Mirando un cuadro: Las Lanzas (Crtica de Arte)- Reportaje Cultural.
Publicado en Aug 13, 2010
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Me encuentro estudiando el cuadro de La Rendición de Breda (más conocido como el cuadro de Las Lanzas)de unos de los más geniales pintores que ha dado la Historia del Arte: el madrileño Diego de Velázquez. Antes de escribir mis propias visiones voy a exponer lo que Wikipedia dice de él.

"La rendición de Breda o Las lanzas es un óleo sobre lienzo, pintado entre 1634 y 1635 por Diego Rodríguez de Silva y Velázquez y que se conserva en el Museo del Prado de Madrid desde 1819. Para entender desde un punto de vista histórico esta obra de Velázquez hay que remontarse un poco a lo que estaba sucediendo desde finales del siglo XVI y principios del XVII. Los Países Bajos (liderados por su noble más importante, Guillermo de Orange) estaban inmersos en la guerra de los ochenta años o guerra de Flandes, en la que luchaban por independizarse de España. En 1590, con Mauricio de Nassau-Orange (cuarto hijo de Guillermo) como estatúder de las Provincias Unidas de los Países Bajos, la ciudad de Breda fue tomada por los holandeses. La tregua de los doce años mantuvo el país en calma entre 1609 y 1621. Cuando el rey de España Felipe IV subió al trono en 1621, la tregua expiró y la guerra comenzó de nuevo. La intención de Felipe IV era recuperar esa plaza tan importante desde la cual se podría maniobrar para otras conquistas. Felipe IV nombró como jefe supremo de la expedición a Breda al mejor estratega a su servicio conocido en aquella época, al aristócrata genovés Ambrosio de Spinola, que se puso al mando de 40.000 hombres más un buen número de generales españoles, como el marqués de Leganés y don Carlos Coloma, militares muy famosos. La ciudad de Breda estaba defendida por Justino de Nassau, de la casa de Orange. El cerco y sitio a la ciudad fue una lección de estrategia militar. Algunos generales de otras naciones acudieron allí en calidad de lo que hoy se entiende como «agregado militar», para conocer y observar la táctica del gran Spinola. Lo principal era impedir que hasta el sitio llegaran refuerzos de víveres y municiones. Para ello se realizaron una serie de acciones secundarias; una de las que más éxito tuvo fue el anegar los terrenos inmediatos e impedir así el paso a la posible ayuda. Las crónicas de la época cuentan que la defensa de Breda llegó a ser heroica, pero la guarnición tuvo que rendirse y levantar la bandera. Justino de Nassau capituló el día 5 de junio de 1629. Fue una capitulación honrosa que el ejército español reconoció como tal, admirando en su enemigo la valentía de los asediados. Por estas razones permitió que la guarnición saliera formada en orden militar, con sus banderas al frente. Los generales españoles dieron la orden de que los vencidos fueran rigurosamente respetados y tratados con dignidad. Las crónicas cuentan también el momento en que el general español Spinola esperaba fuera de las fortificaciones al general holandés Nassau. La entrevista fue un acto de cortesía, el enemigo fue tratado con caballerosidad, sin humillación. Este es el momento histórico que eligió Velázquez para pintar su cuadro. El cuadro se pintó (junto con otros doce) para la decoración del denominado Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro, una especie de villa suburbana erigida por orden de Felipe IV de España al estilo de las existentes en Roma. Este gran palacio, formado por diversos pabellones entre amplios jardines, se construyó anexo al monasterio de San Jerónimo el Real, cuya iglesia aún subsiste a espaldas del Museo del Prado. El actual Parque del Retiro es una parte de aquellos terrenos. El Salón de Reinos era la estancia más relevante del conjunto, pues era donde Felipe IV recibía a los embajadores y demás autoridades extranjeras. A fin de impresionarles con una imagen de poder bélico y económico, se decidió decorar este gran salón con imágenes de los principales éxitos militares de España, si bien casi todos estos hechos eran relativamente antiguos y realmente España empezaba a menguar como potencia mundial. Junto con los cuadros relativos a batallas, se colgó otra serie de pinturas, debidas a Francisco de Zurbarán, sobre los Trabajos de Hércules, personaje mítico que los reyes españoles consideraban antepasado suyo. Para la serie de doce batallas, se convocó a Velázquez y a otros artistas, como Vicente Carducho, Jusepe Leonardo, Juan Bautista Maíno y Antonio de Pereda. Los dos últimos fueron, junto con Velázquez, quienes realizaron los cuadros actualmente más valorados por los críticos. Exceptuando un cuadro que resultó destruido (uno de los dos que pintó Zurbarán), la serie se conserva en el Museo del Prado si bien no se exhibe junta.
Velázquez desarrolla el tema sin vanagloria ni sangre. Los dos protagonistas están en el centro de la escena y más parecen dialogar como amigos que como enemigos. Justino de Nassau aparece con las llaves de Breda en la mano y hace ademán de arrodillarse, lo cual es impedido por su contrincante que pone una mano sobre su hombro y le impide humillarse. En este sentido, es una ruptura con la tradicional representación del héroe militar, que solía representarse erguido sobre el derrotado, humillándolo. Igualmente se aleja del hieratismo que dominaban los cuadros de batallas. Velázquez representa con realismo al general Spínola, al que conocía personalmente, pues habían viajado juntos a Italia en 1629. Un realismo semejante, y caracterización individual se aprecia en los rostros de los soldados, que están tratados como retratos. Nassau se muestra con coleto (vestidura hecha de piel) y calzón de color pardo con adornos de oro, paloma de encaje (cuello grande y vuelto sobre la espalda) y sombrero chambergo negro en su muñón. Spinola lleva armadura pavonada con adornos de oro, valona de encaje, botas de piel y una banda de color carmín. En la mano izquierda enguantada lleva el sombrero también negro, más la bengala, símbolo de autoridad (un bastón de mando). Este cuadro fue destinado al Salón de Reinos del recinto del Buen Retiro de Madrid, destinado a narrar las batallas del monarca. Cuando se colocó allí, todavía Velázquez no lo había firmado aunque había dejado preparado un pequeño rincón abajo a la derecha del cuadro con una hoja en blanco, sin duda para poner allí la fecha y su firma. Nunca lo hizo, como ocurrió con otras tantas obras suyas".

Hasta aquí el contexto histórico y anecdótico que nos narra wikipedia en Internet. Ahora me toca el esfuerzo personal de hacer mi propia critica literario-artística que, por supuesto es subjetiva pero, a la vez, sincera. He aquí mi crítica.

LA CABALLEROSIDAD ESPAÑOLA.- A pesar de las muchísimas barbaridades e insultos que hemos recibido los españoles de numerosos historiadores y persoanjes históricos europeos (por ejemplo el famoso "demócrata", y lo escribo con comillas a conciencia, Winston Churchill) completamente envidiosos de nuestras numerosas hazañas a lo largo de la Historia Humana en todas las áreas y, de manera particular, en las Bellas Artes (entre ellas la Pintura), los españoles hemos demostrado una gran caballerodsidad ante los extranjeros en muchos momentos históricos que dichos envidiosos no quieren citar o intentan que no sean conocidas guardando silencio (por desgracia hay personajes españoles entre dichos envidiosos y ya aparece aquí, otra vez "El Padrino" y sus secuaces). Pues bien, este genial cuadro pintado por uno de los más grandes genios de la Pintira Universal, el madrileño Diego Velázquez, titulado "La Rendición de Breda" o "El Cuadro de las Lanzas" así lo demuestra.

Se ve ya, desde el primer momento que posamos nuestra vista en el centro geográfico del cuadro cómo el líder de los holandeses Justin de Nassau, completamente vencido, está entregando las llaves de la ciudad de Breda al general español Spínola, con signos de sometimiento... pero el general español (Ernst von Mansfeld Ambrosio Spínola para ser completamente exactos y para demostrar que era un personaje de la alta nobleza española) evita que el derrotado enemigo se ponga de rodillas impidiéndolo con su brazo derecho sujetando el hombro izquierdo de Justin de Nassau. Es una acción que muy pocos héroes (casi ninguno como es el caso de Napoleón Bonaparte) ha realizado. Pero los españoles somos así y no como dicen que somos quienes nos tienen envidia. Volvamos al cuadro.

El general español esta vestido con un traje de cota de color negro ajustado a su esbelto cuerpo (bastante mayor en altura que el de su rival) y tiene una ancha faja (señal de mando) de color rosado que va desde el hombro derecho hasta la cintura. ¿Saben por qué es de color rosado?. Porque los españoles solemos casi siempre (no todos por desgracia) luchar siempre en honor de nuestras damas (esposas o novias formales) y el color rosa es un color que les encanta a las mujeres. La gallardía del general español reside, precisamente, en este hecho humano de impedir que su rival (que ha resistido admirablemente el asedio hasta quedar definitivamente derrotado) se ponga de rodillas. !Jamás, cuando hemos conquistado algo, hemos humillado a nuestros rivales en ningún aspecto social de la vida (salvo excepciones como ocurre en todas las partes del mundo) sino que hemos sabido congeniar con los pueblos y las ciudades conquistadas!. (El ejemplo claro es Hispanoamérica, Norteáfrica y Filipinas por ejemplo; además de muchos lugares de Europa). Que lo reconozcan o no lo reconozcan el resto de europeos no nos importa saberlo. !Allá cada uno con su conciencia!.

Otra vez de nuevo visionando el cuadro se nota que el vencido lleva una ropa más desvencijada, amplia, ancha, de color marrón con una especie de babero grande blanco y unas botas anchas y muy llenas de filigranas, mientras que las botas del general español son simplemente rectas y sencillas, lo cual le hace más atractiva su espigada figura, a la vez que más sencilla. Cada uno de los dos rivales ha tenido el detalle de quitarse el sombrero y tenerlo asido con la mano izquierda pero mientras el holandés sólo tiene un sombrero, el general español Spínola lleva, además, agarrado una especie de cilindro donde, dentro, lleva sus acreditaciones diplomáticas. Es un noble caballero y lo acreditan sus títulos. Porque resulta que casi llegó a ser un Grande de España (sólo la envidia de algunos lo impidió).

Observemos ahora a las tropas de soldados de cada bando. Están todos ellos detrás de sus generales respectivos. El grupo de los españoles tienen el sombrero quitado excepto la última fila que es la correspondiente a los lanceros. Todos ellos tienen el sombrero puesto para representar la grandeza que acaban de realizar y si contamos las lanzas (que da nombre popular al cuadro) vemos que, entre las que se ven con total claridad y las que se encuentran algo escondidas, suman un número totoal de 30. ¿Qué ha querido simbolizar con ello el pintor Velázquez?: que sumando el dia 20 de julio en que comenzó el asedio y el 10 de octubre en se rindió la ciudad de Breda, obtenemos un número que es el 30. !Exacto!. Por eso Velázquez pintó 30 lanzas.

Los holandeses, sin embargo, no llevan lanzas tan largas y sencillas como las españolas sino bastante más cortas, todas ellas con una banderita de color naranja y que alguna de ellas llevan hasta una pequeñas hachuelas. No son lanzas sino picas exactamente. ¿Cuántas ha pintado Velázquez?. Exactamente 5. ¿Significa algo este número 5?. Pues sí. Simbolizan dos cosas: la primera que 5 es el último número del año en que se produjo la Rendición de Breda (1625) y en segundo luggar, más sorpendente todavía, que entre las obras literarias y artísticas que se han hecho sobre este acontecimiento destacan las 5 siguientes: "El sitio de Breda" (comedia del genial escritor español y noble madrileño Don Pedro Calderón de la Barca), "El sol de Breda" (novela histórica de ficción del excelente escritor español Don Manuel Pérez- Reverte, un especialista en novelas históricas), "La rendición de Breda" (que es el cuadro del genial y universal pintor español y madrileño Don Diego Rodríguez de Silva y Velázquez que es el que estoy analizando y cuyos apellidos demuestran que formó parte de la nobleza española), "Toma de Breda" (uno de los mejores cuadros pintados por el flamenco Pieter Snayers, nacido en Amberes y muerto en Bruselas)y "El sitio de Breda" (colección de seis grabados del artista francés Jacques Callot, de la ciudad de Nancy).

Cuando se quiere analizar un cuadro con total profundidad hay que pasar muchos minutos o incluso hasta una hora si es necesario, para poder descubrir detalles que los simples turistas, porque los ven veloces y sin detenerse a pensar, no saben ver, apreciar o distinguir. Uno de esos ejemplos es que observando atentamente existen otro alto número de lanzas de color blanco que sirven de fondo a las dos figuras centrales. Las de la derecha (las españolas) están erguidas y están acompañadas de una bandera blanca que simboliza que no querían los españoles la guerra sino la paz. Las de la izquierda (las holandesas) están inclinadas como señal de derrota y de homenaje a las vencedoras y se acompañan de la bandera de la Casa de los Nassau. Estos detalles son los que separan a un verdadero crítico de arte de un simple crítico nada más.

Pero volvamos al grupo central del cuadro. En ambos bandos dos caballos fuertes y macizos, con buenas musculaturas, separan a los líderes de sus tropas como señalando que lo importante, en este cuadro, es lo que están haciendo ambos líderes. Pues bien, en el grupo de la derecha (los españoles) hay algo muy curioso: que fuera de esos límites que simboliza el caballo hay un personaje con sombrero, que permanece semitapado pero pintado con mucha mayor nitidez que el grupo de los soldados y que es, a mi juicio, después de haber pensado algún tiempo sobre ello, un autorretrato del mismísimo pintor Velázquez y que en el grupo de los soldados españoles destaca una gran bandera ajedrezada con cuadros verdes y blancos que es la bandera de la Casa de los Spínola o por lo menos eso es lo que opino yo; pues es necesario saber que lo mismo que existió la Casa de los Nassau (muy conocida por los buenos historiadores) existió la Casa de los Spínola (sólo conocida por los excelentes historiadores). ¿Es cierto o no es cierto esta existencia de la Casa de los Spínola o Familia de los Spínola?. Estoy seguro de que es cierto.

Investigando fácilmente en Internet se demuestra que es totalmente cierto lo que yo intuía. !Existió la Casa de los Spínola!. Para quienes no se lo crean aquí va esta citada investigación (y observen la Grandeza que llegó a tener): La Familia Spínola es una de las familias de la Nobleza Vieja que dominaron la historia del Estado de Génova, Italia, durante el gran periodo de la Ciudad - Estado, desde los siglos 10 al 18 inclusive (9 siglos). Los Spínola descienden de IDO, el Vizconde Germano que fundó la Familia Vizcondal Genovesa, y que gobernó Génova en el siglo 10 a partir del año 951 en el que vino de GERMANIA y conquistó ITALIA junto a su primo OTÓN I, y que quedó allí como el representante de su señor natural, el Emperador del Sacro Imperio Romano - Germánico. Su bisnieto Güido alias Güidone fue el fundador de la familia, y un valiente luchador de la Primera Cruzada, de la que vino con el sobrenombre o mote de SPÍNOLA, porque trajo con él de Tierra Santa una espina ("spínula" en Latín) de la Corona de Jesucristo. Esto es por lo que en el escudo familiar hay una espina. Güido, al crear a su vuelta el Consulado Soberano de Génova, adoptó el nombre de SPÍNOLA como apellido. Güido, que ya era el Vizconde, se volvió una gran celebridad en Génova, donde fue elegido "Cónsul" Soberano de la Ciudad desde 1102 hasta 1122. La mayoría de sus descendientes han sido personas famosas y poderosas, que en muchas ocasiones hicieron la historia de Génova, e Italia. Génova fue un Estado Independiente y Soberano desde 1102 hasta 1815.
Los Spínola dieron 14 Cónsules Soberanos a la aristocrática Comuna Consular de los siglos 12 y 13. En 1190 su descendiente, Güido, comandó una flota Genovesa en la Tercera Cruzada, siendo después elegido repetidamente Cónsul Soberano. Posteriormente fue Embajador en varias embajadas. Giovanni Spínola fue un hombre político muy brillante, y en 1227 fue elegido "Podestà" Soberano de Savona, como muchos Spínola lo fueron desde entonces (29), y empezando desde su hijo Giácomo en 1258 e Ingo en 1275. Porchetto Spínola, hijo de Ingo, fue Arzobispo de Génova.
De los Antepasados, más que los Religiosos (nosotros contamos 20 Cardenales y 4 Santos), fueron los Soberanos, los Generales, los Almirantes, y los Embajadores, los que le dieron fama y prestigio a la familia Spínola. Uno de ellos fue el famoso Oberto, Cónsul Soberano, y Embajador ante el Emperador Federico I en los años 1158, 1162 y 1166. Hay otro Oberto que también fue Cónsul Soberano, y Embajador ante Venecia en 1212; Guglielmo, Señor de Savignone, que en 1242 lideró el Partido de los Gibelinos de Génova; el famoso Oberto que llevó a su familia a la cima de la gloria, y que cambió el Gobierno del Estado: en 1265 obligó al Podestà y a todo el Partido de los Güelfos a dejar el Gobierno, y nombró a Güido Spínola y a Niccolò Doria, como "Capitanes del Pueblo". La alianza entre las Familias de los Spínola y la de los Doria para el Gobierno de Génova duró durante muchos siglos, pero es demasiado largo para relatar todos los hechos que ocurrieron durante todos esos años. Durante la primera mitad del siglo 13, en una predominantemente Güelfa (pro-Papa) Génova, los Spínola encabezaron a los Gibelinos, el partido que apoyó al Emperador del Sacro Imperio Romano - Germánico, Federico II, en los forcejeos partidistas de aquélla época. Niccolò Spínola (murió en 1240) fue Gran Almirante de la flota de Federico. En 1270 Oberto Spínola y Oberto Doria instituyeron el segundo de una serie de Gobiernos encabezados por miembros de sus dos familias cuando tomaron el poder como Capitanes Soberanos del Pueblo. Otro Spínola que gobernó juntamente con un Doria como Capitanes del Pueblo fue Corrado hijo de Oberto Spínola; Opizzino Spínola, fue Capitán del Pueblo durante la invasión de Italia del Emperador Enrique VII; y después, Galeotto Spínola fue Capitán del Pueblo en 1335. El Gobierno de las dos poderosas familias acabó en una revuelta popular y en la instauración del primer "Dux" Soberano de Génova en 1339. Estos Capitanes llevaron a Génova a lo más alto de su gloria. Los Spínola dieron 15 Capitanes Soberanos del Pueblo. En periodos más tarde, bajo las breves dominaciones de Génova por los Visconti y Sforza de Milán, y por Luis XII de Francia, los Spínola se distinguieron como militares, prelados, embajadores, banqueros y hombres literarios. Además, con frecuencia les llamaban para que fueran Podestá ó Capitanes de otros Estados. Notable entre los militares de la Familia fue Ambrosio Spínola, General al servicio de España (1569 - 1630) que fue inmortalizado por Velázquez en "La Rendición de Breda" ó cuadro de "Las Lanzas".

Luego Ambrosio Spínola era español.

Pero hay más:"Cuando con las reformas constitucionales de Andrea Doria se reinstauró el Dogato (El Dux era Duque Soberano de Génova y Rey de Córcega), Juan Bautista Spínola fue Dux Soberano de Génova en 1531, y posteriormente lo fueron Luca (1551), Simone (1567), Tommaso (1613), Andrea (1629), Alessandro (1654), Agostino (1679), Luca (1687), Doménico (1732), Nicoló (1740), y Fernando (1773). Agostino y Francesco fueron Regentes en 1800. Antonio Spínola fue Presidente de Portugal en 1974. Durante siglos, los Miembros de la Familia pertenecieron a las Órdenes Militares de más prestigio: los Caballeros del Toisón de Oro, Caballeros de Santiago, de Calatrava, de la Espuela de Oro, de la Orden de la Santísima Anunciación y Caballeros de la Soberana Orden de Malta. Y también durante siglos, los Spínola, además de emitir la moneda del Estado de Génova, emitieron moneda propia desde sus Territorios fuera del Estado, de las cuales han llegado hasta nuestros días más de 90 monedas diferentes.
La Familia SPÍNOLA ha dado 4 SANTOS a la Iglesia Católica, 21 CARDENALES (PRÍNCIPES DE LA IGLESIA), y 106 PRÍNCIPES SOBERANOS".

Después de estos largos párrafos sobre la Casa de los Spínola sigamos mirando el cuadro. Vamos a observar, ahora, el cuadro desde la línea que forma el eje central de la composición del mismo hacia arriba. Vemos un espacio libre (símbolo de espacio sin frontera alguna) pintado con colores blancos y verdosos-azulados en cuyo centro, si nos figamos muy bien, se descubre la Cruz de Jesucristo (más azulada que el resto). Una rama de árbol verde (esperanza) surge de las tropas vencidas y sirve de puente de unión entre los humanos y Jesucristo (los cristianos sabemos que eso es necesario para saber que Jesucristo es el único ser vivo que puede servir de puente entre los humanos y Dios). Ese puente, que Velázquez lo pinta a través de las hojas de dicho árbol, simboliza (por salir del grupo de los vencidos) que Jesucristo está siempre de parte de aquellos seres humanos que han sufrido derrotas en esta Tierra. Y ya superado dicho círculo (que parece una especie de laguna porque Jesucristo es agua viva) nos encontramos con un horizonte celeste y blanco todo lleno de nubes claras y no oscuras. Porque Velázquez es "El Pintor de la Luz" y no usa colores oscuros como por ejemplo Doménikus Theotokópulos "El Greco" (que era un español de Candia aunque tuviese orígenes griegos). En ese horizonte, si agudizamos mucho la vista, aparce una especie de paloma pintada de forma muy liviana. Es el símbolo del Espíritu Santo. Luego Velázquez no sólo era un simple creyente sino un verdadero cristiano. Por eso es impresionante el brillante colorido y la luz pictórica intensa que alumbra a todo el cuadro. ¿Le inspiró el Espíritu Santo a Diego Velázquez para pintar "El Cuadro de Las Lanzas". Yo opino que sí. Y que le inspiró porque Jesucristo, cuando fue cricificado y antes de resucitar, fue lanzeado en su corazón por un soldado romano. Es por eso por lo que "La Rendición de Breda" es mucho más conocido popularmente como "El Cuadro de Las Lanzas".

Para no alargarme más de la cuenta, y sabiendo que se podría hablar muchas más cosas sobre este cuadro, que es uno de los más importantes de la Historia de la Pintura Universal, vuelvo al punto de origen, el centro del cuadro con los dos pesonajes principales pero observando un particular detalle del mismo: la llave de la ciudad de Breda. Aprovecho un breve inciso para contar la historia de Breda antes de ese análisis de la entrega de su llave.

Breda es una ciudad holandesa, localizada en el Brabante Septentrional (provincia de los Países Bajos). Tiene 168.398 habitantes a 1 de junio del 2005. Confluyen los ríos Mark y Aa. Breda fue un feudo de la Casa de Brabante desde el siglo XII hasta el año 1404, año en que pasó a manos de la Casa de Nassau. Fue conquistada por los españoles en el año 1581, en tiempos del reinado de Felipe II, y en 1590 fue reconquistada por los holandeses. Éstos mantuvieron el control sobre la ciudad hasta 1625, cuando las fuerzas españolas obtuvieron su capitulación. Este evento fue recogido por Velázquez en su pintura sobre tela La rendición de Breda. Los holandeses la recuperaron el 1637. Breda es el lugar de nacimiento del 8 veces campeón de Muay Thai Ramón Dekkers. Ramón Dekkers "El Diamante" y "Turbina del infierno" nació en Breda, Holanda, el 4 de septiembre de 1969. Fue campeón del mundo 8 veces y luchó en más de 200 combates. Con tan sólo 12 años comenzó a entrenar Muay Thai en el gimnasio de Hemmers en Breda. Hemmers, entrenador y padrastro de Ramón, vio rápido sus cualidades y a los pocos meses lo sacó a combatir, y en su primera pelea venció por KO. También es el lugar de nacimiento de DJ Tiësto, cuyo nombre real es Tijs Verwest. Es un DJ de música dance/trance y un productor de renombre mundial. Actualmente es considerado el mejor DJ del mundo por TheDjlist, según las votaciones de 2008, así como el segundo mejor DJ del mundo según las votaciones realizadas en el mismo año por DJmag, la cual le concedió el primer lugar en los años 2002, 2003 y 2004. Destaca su equipo de fútbol, el NAC Breda, que participa en la Primera división de los Países Bajos.

La llave de entrada a la ciudad de Breda es entregada por Justin de Nassau (la Justicia obliga a hacerlo así al señor Justin y no es un simple juego de palabras) asida por la parte inferior, la que sirve para introducirse en la herradura de la puerta y con la parte superior, la cabeza, apuntando al pecho del general vencedor, el noble Spínola como indicando que se la ofrece también en honor de la dama (la esposa) a la que ama dicho general. Y es que es así, de esta manera, cómo se deben entregar los objetos que terminan en punta si es que tenemos suficiente cultura y educación como para saberlo. Además, dicha llave tiene un cordón que sirve para ser colgada del cuello sobre el pecho. Como ya creo que es suficiente, no sigo detallando más lo que observo en el cuadro. Sólo me resta decir algo sobre Ambrosio Spínola.

Don Ambrosio Spínola (Ambrosio Spínola Doria o Ambrogio Spinola Doria (Génova, 1569 - Castelnuovo Scrivia, 25 de septiembre de 1630), fue un general español de origen genovés, I marqués de los Balbases, Capitán General de Flandes y comandante del ejército español durante la Guerra de los Ochenta Años. Es famoso por la toma de la ciudad holandesa de Breda y recordado como uno de los últimos grandes líderes militares de la Edad de Oro española. Ambrosio Spínola descendía de una familia noble y rica de Génova. Era hijo mayor de Filipo Spinola, marqués de Sesto y Benafro, y de su mujer Policena Cossino, hija del príncipe de Palermo. En el siglo XVI, la República de Génova era un estado prácticamente en situación de protectorado bajo el poder del Imperio español. Los genoveses eran los banqueros de la monarquía y tenían el control casi total de sus finanzas. Varios de los hermanos más jóvenes de Ambrosio Spínola buscaron fortuna en España, y uno de ellos, Federico, se distinguió como soldado en Flandes. El hermano mayor permaneció en Italia y se casó en 1592 con Joanna Bacciadona, hija del conde de Galeratta. Las casas de Spínola y Doria rivalizaban por ejercer el poder en la república. Ambrosio Spínola continuó esta rivalidad con el conde de Tursi, entonces jefe de los Doria. Tras un fracaso en un enfrentamiento judicial con los Doria, decidió retirarse de la ciudad y mejorar la fortuna de su casa sirviendo a la monarquía española en Flandes. En 1602 él y su hermano Federico entraron en tratos con el gobierno español - una "condotta" al viejo modelo italiano. Se trató de una aventura en la que Spinola arriesgó la totalidad de la gran fortuna de su familia. Se encargó de enrolar mil hombres para operaciones militares terrestres, y Federico se ocupó de formar una escuadra de galeras para operaciones en la costa. En ella, varias de la galeras de Federico fueron destruidas por los barcos de guerra ingleses en su camino a través del canal de la Mancha. El propio Federico resultó muerto en acción con los holandeses el 24 de mayo de 1603. Ambrosio Spínola recorrió con su ejército una larga distancia hasta llegar a Flandes en 1602 con los hombres que había reclutado de su propio bolsillo. Durante los primeros meses de su estancia en Flandes, el gobierno español barajó la posibilidad de emplearlo en una invasión de Inglaterra, proyecto que no llegó a concretarse. A finales del año regresó a Italia para conseguir más hombres. Su experiencia real como soldado no comenzó hasta que, como general, a la edad de 34 años, se encargó de continuar el sitio de Ostende en septiembre de 1603. Las ruinas de la plaza cayeron en sus manos en septiembre de 1604. El archiduque Alberto y la infanta Clara Eugenia, hija de Felipe II, gobernadores de Flandes y que habían deseado profundamente la posesión de Ostende, se sintieron muy complacidos con este éxito, valiéndole además una alta reputación entre los soldados de la época. Al cierre de la campaña regresó a España para organizar con la corte, que entonces estaba en Valladolid, la continuación de la guerra. En Valladolid insistió en servir en calidad de Comandante en jefe en Flandes. En abril estaba de nuevo en Bruselas, y tomó parte en su primera campaña. Las guerras de los Países Bajos consistían principalmente en asedios, y Spínola se hizo famoso por el número de plazas que tomó, a pesar de los esfuerzos de Mauricio de Nassau de socorrerlas. En 1606 regresó a España, siendo recibido con grandes honores. Se le confió una misión secreta consistente en asegurar la gobernación de Flandes en caso de muerte del archiduque o su mujer, pero no pudo obtener el grado de "Grande" que deseaba, y se vio obligado a entregar en garantía la totalidad de su fortuna para avalar los gastos de la guerra antes de que los banqueros adelantasen fondos a la corona española. Ya que nunca se le restituyó ese dinero, quedó completamente arruinado. El gobierno español comenzó entonces a recurrir a excusas para mantenerlo lejos de España. Hasta la firma de la tregua de los 12 años en 1609 siguió con el mando en el campo generalmente con éxito. Después de la firma de la misma continuó en su destino, y se le encargó, entre otras tareas, conducir las negociaciones con Francia cuando el Príncipe de Condé huyó a Flandes con su mujer para ponerla fuera del alcance de la admiración senil de Enrique IV de Francia".

!Qué cosas tiene la Historia y cuánta relación existen entre todas las Bellas Artes!.
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