. Me refiero a una hìpótesis. Sólo auna hipótesis verdadera o no verdadera pero sí muy real.
Napoléón.- Mire no quiero embrollar más mi cerebro. Sigamos.
DÉCIMA SEXTA FRASE: "Las batallas contra las mujeres son las únicas que se ganan huyendo".
Diesel.- Eso sólo lo dicen los acomplejados. Es una frase ya repetida también, señor Bonaparte. Pero a mi comentario anterior añada esto de los acomplejados. ¿Y sabe quiénes son los que realmente huyen de las mujeres?. Aquellos que las engañan con otras mujeres, como ha sido su caso. Por miedo a un mujer se la engaña con otra mujer y a esta con otra y a esta con otra más y así sucesivamente van formando ustedes, los donjuanes conquistadores, toda una cadena de complejos que, al final, dejan de ser verdaderos hombres y caen en eso que todos conocemos como homosexualidad. ¡Para que no llamar pan al pan y vino al vinoo!. Y en cuanto a las mujeres que se comportan como hombres es simplemente el mismo proceso pero a la inversa. Tanto mmonta monta tanto... como decimos en España... y no deseo hablar más de ello por respeto no a usted, sino a mis lectores y lectoras.
DÉCIMA SÉPTIMA FRASE: "El mérito de Mahoma es haber fundado una religión prescindiendo del infierno".
Diesel.- Ahora sí que acaba de demostrarme que está usted toalmente enajenado de la cabeza. Mahoma precismaente lo que fundó fue un infierno en la Tierra, contra todos los que no pensaron como él y, sobre todo, contra sus propias mujeres. Un infierno tan absurdo como eso es inimaginable para buen cristiano. ¿Creó o no creó un infierno entre sus propios seguidores el tal llamado Profeta de Alá?.
Napoleón.- Es cierto... lo reconozco... soy un majadero...
Diesel.- No deseo hacer más comentario pprque está perfectametne claro. Y si no lo cree lea los libros que existen sobre el islam... y dígame con total sinceridad si no creó un infierno el tal llamdo Mahoma que sólo sabía de cosas de camellos y por eso mandó tratar a las mujeres como si de camellos se tratara, drogas, stupefacientes y guerras santas más algún que otro sermón dando alaridos como si de una fiera salvaje se tratara en vez de un ser humano; además de promover una misoginia entre su pueblo que ha llevado a sus mujeres a la esclavitud.
Napoleón.- ¿Que es misoginia?.
Diesel.- Tener miedo a las mujeres; sobre todo porque los islamitas saben que sus mujeres son más inteligentes que ellos. ¿Es o no es un infierno eso?.
Al gran Napoleón I Bonaparte se le pone ahora el rostro de color verde oliva. Necesita ir urgentemente a evacuar contenidos. Otra vez, y no sé cuántas llevo ya, oigo correr el agua antes de verle salir pálido y ojeroso.
Napoleón.- Ya no puedo seguir. De verdad.
Diesel.- Tiene que hace un poco más de esfuerzo. También lo estoy haciendo yo. Y es más, yo estoy haciendo mucho más esfuerzo que usted en estos Coloquios. Así que siendo yo tan pequeño es totalmente injusto que lleve la mayor parte de la carga. Pero Jesucristo dijo que quien quisiera seguirle que calgara su cruz pero también dijo y os daré en tal abundancia que ni vosotros mismos os podéis imaginar.
Napoleón.- ¿Cuánto me gustaría tener la misma Fe que tienes tú?.
Diesel.- esta vez acepto que me tutee. Porque parece que lo ha dicho con sinceridad.
Napoleón.- Entonces sigamos.
DÉCIMA OCTAVA FRASE: "Para triunfar es necesario, más que nada, tener sentido común".
Diesel.- Por eso mismo usted sólo fracasó. Y es tan claro lo que quiero decirle que ahora soy yo el que le pide que abreviemos. No porque esté cansadoque no lo estoy, sino porque quiero relajar su necedad contándole una historia tan sencilla que es hasta infantil; pero eso somos lo hombres profundos y verdaderos. No adolescentes como usted ha creído; porque sólo se ha rodeado de hombres adolescentes, o sea, carentes de sentido común... sino porque tener siempre la ilusión infantil es el eje fundamental para que Jesucristo nos transforme a los seres humanos. Pero de esto usted nunca entenderá nada. Así que no lo intente. ¿Cómo se puede convertir a una calabaza como la suya en una carrroza real si no es a través de una historia infantil?. No. No lo interprete. Es mejor. Nunca lo entenderá. Así que abrevie para que le narre esa historia como parte final antes de la sorpresa final.
Napoleón.- Pero habrá sorpresa final ¿no es cierto?.
Diesel.- Habrá sorpresa final tanto en mi historia propia como en la suya que le tengo prometido.
Napoleón.- Abrevio entonces y ardo en deseos de concoer ambas cosas.
Diesel.- Se vuelve a equivocar. No es necesario arder. No es historia de brujas, aunque haberlas las hay como dicen mis paisanos gallejos, pero el final es todo lo contrario.
Napoleón I Bonaparte no entiende ya nada de nada. Es ya casi una bruma. Es ya casi un olvido. Es ya casi una inexistencia. Su ridículo sombrero de la barca boca abajo es la viva imagen de lo que fue su vida. Un completo naufragio pero sin Odiseo ní Ulises a quien recurrir; auque a veces tanto a uno como a otro buscó con ansiedad. Y es mejor no explicar más allá porque estoy hablando de hombres tan diferentes como el gran Homero y el vil James Joyce. Así que escucho el siguiente pensamiento.
DÉCIMA NOVENA FRASE: "Hay que presentarse ante los enemigos y ponerles buena cara; si no, creen que se les teme y eso les hace intrépidos".
Diesel.- Voy a ser explícito, tácito y cortante aunque a usted le parezca brusco cuando es todo lo contrario. Lo hago sólo y solo, porque quiero ya contarle la profunda historia infantil, así que yo digo un NO rotundo, un JAMÁs inapelable y no quiero ahora diálogo alguno sino monólogo explicativo. Sólo digo no y jamás a poner más veces de los necesario buena cara a los enemigos. En un principio está muy bien y es muy sabio hasta descubrirles todas sus artimañas y malas artes pero hemos llegados ya a ese punto del NO tajante y el JAMÁs inapelable. A partir de ahí sólo queda olvidar y que Dios y solo Dios actúe. Ese es el mejor perdón cristiitano que existe si es que de verdad somos sinceros. Perdonar no es decir te perdono, perdonar es decir que Dios te perdone. Eso si es que somos sinceros de verdad. No odiar. No condenar. No juzgar. Sólo olvidar y que Dios actúe. Es el perdón más sincero que existe. Y que conste que olvidar no quiere decir no recordar. Son dos cosas bien diferentes. Recordar es imposible inevitarlo y además es bueno para no volver a caer en la misma piedra. Recordar es bueno. Olvidar también. Olvidar que estamos recordando y seguir viviendo... hacia el Destino del pasado, del presente y del futuro que Dios nos quiera regalar. Esto ya es teología profunda y usted no lo entendería. Así que no me haga comentarios y vamos con la historia infantil-juvenil y no la confunda, por favor, con historia de adolescentes.
VIGÉSIMA FRASE: "El verdadero carácter siempre aparece en las grandes circunstancias".
Diesel.- Buen número ese del 20 pensamiento para contar la historia. Buen número. Es juvenil Podría haber sido mejor pero no está mal. Aquí va la historia. Ponga mucha atención, señor Bonaparte: El Patito Feo fue escrito en 1845. En los últimos dos siglos este cuento ha sido uno de los pocos cuentos que han animado a varias generaciones sucesivas de seres "extraños" a resistir hasta encontrar a los suyos . Contiene una verdad fundamental para el desarrollo humano que, sin la asimilación de este hecho, el ulterior progreso de una persona seria precario y ésta no podria prosperar del todo desde un punto de vista psicológico sin resolver antes esta cuestión. Si has intentado encajar en algún molde y no lo has conseguido, probablemente has tenido suerte. Es posible que seas una persona exiliada, pero has protegido tu alma. Cuando alguien intenta repetidamente encajar y no lo consigue, se produce un extraño fenómeno. Cuando la persona es rechazada, cae directamente en brazos de su verdadero pariente psíquico, que puede ser una materia de estudio, una forma artística o un grupo de personas. Es peor permanecer en el lugar que no nos corresponde en absoluto que andar perdidos durante algún tiempo, buscando el parentesco psíquico y espiritual que necesitamos. Jamás es un error buscar lo que una persona necesita. Jamás. El exilio consolida y fortalece en cierto modo al patito. Aunque se trate de una situación que no le desearíamos a nadie por ningún motivo, su efecto es similar al del carbón natural puro que, sometido a presión, produce diamantes y, al final, conduce a una profunda magnitud y claridad de la psique. Se acercaba la estación de la cosecha. Las viejas estaban confeccionando unas muñequitas verdes con gavillas de maiz. Los viejos remendaban las mantas. Las muchachas bordaban sus vestidos blancos con flores de color rojo sangre. Los chicos cantaban mientras aventaban el dorado heno. Las mujeres tejían unas ásperas camisas para el cercano invierno. Los hombres ayudaban a recoger, arrancar, cortar y cavar los frutos que los campos habían ofrecido. El viento estaba empezando a arrancar las hojas de los árboles, cada día un poquito más. Y allá abajo en la orilla del río una mamá pata estaba empollando sus huevos. Para la pata todo marchaba según lo previsto hasta que, al final, uno a uno los huevos empezaron a estremecerse y a temblar, los cascarones se rompieron y los nuevos patitos salieron tambaleándose. Pero quedaba todavía un huevo, un huevo muy grande, inmóvil como una piedra. Pasó por allí una vieja pata y la mamá pata le mostró su nueva prole. - ¿ A que son bonitos? - preguntó con orgullo. Pero la vieja pata se fijó en el huevo que no se había abierto y trató de disuadir a su amiga de que siguiera empollándolo. - Es un huevo de pavo - senteneció la vieja pata- no es un huevo apropiado. A un pavo no se le puede meter en el agua, ¿sabes?. Ella lo sabía porque lo había intentado una vez. Pero la pata pensó que, puesto que ya se había pasado tanto rato empollando, no le molestaría hacerlo un poco más. - Eso no es lo que más me preocupa -dijo- ¿Sabes que el muy bribón del padre de estos patitos no ha venido a verme ni una sola vez?. Al final, el enorme huevo empezó a estremercerse y a vibrar, la cáscara se rompió y apareció una inmensa y desgarbada criatura. Tenía la piel surcada por unas tortuosas venas rojas y azules. Las patas eran de color morado claro y sus ojos eran de color rosa transparente. La mamá pata ladeó la cabeza y estiró el cuello para examinarlo y no tuvo más remedio que reconocerlo: era decididamente feo. A lo mejor es un pavo -pensó, preocupada. Sin embargo,cuando el patito feo entró en el agua con los demás polluelos de la nidada, la mamá pata vio que sabía nadar perfectamente- Sí, es uno de los míos, a pesar de este aspecto tan raro que tiene. Aunque bien mirado...me parece casi guapo. Así pues lo presentó a las demás criaturas de la granja, pero, antes de que se pudiera dar cuenta, otro pato cruzó como una exhalación el patio y picoteó al patito feo directamente en el cuello. - ¡Detente! - gritó la mamá pata. Pero el matón replicó: - Es tan feo y tan raro que necesita que lo intimiden un poco. La reina de los patos con su cinta roja en la pata comentó: - ¡Vaya otra nidada! . Como si no tuvieramos suficientes bocas que alimentar . Y aquel de allí tan grande y tan feo tiene que ser una equivocación. - No es una equivocación -dijo mamá pata- Será muy fuerte. Lo que ocurre es que se ha pasado demasiado tiempo en el huevo y aún está un poco deformado. Pero todo se arreglará, ya lo verás -añadió, alisando las plumas del patito feo y lamiéndole los remolinos de plumas que le caían sobre la frente. Sin embargo los demás hacían todo lo posible por hostigar de mil maneras al patito feo. Se le echaban encima volando, lo mordían, lo picoteaban, le silbaban y le gritaban. Conforme pasaba el tiempo, el tormento era cada vez peor. El patito se escondía, procuraba esquivarlos, zigzagueaba de derecha a izquierda, pero no podía escapar. Era la criatura más desdichada que jamás hubiera existido en este mundo. Al principio, su madre lo defendía, pero después hasta ella se cansó y exclamó exasperada: - Ojalá te fueras de aquí. Entonces el patito feo huyó. El patito es un símbolo de la naturaleza salvaje que, cuando las circunstancias obligan a pasar penurias nutritivas, se esfuerza instintivamente y se agarra con fuerza, a veces con estilo y otras con torpeza. Las distintas criaturas de la aldea contemplan al patito "feo" y de una u otra forma lo consideran inaceptable. En realidad, no es feo, pero no se asemeja a los demás. ¡Es tan distinto!. Al principio, la mamá pata intenta defender al patito que cree suyo. Pero, al final, se siente emocionalmente dividida y deja de preocuparse por aquel extraño retoño. Sus hermanos y otras criaturas de la comunidad se le echan encima, lo picotean y lo atormentan. Quieren obligarlo a irse, pero el patito feo se muere de pena al verse rechazado por los suyos, lo cual es terrible, pues él no ha hecho nada para merecer este trato como no sea el hecho de ser distinto y comportarse de manera distinta, De hecho, sin haber alcanzado siquiera la mitad de su desarrollo, el patito padece un fuerte complejo psicológico. Por regla general, el exilio se inicia sin culpa por parte del interesado y se intensifica por medio de la incomprensión, la crueldad de la ignorancia o la maldad deliberada de los demás. En tal caso, el yo básico de la psique sufre una temprana herida. Cuando ello ocurre, la víctima empieza a creer que las imágenes negativas que le ofrecen de ella son totalmente ciertas. Empieza a creer que es débil e inaceptable, y así lo seguirá creyendo por mucho que se esfuerce en modificar la situación. La mamá pata tiene varias cualidades. Representa simultáneamente a la madre ambivalente, la madre derrumbada y la madre no mimada. Como madre ambivalente se siente atacada por el hecho de tener un hijo distinto. Se siente emocionalmente dividida y, como consecuencia de ello, se derrumba y deja de preocuparse por el extraño hijo. Aunque al principio intenta mantenerse firme, la singularidad del patito pone en peligro su seguridad dentro de la comunidad y entonces esconde la cabeza y se zambulle. La madre se doblega a los deseos de la aldea en lugar de tomar partido por su hijo. Una atracción es su deseo de ser aceptada por la aldea. Otra es su instinto de supervivencia. La tercera es su necesidad de reaccionar ante el temor de que ella y su hijo sean castigados, perseguidos o matados por los habitantes de la aldea. Este temor es una respuesta normal a una amenaza anormal de violencia psíquica o física. La cuarta atracción es el amor instintivo de la madre por su hijo y su deseo de protegerlo. La madre de un hijo que es distinto ha de poseer mucha resistencia. Durante varias generaciones la madre que deseaba ganar el aprecio de los demás para su propia persona y para sus hijos necesitaba las cualidades que culturalmente le estaban prohibidas : vehemencia, intrepidez y fiereza. Desde tiempo inmemorial un acto considerado heroico ha sido el remedio de la entontecedora ambivalencia. Como madre derrumbada all final, la mamá pata ya no puede soportar el acoso que sufre el hijo que ella ha traído al mundo. Pero lo más revelador es que ya no puede tolerar el tormento que a ella misma le causa la comunidad como consecuencia de sus intentos de proteger a su "extraño" hijo. Y entonces se derrumba y le grita al patito: "Ojalá te fueras de aquí". Y el desventurado patito se va. Cuando las personas se derrumban, suelen resbalar hacia uno de los tres estados emocionales siguientes : un lío (estan confusas), un revolcadero (creen que nadie comprende debidamente su tormento) o un pozo ( una repetición emocional de una antigua herida, a menudo una injusticia no reparada y por la que nadie pagó). Cuando una madre se ve obligada a elegir entre su hijo y la cultura, nos encontramos en presencia de una cultura terriblemente cruel y desconsiderada. Como madre no mimada la imagen representada por la mamá pata es, como se puede ver, muy ingenua y poco sofisticada. Es una madre frágil. Hay muchas razones por las que un ser humano se puede comportar de esta manera: por ser una persona muy insegura desde el punto de vista psíquico, también por estar psiquicamente lastimada hasta el extremo de considerarse indigna de ser amada. A una madre se la tiene que mimar para que mime a su vez a sus hijos. Con casi todas las plumas alborotadas y un aspecto extremadamente lastimoso, el patito feo, corrió sin parar hasta que llegó a una marisma. Allí se tendió al borde del agua con el cuello estirado, bebiendo agua de vez en cuando. Dos gansos lo observaban desde los cañaverales. - Oye, tú, feucho -le dijeron en tono de burla- ¿quieres venir con nosotros al siguiente condado?. Allí hay un montón de ocas solteras para elegir. De repente se oyeron unos disparos, los gansos cayeron con un sordo rumor y el agua de la marisma se tiñó de rojo con su sangre. El patito feo se sumergió mientras a su alrededor sonaban los disparos, se oían los ladridos de los perros y el aire se llenaba de humo. Al final, la marisma quedó en silencio y el patito corrió y se fue volando lo más lejos que pudo. Al anochecer llegó a una pobre choza; la puerta colgaba de un hilo y había más grietas que paredes. Allí vivía una vieja andrajosa con su gato despeinado y su gallina bizca. El gato se ganaba el sustento cazando ratones. Y la gallina se lo ganaba poniendo huevos. La vieja se alegró de haber encontrado un pato. A lo mejor, pondrá huevos, pensó, y, si no los pone, podremos matarlo y comérnoslo. El pato se quedó allí, donde constantemente lo atormentaban el gato y la gallina, los cuales le preguntaban: - ¿ De qué sirves si no puedes poner huevos y no sabes cazar? - A mí lo que más me gusta es estar debajo - dijo el patito, lanzando un suspiro- ,debajo del vasto cielo azul o debajo de la fría agua azul. El gato no comprendía qué sentido tenía permanecer debajo del agua y criticaba al patito por sus estúpidos sueños. La gallina tampoco comprendía qué sentido tenía mojarse las plumas y también se burlaba del patito. Al final, el patito se convenció de que allí no podía gozar de paz y se fue camino abajo para ver si allí había algo mejor. El gato despeinado y la gallina bizca consideran estúpidas e insensatas las aspiraciones del patito. Su actitud nos ofrece una perspectiva de la susceptibilidad y los valores de los que se burlan de los que no son como ellos. ¿Quién podría imaginar que un gato le gustara el agua? ¿Quién podría imaginar que una gallina se fuera a nadar? Nadie, por supuesto. Pero demasiado a menudo desde el punto de vista del exiliado, cuando las personas no son iguales, la inferior es siempre exiliada. El patito vive la misma experiencia que miles de personas exiliadas, la de la incompatibilidad básica con personas distintas, lo cual no es culpa de nadie, aunque casi todos los exiliados se muestran excesivamente serviles y actúen como si ellos tuvieran personalmente la culpa. Los patos no tienen nada de malo, os lo aseguro, ni los cisnes tampoco. Pero los patos son patos y los cisnes son cisnes. ¿Y si, usted, se hubiera criado con ratones pero fuera un cisne? Los cisnes y los ratones suelen aborrecer sus respectivos alimentos. Los unos piensan que la comida de los otros huele muy raro. No tienen el menor interés en estar juntos y, si lo tuvieran, el uno se pasaría el rato hostigando al otro. ¿Y si, siendo un cisne, tuvieras que fingir que eres un ratón? ¿Y si tuvieras que fingir que eres de color gris, peluda y minúscula? ¿Y si dondequiera que fueras intentaras caminar como un ratón pero cada vez que lo hicieras sonara un claxon? ¿No serías la criatura más desgraciada del mundo?. La respuesta es inequivocamente sí. El patito llegó a un estanque y, mientras nadaba, notó que el agua estaba cada vez más fría. Una bandada de criaturas volaba por encima de su cabeza; eran las más hermosas que él jamás hubiera visto. Desde arriba le gritaban y el hecho de oír sus gritos hizo que el corazón le saltara de gozo y se le partiera de pena al mismo tiempo. Les contestó con un grito que jamás había emitido anteriormente. En su vida había visto unas criaturas más bellas y nunca se había sentido más desvalido. Dio vueltas y más vueltas en el agua para contemplarlas hasta que ellas se alejaron volando y se perdieron de vista. Entonces descendió al fondo del lago y allí se quedó acurrucado, temblando. Estaba desesperado, pues no acertaba a comprender el ardiente amor que sentía por aquellos grandes pájaros blancos. Se levantó un viento frío que sopló durante varios días y la nieve cayó sobre la escarcha. Los viejos rompían el hielo de las lecheras y las viejas hilaban hasta altas horas de la noche. Las madres amamantaban a tres criaturas a la vez a la luz de las velas y los hombres buscaban a las ovejas bajo los blancos cielos de medianoche. Los jóvenes se hundían hasta la cintura en la nieve para ir a ordeñar y las muchachas creían ver los rostros de apuestos jóvenes en las llamas del fuego de la chimenea mientras preparaban la comida. Allá abajo en el estanque el patito feo tenía que nadar en círculos cada vez más rápidos para conservar su sitio en el hielo. Una mañana el patito se encontró congelado en el hielo y fue entonces cuando comprendió que se iba a morir. Dos ánades reales descendieron volando y resbalaron sobre el hielo. Una vez allí estudiaron al patito. -Cuidado que eres feo -le graznaron- Es una pena. No se puede hacer nada por los que son como tú. Y se alejaron volando... Por suerte pasó un granjero y liberó al patito rompiendo el hielo con su bastón. Tomó en brazos al patito, se lo colocó bajo la chaqueta y se fue a casa con él. En la casa del granjero los niños alargaron las manos hacia el patito, pero éste tenía miedo. Voló hacia las vigas y todo el polvo allí acumulado cayó sobre la mantequilla. Desde allí se sumergió directamente en la jarra de la leche y, cuando salió todo mojado y aturdido, cayó en el tonel de harina. La esposa del granjero lo persigió con la escoba mientras los niños se partían de risa. El patito salió a través de la gatera y, una vez en el exterior, se tendió medio muerto sobre la nieve. Desde allí siguió adelante con gran esfuerzo hasta que llegó a otro estanque y otra casa, otro estanque y otra casa, y se pasó todo el invierno de esta manera, alternando entre la vida y la muerte. El patito se queda atrapado en el hielo del estanque. El patito que se queda atrapado en el hielo del estanque se congela. Lo peor que puede hacer una persona es congelarse. La frialdad es el beso de la muerte de la creatividad, de la relación y de la vida. Mostrarse frío equivale a carecer de sentimientos. Estar congelado significa en un ser humano carecer deliberadamente de sentimientos, especialmente hacia la propia persona, pero también y a veces más todavia, hacia los demás. Hay personas que se comportan como si el hecho de mostrarse frías fuera una hazaña. Pero no lo es. Es un acto de cólera defensiva. Aunque se trate de un mecanismo de autoprotección, es algo muy duro para la psique espiritual. Se trata de un problema muy serio, pero el cuento nos da una idea. El hielo se tiene que romper y el alma se tiene que sacar del frío glacial. El patito feo empieza a comportarse como si fuera tonto, es uno de esos que no hacen nada a derechas... echa polvo sobre la mantequilla y cae en el tonel de la harina, no sin antes haber caído en la jarra de leche. Todos hemos tenido momentos así. Todo lo hacemos al revés. Intentamos arreglarlo y todavía es peor. Al patito no se le había perdido nada en aquella casa. Pero ya vemos lo que ocurre cuando uno está desesperado. Acude donde no debe y hace lo que no debe. El patito feo va de un lado para otro en busca de un lugar donde descansar. Aunque, a veces, el instinto que nos indica adónde tenemos que ir no esté plenamente desarrollado, percibimos que el instinto que nos induce a seguir vagando hasta encontrar lo que necesitamos se mantiene intacto. No obstante en el "síndrome del patito feo" hay a veces una especie de patología. Uno sigue llamando a las puertas a las que no debe, a pesar de constarle que no tendría que hacerlo. Cuesta imaginar que una persona pueda saber qué puertas son las equivocadas cuando nunca ha sabido lo que era una puerta apropiada. Sin embargo las puertas equivocadas son las causantes de que una persona se vuelva a sentir una vez más una proscrita. Esta "búsqueda del amor en todos los lugares equivocados" es la reacción al exilio. El granjero que se lleva el patito a casa significa un personaje en el exilio. El episodio contiene una idea interesante. La persona que quizá nos saque del hielo y que tal vez nos pueda liberar psiquicamente de nuestra falta de sentimientos no va a ser necesariamente la que nos corresponda. Podría ser, como en el cuento, uno más de esos magníficos pero fugaces acontecimientos que aparecieron cuando menos esperábamos, un acto de bondad de un forastero de paso. Así volvió el suave soplo de la primavera, las viejas sacudieron los lechos de pluma y los viejos guardaron sus calzoncillos largos. Nuevos niños nacieron en mitad de la noche mientras los padres paseaban por el patio bajo el cielo estrellado. De día las muchachas se adornaban el pelo con narcisos y los muchachos contemplaban los tobillos de las chicas. Y en un cercano estanque el agua empezó a calentarse y el patito feo que flotaba en ellas extendió las alas. Qué grandes y fuertes eran sus alas. Lo levantaron muy alto por encima de la tierra. Desde el aire vió los huertos cubiertos por sus blancos mantos, a los granjeros arando y toda suerte de criaturas, empollando, avanzando a trompicones, zumbando y nadando. Vio también en el estanque tres cisnes, las mismas hermosas criaturas que había visto el otoño anterior, las que le habían robado el corazón, y sintió el deseo de reunirse con ellas. ¿Y si fingen apreciarme y, cuando me acerco a ellas, se alejan volando entre risas?, pensó el patito. Pero bajó planeando y se posó en el estanque mientras el corazón le martilleaba con fuerza en el pecho.
En cuanto lo vieron, los cisnes se acercaron nadando hacia él. No cabe duda de que estoy a punto de alcanzar mi propósito, pensó el patito, pero, si me tienen que matar, prefiero que lo hagan estas hermosas criaturas y no los cazadores, las mujeres de los granjeros o los largos inviernos. E inclinó la cabeza para esperar los golpes. Pero ¡oh prodigio! En el espejo del agua vio reflejado un cisne en todo su esplendor: plumaje blanco como la nieve, ojos negros como la endrinas y todo lo demás. Al principio, el patito feo no se reconoció, pues su aspecto era el mismo que el de aquellas preciosas criaturas que tanto había admirado de lejos. Y resultó que era una de ellas. Su huevo había rodado accidentalmente hacia el nido de una familia de patos. Era un cisne, un espléndido cisne. Y, por primera vez, los de su clase se acercaron a él y lo acariciaron suave y amorosamente con las puntas de sus alas. Le atusaron las plumas con sus picos y nadaron repetidamente a su alrededor en señal de saludo. Y los niños que se acercaron para arrojar migas de pan a los cisnes exclamaron: - Hay uno nuevo. Y, tal como suelen hacer los niños en todas partes, corrieron a anunciarlo a todo el mundo. Y las viejas bajaron al estanque y se soltaron sus largas trenzas plateadas. Y los mozos recogieron en el cuenco de sus manos el agua verde del lago y se la arrojaron a las mozas, quienes se ruborizaron como pétalos. Los hombres dejaron de ordeñar simplemente para aspirar bocanadas de aire. Las mujeres abandonaron sus remiendos para reírse con sus compañeros. Y los viejos contaron historias sobre la longitud de las guerras y la brevedad de la vida. Y uno a uno, a causa de la vida, la pasión y el paso del tiempo, todos se alejaron danzando. Los viejos, los maridos y las esposas también se alejaron danzando...y nos dejaron solos...con la primavera...y allá abajo junto a la orilla del río otra mamá pata empezó a empollar los huevos de su nido. El patito se encuentra en un tris de perder la vida. Se ha sentido solitario, ha pasado frío, se ha congelado, lo han hostigado y perseguido, han disparado contra él, ha sido abandonado, no le han dado de comer, se ha quedado absolutamente desamparado, al borde de la vida y la muerte sin saber lo que iba a ocurrir a continuación. Y ahora viene la parte más importante del cuento: se acerca la primavera, se acelera la llegada de la nueva vida, es posible un nuevo giro, un nuevo intento. Lo más importante es resistir y perseverar, pues la vida salvaje promete lo siguiente: después del invierno, viene siempre la primavera. Resiste. Sigue resisitiendo. Haz tu trabajo. Encontrarás tu camino. Al final del cuento, los cisnes reconocen al patito como uno de los suyos antes de que él lo haga. Eso es muy típico en las personas exiliadas. Después de su duro peregrinaje, consiguen cruzar la frontera y entrar en su territorio doméstico, pero a menudo tardan algún tiempo en darse cuenta de que las miradas de la gente ya no son despectivas y con frecuencia son neutrales cuando no admirativas y aprobatorias. Cabría pensar que tendrían que sentirse desbordadamente felices. Pero no es así. Durante algún tiempo por lo menos, esas personas, se sienten terriblemente desconfiadas. ¿De veras me aprecia esta gente? ¿De veras me encuentro a salvo aquí? ¿Me perseguirán? ¿Podré dormir ahora de verdad con los dos ojos cerrados? ¿Está bien que me comporte como ...un cisne?. Al cabo de algún tiempo los recelos desaparecen y se inicia la siguiente fase del regreso a la propia persona. Los "patitos" son los niños que sufren de marginación y exclusión.
Napoeón.- !Dios mío!. !Ahora empiezo a comprender!. El mundo es un mundo simplemente de apariencias y la belleza que nosotros llamamos belleza sólo es la rutina, esa rutina que nos entontece y nos hace creer que somos los mejores. Yo he caído en esa trampa mortal. La vanidad. Creer que iba a poder con usted cuando usted, señor Diesel, es inmensamente superior a mí. Yo soy en realidad un tipo bastante feo, gordo, envejecido a pesar de mis sólo 51 años de edad y aquí está usted dándome toda una lección de la diferencia que existe entre sólo vivir y ese algo superior que tienen las personas más bellas de la Tierra que es la de existir. Nosotros, los que tanto graznamos palabras siempre repetidas porque las hemos escuchado a los demás, los que nos creemos verdaderamente guapos porque nunca nos hemos atrevido a mirarnos a nuestros propios espejos, los que sabemos, en el fondo, que hay personas más bellas y hermosas que nosotros pero escondemos la envidia a través del insulto, a través de querer dominarlos... aunque sabemos, pero ocultamos, que son tan libres que nunca podríamos arrebatarles ni un gramo de su libertad. Somos esclavos de las apariencias y envidiosos de los que tienen algo superior.
Diesel.- Veo que, por lo menos, ha recobrado un poco de claridad en su mente.
Napoleón.- ¿Qué grande pensamiento ha dicho usted antes?.
Diesel.- ¿Cuál ha sido ese pensamiento?.
Napoleón.- Que la Verdad es tan evidente que siempre se presenta bajo forma de una sorpresa.
Diesel.- ¿Comprende por qué mi Princesa es la más hermosa del mundo?.
Napoleón.- No la podré conocer, lastimosamente, pero con la imaginación sé que es verdad.
Diesel.- Por fin ha aprendido usted algo muy importante y real: que la Imaginación es en realidad una Verdad Absoluta.
Napoelón.- Y nosotros; los que nos creemos seres superiores porque andamos siempre hablando de la materia y del realismo olvidamos algo tan claro y evidente. No sólo la belleza interior de su Princesa es superior sino también la belleza exterior. ¿Ese es el mensaje del Milagro 16-18?.
Diesel.- Vuelvo a decir lo que me dice Jesucristo: "¡Tú lo has dicho!". Podríamos estar horas enteras opinando sobre los que son los Grandes Sueños de la Verdad Absoluta y los pequeños sueños de las gentes mezquinas... pero no es necesario... me basta con saberlo yo.
Napoleón.- Pues sepa que yo también lo sé. Estaré loco. Efectivamente he estado loco toda mi vida... pero he tenido ocasión de Coloquiar con el hombre más lúcido y lucido que jámás he conocido y que tiene como esposa a la Princesa más bella del mundo. ¿Adiviné?.
Diesel.- Acertó. No hay adivinanzas, señor Bonaparte. Las adivinanzas no existen. Los adivinos y las adivinas son solo falsas apariencias también. No saben ni lo que dicen ni lo que cuentan. Sólo las personas idiotizadas por ellos se lo creen. No adivinó usted... sino que acertó usted porque supo ver la Verdad Absoluta aunque sólo sea unos minutos antes de morir.
Napoleón.- ¿Y ahora?. ¿Ahora me contará esas dos verdades que me tiene prometidas?.
Diesel.- Ahora que ya sabe quien en realidad soy, sí... se las voy a contar... pero sé que le van a doler demasiado. Así es la vida. El dolor hace crecer la valentía en los hombres y el amor en las mujeres que aman a esa clase de hombres. Para contarle esas dos verdades que le van a doler dígame sus dos últimos pensamientos, para ver si son válidos o no ahora que ha recuperado, aunque sea momentáneamente, la claridad de la Imaginación hacia el futuro que Jesucristo puede convertir en la Verdad hacia el pasado... ¿me está comprendiendo?.
Napoleón.- Ya casi nada. Se me ha pasado la hora. Ya lo sé. Sólo me queda hacer lo que usted me pide a cambio de que me diga su verdad; no la verdad de los historiadores que tanto me aludaron cuando sabían que yo era feo de verdad porque tenía el alma fea. Ya casi no le entiendo otra vez. Así que démonos prisa.
Diesel.- Adelante entonces. Prometo ser lo más noble posible como lo he estado siendo estos cinco días.
VIGÉSIMA PRIMERA FRASE: "Podemos recuperar el terreno perdido. El tiempo perdido, no".
Diesel.- De verdad que lo siento por usted más de lo que cree usted mismo. Vuelve a repetir y es señal de que se hunde. Ya le di mi comentario a esa frase. Como no deseo hacer sufrir a nadie más allá de lo que la nobleza obliga pasemos al siguiente y último pensamiento.
Napoelón.- ¿Pero promete decirme sus dos verdades que me tiene prometidas?.
Diesel.- Para un cristiano verdadero y para una cristiana verdadera, un sí es un sí y un no es un no. Por eso a veces parecemos rebeldes. Y es que en el mundo en que vivimos tenemos que ser rebledes para poder salvarlo.
Napoleón.- ¿Salvar a un mundo que les insultan porque les tienen envidia?.
Diesel.- Sí.
VIGÉSIMA SEGUNDA FRASE: "Un gobierno nuevo tiene que deslumbrar y sorprender; cuando deja de brillar, cae".
Diesel.- Efectivamente. Estoy de acuerdo. No critico esta frase. Quizás haya merecido la pena haber tardado cinco días enteros para este final. Y ahora, siento decirle mi verdad sobre esos dos temas que tan orgulloso le han tenido toda su vida. Sé que se va a derrumbar. Sé que ya sólo será lo que Dios quiera que sea. Pero usted me lo pide por necesidad y yo tengo que decpirselas por obligación. Y recuerde que es sólo mi verdad y nada más que mi libre verdad. Me equivoque o no me equivoque sólo le diré mi verdad. La verdad que me dicta mi Espíritu de Dios.
Napoleón.- ¿Tiene usnted en su interior el Espíritu d eDios?.
Diesel.- En realidad se llama Espíritu Santo y lo tenemos mi Princesa y yo. También hay otras mujeres y hombres que lo tienen. No somos una excepción en ese sentido. No somos absolutistas como Fernando VII. Quizás seamos más parecidos a su hermano José y su hermana Paulina. ¿Me comprende?.
Napoleón.- Un sí es un sí y un no es un no. Sí. Le comprendo. Al fin le comprendo.
Diesel.- Entonces escuche dichas verdades. Usted, como el resto de los franceses van por el mundo alardeando de que tienen el mejor himno del mundo al cual llaman "La Narsellesa", el más hermoso de tocar, el más bello de escuhar, el que mejor letra contiene, el que mejores sonidos emite. ¡Está usted y todos los que lo creen totalmente equivocados!. Si le pregunta a un alemánm le dirá que es mentira, que el mejor es el Himno de Alemania. Si le pregunda a un italiano le dirá que es mentira, que el mejor Himno es el de Italia. Si le pregunta a un ecuatoriano le dirá que es mentira, que el mejor Himno es el de Ecuador... y si le pregunta a un español, le dirá también que es mentira, que el mejor Himno del mundo es el Himno de spaña. Y es que el mejor Himno, para cada ser humano, es el que conmueve a su corazón. Yo he visto a muchos burlarse, reirse, silbar y hasta tocarse laa partes impúdicas cuando ha sonado alguna vez el Himno de España. Y entre ellos ustedes los franceses. !Pobres ignorantes!. ¿Verdad que duele saber que el chauvinismo, al igual que cualquier ncionalismo exacerbado, es una pura necedad, una pura ignorancia y una pura envidia?.
Napoleón.- Un sí es un sí y un no es un no. Sí. Duele. Pero es verdad. Tiene usted toda la razón.
Deissel.- Entonces tengo que decirle lo que más le va a doler. Ya digo que es mi hipótesis basada sólo en mi verdad. La mayoría de los historiadores, tan falsos como siempre, le dirán que no... pero yo le afirmo que usted ha estado siendo envenenado estos últimos días y por eso está a punto de morir. Pero eso no es lo que le va a doler de verdad. ¿Me promete que tendrá el valor suficiente para aguantar el dolor?.
Napoleón.- Se lo prometo. Sé que stoy condenado a morir y no tengo más remedio que aceptarlo ahora. La única vez que he llegado a ser vedaderamente valiente ha sido aquí, en los íntimos Coloquios con usted.
Diesel.- ¿Usted cree que una infidelidad continuada es mejor que un fidelidad eterna?.
Napoleñón.- No sé que decir pero sé que he estado equivocado.
Diesel.- Pues entonces, ya que lo acepta, le tengo que decir que las dos personas que le han estado envenenando, una desde el "más allá" y otra desde el "más acá" estaban totalmente de acuerdo en el plan. Eran su amada María Walewska y su amada María Luisa. Usted tracionó a Josefina y no sólo eso, sino que también las tricionó a ellas. la que plenificó su envenamiento fue su bello amor María Walewska que le hizo prometer a su segund esposa, María Luisa que vengase todas las afrentas que hizo a tantas mujeres como a usted le dio la real gana forzar y traicionar a todo un pueblo polaco que confiaba en usted. Así que sea usted valiente y tomemos el último café juntos. El mío no continee sustancia alguna pero el suyo siempre ha estado envenenándole poco a poco... porque las mujeres ultrajadas son muy rencorosas, y yo no las juzgo por elllo, porque llevan su parte de razón. Por eso le afirmé que no sabía usted nada da las mujeres. Ahora espero que sea valiente y se tome el último café de su vida.
Napoleón.- Un sí es un sí y un no es un no. Será lo único de valor que habré hecho en mi vida pero le digo que sí.
Llamo al carcelero que es el que, siguiendo las órdenes de María Luisa de Habsburgo ha estado envenenando al gran ex-emperador de Europa Don Napoleón I Bonaparte. Napoleón se lo toma de un solo golpe. Yo sólo espero. Le ofrezco uno de mis humilde coburn. Lo acepta. Se lo fuma lentamente y lentamente cierra los ojos y cae al suelo. Yo le cubro con la manta de su camastro sólo por tener compasión de él; para que nadie pueda ver sus ojos de miedo, sus ojos da horror, sus ojos de desesperación ante la presencia de la Muerte. Después salgo al silencio de la noche y camino hacia la Redacción haciendo como que fumo mi siempre penúltimo cigarrillo porque jamás he fumado en mi existencia. Las estrellas señalan mi camino y la Luna lo alumbra.
Página 1 / 1
Foto del autor José Orero De Julián
Textos Publicados: 7132
Miembro desde: Jun 29, 2009
0 Comentarios 831 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

Entrevista y Coloquio periodístico más Novela histórica al mismo tiempo.

Palabras Clave: Periodismo Entrevista Coloquio Literatura Novela Histórica Ficción Realidad Cristianismo Verdad.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Personales



Comentarios (0)add comment
menos espacio | mas espacio

Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.

busy