Las Lagrimas del Puma
 
El puma va irrumpiendo en la mañana de cauquenes,
Lleva cuervos en su vientre,
Lleva bestias que siembran el dolor,
Se escuchan golpes, se oyen gritos, más llantos de dolor.
 
El silencio de la tarde, las balas va rompiendo,
Van quemando, los rostros con dolor,
Destrozando la esperanza, más regando
Con la sangre verdes campo que comparten su dolor.
 
Otra tarde allá en la plaza se oyen gritos,
Fusilados asesinos que atacan a soldados,
Pues con sus atadas manos los golpearon,
Con sus atados pies corrieron velozmente,
Disparadles no una bala, sino tres
No en sus cuerpos, no en su sien
Miradles a la cara y mostradles el poder.
 
En la noche cuatro tumbas van quedando,
Ni una vela, ni una flor, ni una lágrima,
Sólo lobos a sus presas enterrando,
Bajo el cielo que solloza y se pregunta
¿Quiénes son?.
 
En el silencio de la noche escucho gritos,
Hijo, padre, esposo ¿Dónde estas?
Donde llevo las flores que he cortado
Donde enciendo las velas que he comprado
¿Dónde tu cuerpo está enterrado?
¿Que tumba abrazo si son miles?
 
En las calles veo tu recuerdo,
Y las hojas de los árboles me cuentan
De tus sueños de tus juegos y paseos por el campo
Preguntando por la blanca flor que estas cortando.
 
Ahora hijo, sólo tengo tu recuerdo,
Y tu sangre derramada por los campos,
Escucho el llanto de tus amigos
Que en tu rostro dispararon,
Implorando mi perdón.