MARCABR
Publicado en Apr 17, 2010
Marcabrú caminaba con pasos lentos, cabeza abajo miraba las pequeñas piedras que se hacían grandes ya que tenía las patas cansadas y los cascos viejos y partidos. Su lomo arqueado llevaba a Giovanni "El francesito", su dueño, pero más que amo, su fiel compañero, el joven lo trataba con cariño desde el mismo momento que su padre el gran Petro Bernardone Dei Moriconi le regalo el hermoso animal. Ambos recorrieron Assisi y sus alrededores buscando fiestas y de juergas con los amigos, habían sobrevivido a la guerra por la liberación contra el Sacrum Romanum Imperium, cayeron en manos del enemigo siendo prisioneros en la Batalla de Ponte San Giovanni y sufrieron las penurias de las cárceles enemigas por casi un año, sin embargo nunca se separaron y adonde iba Giovanni iba Marcabrú.
Durante un viaje militar a Puglia bajo las ordenes de Gualterio de Brienne, Giovanni mientras cabalgaba en la noche anterior a una batalla, se le apareció una luz que le dijo Regresa a Assisi, pero el joven se negaba a volver a la tierra de su padre con las manos vacías y como un cobarde, pero Marcabrú que conocía bien la procedencia de esa voz decidió marchar hacia Assisi, iniciándose una lucha entre el montado y el montador hasta que del hocico de Marcabrú salio la misma voz anterior diciéndole Acaso no entendéis que es menester que vuelvas a Assisi a renovar la Fe en Cristo tu Señor. Conmocionado por las palabras salidas de su fiel caballo Giovanni "El francesito" regreso a Assisi meditando sobre la fe divina y su paso efímero de su vida. Al regresar Assisi, Giovanni y Marcabrú convivieron con los leprosos, alimentaron a los pobres y desvalidos, hasta que un día cuando pasaban por la Iglesia de San Damiano, Giovanni se apeó del caballo y entro para rezar en la muy arruinada capilla, el crucifijo le hablo y le dijo Repara la casa de Dios. Giovanni salio de la capilla y mientras caminaba junto a Marcabrú, pensaba como iba a reparar la iglesia, y en eso Marcabrú le hablo: Vende tus riquezas y con ellas a mi, y toma el dinero para reparar la casa del Señor. Giovanni así lo hizo y se despojo de sus riquezas dándole todo a la Iglesia y tomando como esposa a la pobreza y jurando vivir como vivió Jesucristo. Su relación con Marcabrú fue el inicio del amor y devoción que tuvo "El francesito" con todos los animales. Marcabrú fue vendido por Giovanni en Foligno a un mercader turco, desde entonces fue utilizando al pobre Marcabrú como animal de carga. Se dice que el trabajo de Marcabrú no termino con Giovanni "El Francesito" después llamado San Francisco de Asís, sino que durante sus diferentes viajes a tierras paganas convirtió a muchos a la verdadera fe de Cristo.
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Felix Antonio Esteves Fuenmayor
Saludos
Félix
Felix Antonio Esteves Fuenmayor
Alfonso Z P
una familia rica, lo abandonó todo para estar al servicio de lo pobres.
Hace varios años, en una misión hacia Loreto, entré a visitar la basílica de San Francisco,
en las afueras de Asís y cerca del mismo está la casa de Santa Clara, su fiel compañera
en la fundación de la orden. Iba en carro y no en tren.
Saludos: Alfonso
Daniel Florentino Lpez
es muy buena
En especial ésta
Bellísimo relato
Soy devoto de San Francisco
Felicitaciones!
Un abrazo
Daniel
Felix Antonio Esteves Fuenmayor
Amigo Gabriel que suerte que has podido viajar a Assisi.
Un fuerte abrazo y gracias por leerme
Félix
gabriel falconi
la basilica es impresionanate ahi estan los restos de sanfrancisco
me encanto este relato
no se fue asi esa historia pero san francisco contaba la gente en el pueblo.... que dejo sus riquezas y se volvió pobre
saludos