Mi casa está pintada de leyendas
con pinceles de juventud
Tu casa    libera gritos  de tiempos arrastrados
en cauces de la memoria
Mi casa canta con pasos ligeros de amaneceres en vela
tu casa es una multitud de sombras
que deambulan `por los matorrales
Mi casa está resguardada   por pájaros en libertad
en atardeceres hambrientos de susurros
Tu casa está llena de sueños empolvados
aprisionados en celdas quejumbrosas.
Tengo dos casa     para una soledad
una con puertas de luz
otra que pelea con el destino
las dos acosadas por mis contradicciones
sostenidas por un enorme signo de preguntas.
Yo anduve en ambas casas
descubrí sus espacios desde la cuna
dejé en ella mis muñecas de trapo
mis cartas perfumadas
y una trama de encaje y tacos altos
con amores desgastados que cayeron como hojas de otoño.
 
En mi casa   la calandria pregona mis ganas de vivir
en tu casa       cayó el
horizonte
y ocultó el pensamiento vivo.