LAS OLVIDADAS MUECAS
Publicado en Mar 24, 2010
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Reunidas en la noche oscura en el basural de la gran ciudad se encontraban todas las muñecas; unas sin piernas, otras sin cabellos, otras sin cabezas, desnudas con el frío nocturno ahogándoles las penas. Cada una contaba su triste historia, de años felices cuando nuevas y hermosas eran la alegría de las niñas. Empezó una muñequita: Yo fui una linda princesa de traje azul y corona de brillantes piedras, fui la dulce compañera de una niña linda pero cruel, que después de quitarme la cabeza me desecho entre las ruinas. Hablo entonces una bebé de rosado plástico: Yo fui muy querida hija de una jovencita de trenzas, me daba de beber agua y una rica avena, dormía con ella, acompañándole en la noches frías y en las noches frescas, hasta que llego un nueva niña a suplantarme y fui arrojado sin la gloria de otras épocas. Así hablaron todos las muñecas, cada una contando sus desdichas y vergüenzas. Pero mientras conversaban se percataron que había una pequeña muñeca que no hablaba, solo despedía un fuerte olor a descomposición y de su boca abierta brotaban gusanos... entonces se dieron cuenta que su desdicha no era nada comparada con la suerte de esa muñequita de carne y hueso que nunca conoció el amor.
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Foto del autor Felix Antonio Esteves Fuenmayor
Textos Publicados: 362
Miembro desde: Jan 07, 2010
5 Comentarios 481 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

Palabras Clave: Cuento Microrrelato Muecas Infancia Abandonada Crueldad

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficcin


Creditos: Flix Esteves

Derechos de Autor: Reservados


Comentarios (5)add comment
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Anna Feuerberg

Mi papá etuvo en el ghetto en Tchorkov. Mi abuelo tenía una charcutería y conocía muchos polacos católicos. Un día le pidió a un cliente que se llevara a mi papá a su casa en el campo y lo criara como polaco, porque era catirito y pasaría por uno. El cliente le respondió que lo consultaría con su esposa. A la semana siguiente regresó y le dijo que se llevarían a toda la familia. Estuvieron un año con él en el sótano de la casa, 4 de mi familia y otras 6 personas más. Hace ya unos años mi papá estuvo en el museo del holocausto en Washington y allí está el nombre de la persona que los salvó. Le brotaron las lágrimas.
Lo que me cuentas de Irena Sendler es conmovedor.
Es un honor para mí compartir contigo en Textale, eres una persona muy culta, y como te he dicho, escribes muy bien.
Un abrazo querido,
Annita
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March 25, 2010
 

Felix Antonio Esteves Fuenmayor

Muchas gracias Anna por pasearte por mis trabajos. Para mi es un inmenso honor. Con respecto a la mujer del abrigo de mink, hay infinidades de historias de ese tipo, muchas son reales, la mujer además de encontrar un valioso objeto, encontro quizas la luz que le acompañaría toda su vida, la madre judía que cometio tal acto, no la juzgo, quizás su desesperación por salvar a su nena la obligó a cometer tal acto, lo más probable es que a lo mejor la criatura hubiese muerto en el gheto o en los terribles campos de concentración.
Hace poco murio Irena Sendler. Fué una mujer católica que durante la 2da. guerra mundial consiguio trabajar en los ghetos de Varsovia como técnica de los acantarillados. Pero su verdadero proposito era sacar niños de los ghetos. Siempre llevo registro de todos los niños. Al finalizar la guerra muchos de ellos fueron encontrados por sus familias gracias a ese registro. Irena Sendler a pesar de ser nominada al Premio Nobel partio sin él. Sin embargo se llevo los corazones de todos los sobrevivientes de la guerra. "Wer ein einziges Leben rettet, rettet die ganze Welt."
Abrazos
Félix
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March 25, 2010
 

Anna Feuerberg

Oh, que tremendo Felix, que impactante. Imaginarse el bebé descomponiéndose con gusanos en la boca es terrible. Quería comentarte que de niña solo tuve una muñeca porque me gustaba más jugar carritos con mi hermano...Pero después de tu historia...¿Que de interés puede tener?
Te contaré una que me contó mi padre. Trata sobre el Holocausto. Cuando llevaban a los judíos a los campos de concentración ellos tiraban sus pertenencias antes de entrar con la esperanza de recogerlos al salir. Una mujer no judía estaba buscando cosas de valor cosas y encontró un abrigo de mink muy pesado. Había una bebé dentro del abrigo y se la llevó y la crió como suya. Y bueno, después sigue la historia, pero es muy larga...
Es muy sensible de tu parte traer a nuestras consciencias esta lamentable realidad. Dios, ¡qué madre puede hacer algo semejante!
Un abrazo,
Annita

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March 25, 2010
 

Felix Antonio Esteves Fuenmayor

Gracias por comentar
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March 25, 2010
 

rosario

Buen texto de gran imaginación y talento Un abrazo Rosy
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March 24, 2010
 

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