Conversación con ángel
 
 
-Y si grito en silencio, ¿Cómo es que escuchas mi lamento? – Le pregunte sin temores, se dirigió hacia el gran ventanal que había en mi habitación y comenzó a observar desde allí la ciudad, sus ojos parecían perderse entre las luces de repente su mirada se fijo en aquella enorme luna, sonrió dio media vuelta y mirándome con ese brillo especial que tenían sus ojos contesto:
-Son tus ojos los que gritan tu lamento, no importa cuánto calles ellos aunque no quieras exclaman cada pena, aunque no quieras delatan tus lamentos, ellos gritan sin temores es imposible no oírlos cuando los miro.
Y me quede en silencio, sin decir palabra alguna, estaba sentada sobre un rincón de mi cama. Miraba a este espectro, este fantasma, esta ilusión que de la nada apareció en mi habitación. La situación era tan extraña, todo parecía tan raro pero no tenía miedo, no el no me asustaba lejos de eso su presencia me calmaba, escuchar su voz tenue era como oír una bella melodía que traía paz a mi alma. Empezó a dar vueltas por mi habitación mirando y tocando todo como si fuera un niño pequeño, extrañado y completamente sorprendido, luego tan solo se me acerco y se sentó a mi lado y sin dudarlo pregunte:
-¿Por qué estás aquí?
-porque tú me lo pediste, una y otra vez te he escuchado decir mi nombre, una y otra vez me has pedido que demuestre que estoy aquí. Lo he intentado de mil formas diferentes aunque no lo percibiste, lo he intentado de mil maneras aunque no lo has notado y luego de tu última pregunta decidí que este era el momento indicado.
A lo cual enseguida pregunte: - ¿has escuchado mis preguntas?
-Todas y cada una de ellas y sabes que he respondido todo en cuanto he podido pero aun no consigo comprender: Porqué si escuchaste mis respuestas, porque si has creído tan ciegamente en mí inclusive aun sin notar mis señales te has empeñado tanto en tenerme aunque sea un momento así. ¿Por qué necesitas ver, si me has hablado, escuchado, me has sentido y todo el tiempo has creído porque aun así te empeñas en verme?
- Quizás convencida por algunos en que es mejor ver para creer, tal vez por temor a que fueras un delirio, una ilusión, una fantasía que invente para tapar esos momentos.
- Pues si esas eran tus duda estoy aquí y soy tan real como lo creíste durante todos estos años. He estado contigo cada momento y no me he apartado ni en un instante, he vivido contigo cada situación y sentido cada sentimiento, cada emoción, disfrute tus alegrías y sufrí cada una de tus penas. ¿Por qué te has hecho esa pregunta durante tanto tiempo?, ¿por qué ahora me pides ahora a mí una respuesta?
-Quizás porque a veces solo necesito encontrar el sentido y mis palabras ya no eran suficientes necesitaba la vos de alguien que supiera más.
-¿Qué te hace pensar que puedo responderla? ¿Qué te hace pensar que se mas?
-Es solo que creí que como estas en otro plano deberías tener la respuesta.
-El plano en el que estoy es junto a ti no existe nada mas en mi existencia, no tengo respuesta alguna a esa pregunta. Sin embargo déjame decirte que has cometido un absurdo cuestionando una y otra vez preguntas sin respuestas, no existe quien te conteste y aun así aunque no sea una respuesta me atrevo a decir te que si estás aquí es por ti y para ti. Deja de preguntar y empieza a notar las señales ellas están en todas partes, hay cosas que aun no has visto, cosas que no has aprendido, tienes un largo camino que recorrer pero si sigues empeñada en encontrar esa respuesta te atascas en un sitio sin salida. Deberías tratar de dejar de cuestionar tanto y darle tu un sentido a tu vida, vivir cada día como si fuera único, encontrar aquello que te hace grande. Busca en los detalles, en lo simple, en lo pequeño, ahí encontraras más de lo que podrías imaginar. Tal vez ya dije demasiado y ha llegado el momento en que vuelva a ocultarme pero no olvides que estoy ahí, que siempre voy junto a ti.
Así como apareció en un segundo desapareció pero aun sentía su calma, aun podía sentir su paz. Me recosté en la cama, ya era muy tarde y mis ojos se cerraban.
Y mi ángel susurro en mi oído mientras en sueños caía:
-Niña no llores por un pasado lleno de heridas llora por un presente repleto de alegrías.
Entre murmuros aun dormida respondí:
-Lloro porque no me falte tu luz que me guía ni que de mí se aparte el refugio de tus alas que me dan vida.
Sorprendido enmudeció, no imagino que todavía escuchara su voz
y luego de un rato contesto:
-¿A quién guiaría mi luz si no la siguieras, de que servirían mis alas si en vez de buscar refugio las apartaras?
-Es que si no estuvieras hace tiempo me hubiera ahogado en la pena
y no habría más que una triste condena.
Otra vez silencio y replico:
-¿Condena, pena? es lo que siente este ángel al ver como se desgarra otro ángel en la tierra.
-No me desgarro ni soy ángel, fue solo un momento para el descargo
soy tan solo alguien que aun cree y tiene fe porque sabe que siempre lleva a su lado un ángel que procura mi resguardo.
 
 
 
Niña no llores por un pasado lleno de heridas, llora por un presente lleno de alegrías.
Una y otra vez se repetía esa frase en mis sueños, como si una y otra vez mi ángel la susurrara en mi oído pero al despertar nada parecía haber sido real fue solo un sueño que con la mañana anuncio mi despertar.
Sin siquiera cambiarme me asome hacia aquel ventanal justo en el mismo lugar en el que el se poso en mis sueños y observe aquella hermosa vista durante un rato hasta que un escalofrió recorrió mi cuerpo, cerré las cortinas, me cambie y tan solo volví a la realidad de la que a la noche siguiente volvería a olvidar.
Y mi ángel se vistió de blanco, sus ojos se volvieron café, su pelo castaño y largo hasta el cuello, su sonrisa tibia como una brisa de verano. Llevaba un vestido largo hasta sus tobillos, unos bellos zapatitos blancos y una cinta blanca recogiendo sus cabellos y con una tierna voz llena de dulzura me hablo:
 -Porque llora una niña si no es por heridas, pero no huyas, ni temas son solo heridas ligeras muy pocas llegan a ser grandes penas. Y si tienes una pena no la escondas en tu pecho hazla liviana gritándola al viento.
No sufras por lo que haya pasado, no temas por lo que pueda ocurrir, no te atasques pero tampoco corras como queriendo huir. Disfruta cada instante, relájate y vive cada momento sin cuestionar, es único y no volverá.
Y otra vez volví a sorprenderlo o quizás sorprenderla pues sin pensarlo replique:
 -No es la misma voz ni es la misma imagen pero aun puedo oír parecidas palabras, ¿De que se trata esto?, ¿Quién eres?, ¿Qué buscas en mis sueños?- Y entonces tan solo me respondió:
 -Es graciosa tu pregunta pues te hablo de no cuestionar y cuestionas mi nombre, buscas un status, quieres saber que hago en tus sueños, tan solo cuestionas y cuestionas y no te detienes a escuchar. Ahora solo intenta no replicar esta ves acepto decir aquello que tanto te interesa oír…Soy solo Luz en tu camino.
 - Luz, el brillo en tu ser me lo hizo imaginar, eres bella y resplandeciente, derramas ternura, cariño, tranquilidad, paz, te ves tan frágil y a la ves te siento tan fuerte. He hablado contigo una vez ¿Por qué repites lo que ya escuche?
 -Ha pasado tiempo y parece que olvidas lo de aquella vez pues tu camino ha sido el errante y es tiempo de volver.
Y luego de esas palabras ambas nos quedamos en silencio, yo no tenia mas preguntas, ni palabras y ella no tardo en desvanecerse pero su rostro se quedo grabado en mi mente.
   
 
Habían pasado años desde la primera vez que la vi, es mas no la recordaba hasta aquella noche que se me presento de vuelta. Si no recuerdo mal creo que tenía 16 años en ese momento.
A mi padre jamás lo conocí, el dejo a mi madre al enterarse que ella estaba embarazada y ella falleció cuando yo tenia 8 años en un accidente de transito. En ese momento la hermana de mi madre me llevo a vivir con ella. Era una mujer bastante estricta sin embargo mi tío…Dejaba mucho que desear, era vago, borracho, recuerdo que se escapaba por las noches y volvía justo antes de que mi tía despertara.
Ellos habían tenido una hija que era tres años mayor que yo pero para mi desgracia ella estaba en el mismo auto que mi madre el día que falleció.
Todavía puedo escuchar a mi tía gritándome si por error se me caía un vaso de las manos "Eres una irresponsable, no puedes hacer nada, eres igual a tu madre, deberías tener mas cuidado con lo que haces o terminaras como ella y no solo te lastimaras a ti si no a otras personas tal y como lo hizo ella, si no fuera por ella mi hija estaría aquí y no tu"... Si, mi madre era la gran culpable de todo y se encargaba de recordármelo siempre, decía que me miraba y no podía evitar recordarla y pensar en su hija. Al parecer ese día fue el que desmorono toda la familia pues mi tío había empezado a tomar y descarrilarse cuando eso sucedió. A veces me llamaba por su nombre, me traía regalos el día de su cumpleaños y si mi tía lo llegaba a escuchar a lo veía confundiéndome con ella terminaban discutiendo arduamente hasta que ella lo echaba y el se iba para volver a la mañana siguiente.
Ninguno de los dos había podido aceptar la muerte de su hija, no imagino como se deberían haber sentido, debe ser lo mas duro en la vida perder un hijo pero tampoco puedo evitar reclamar que se olvidaban continuamente que ese mismo día yo perdí a mi madre y mi única familia de verdad.
A veces parecería que estamos tan inmersos en nuestras propias penas, en nuestro propio sufrimiento que nos olvidamos de los demás y actuamos de maneras tan injustas, egoístas y lastimamos sin siquiera intentarlo.
Pero esto no es más que el principio de la historia y todavía queda lo más  importante. A todo esto ahora que lo pienso estoy aquí contándoles todo esto y aun ni siquiera les he dicho como me llamo, Creo que ya es tiempo de que me presente, mi nombre es Amaia Quinteros.
 
 
Y fue una noche de verano en la que hizo un intenso calor cuando me sorprendí al sentir su presencia estando completamente despierta, parada junto aquel ventanal tomando aire. Ya hacia tiempo que lo había conocido por lo menos a esa figura de hombre con la que solía presentarse. Alto, flaco, de ojos color miel y cabellos cortos de color castaño.
Lo sentí justo detrás de mí como observándome, muchas veces había sentido su presencia antes pero no de una manera tan fuerte, no me di vuelta porque admito sentí algo de miedo pero no temí en decir:
-¡Ya no entiendo nada!... ¿Como pude conocerte sin siquiera conocerte?, ¿Por qué esa imagen si ni siquiera sabia de su presencia?, ¿Realmente de que se trata esto?, ¿Y la otra también existe?, ¿Es tan real como esta?
-Aun no, pero podría llegar a serlo porque esta en tus recuerdos.
-Recuerdos, ¿Que recuerdos se supone que son esos no lo conocía hasta hace poco tiempo como puedo recordar a alguien que nunca vi?
-Hay muchos recuerdos que no recordaras y sin embargo están ahí, solo nosotros podemos verlos. No soy yo a quien conociste  es solo una imagen de tus recuerdos que tome prestada, necesitaba una imagen que te genere confianza, tranquilidad, con la que puedas sentirte bien y no temer, lo que sientes ante esta imagen es tan fuerte que me pareció seria la mejor.  
- Y si esa no es tu imagen real ¿cual lo es?, ¿es la de ella también?
- Ella también es un recuerdo te lo dije ya. Nosotros no tenemos imagen ante sus ojos por eso cuando es preciso usamos las de sus recuerdos.
- Pero aun no comprendo ¿que recuerdos son esos?
- Su memoria tiene límites que ustedes y su ciencia jamás comprenderán. Hay recuerdos a los que solo llegan en el momento preciso y luego olvidan. Hay recuerdos que sobrepasan los recuerdos y son de allí de donde tomamos las imágenes.
- Si eres solo una imagen, ¿Qué hay del real?, ¿Por qué tenia que ser así?
-No soy solo una imagen, soy tan real como el aunque lo sigas dudando, mírame estas despierta y estoy aquí, da la vuelta y compruébalo se que es lo que deseas lo que no se es porque te asusta tanto descubrir que soy tan real como el, porque a veces los asusta tanto lo que no pueden explicar y comprobar-Ese momento fue como si me retara a darme la vuelta y mirarlo, como si supiera que no podía negarme a un reto así que solo lo hice. Ahí estaba entonces mirando de frente a aquella imagen de entresueños y entonces me contesto- No somos nosotros quien creamos sus lazos, no soy yo quien sabe porque es así eres tu la que debe descubrirlo.- Y entonces solo se esfumo como solía hacerlo...(Continuara).
                                                  Lilian Yamila Bianco