También he vistos esos fantasmas...
que ya no le quedan ni hilachas...por suerte...

Aunque la vida siempre nos trae sorpresas...
saludos!

Verano, mi gran amigo.
Gracias por entender.
Un cálido abrazo...
María Ester.

Querida María Ester: Logras unos poemas sumamente valiosos cuando uno menos lo piensa. Felicitaciones. Un abrazo de Verano.

Jorge...siempre queda algo nuestro en ese pasado, que como bien dices, conviene enterrar. Nunca sabremos que hay detràs de ese rostro, ni ellos del nuestro, lo que sì sabemos, que cada uno ensayarà su mejor sonrisa... como alegre màscara del dolor o de indiferencia.
Gracias, amigo.
Un gran abrazo...Maritè.

Marite, concuerdo en el rescate del texto con esos encuentros que me ha tocado vivenciar, es tan especial ese momento de verse con alguien con quien estuvimos tal vez unidos por una pasion extrema, con quien gozamos, con quien proyectamos o tuvimos hijos y hoy estan tan lejos que apenas nos concedemos ese frio saludo, tal vez suficiente para saber que ahi dejamos algo nuestro, un recuerdo que conviene enterrar.
Muy bueno
Jorge