Mátame ahora si quieres, querido.
Ahora que tengo los brazos abiertos
Y la boca esperando el veneno
¡Entrégate ahora!
Yo no te llamaré asesino,
Eso sería un prejuicio mal elaborado
Y no acostumbro a hablar
Patrañas en el momento injusto.
Es la hora de tragar tu líquido,
Como dijo el farandulero mesías un día:
Bebed como si fuera mi sangre.
¡Pues vamos!
Que quiero convertirme en vampiro,
Liquidando ese rojizo aterciopelado
De un solo sorbo.
Digamos que esta tarde
Es una fecha célebre…
Puede ser el cumpleaños
De mi madre fallecida
O el aniversario de muerte de
Un viejo amigo.
(La muerte siempre es buena excusa
Para alzar la copa)
Así no habrá culpas,
No existirán los pesares por emborracharme un maldito
Día de semana.
Te invito a acompañarme,
Hagamos un salud, uno de esos tristes
Por el amor que nos olvidó,
Por el trabajo forzado
Y los animales extintos.
Luego apuñálame ¡Borracho del alma!
Como sólo tú lo sabes hacer
Y si quedo en el suelo moribundo
(No muerto)
No delataré en sollozos
Que tú fuiste
Quien apretó el gatillo.