CAIN
Publicado en May 07, 2009
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¡Qué vaina más jodida enamorarse uno de la mujer del propio hermano!  Y el problema se agrava cuando la maldita hace todo lo posible por seducirlo a uno.
Ese fue el comienzo de mi desgracia. Ella era, perdón, es, una mujer muy hermosa; lo mismo que mi esposa; al fin y al cabo son hermanas. Sí, dos hermanos nos casamos con dos hermanas; gemelas, para más señas pero no idénticas.
En el físico hay grandes parecidos pero en el resto son diferentes. La mía es callada, sencilla, piadosa, casera, recatada. La de mi hermano es coqueta, frívola, desordenada, en pocas palabras una mala esposa. 
¿Qué me atrajo? No sé… pero sentía que no podía vivir sin ella. Sin saber cómo resultamos de amantes y ella correspondió a mi amor y a mis deseos. La situación se puso muy desesperante, hasta el punto de que tramamos matar a mi hermano.
No sabemos si para nuestra fortuna o nuestra desgracia todo se resolvió en forma inesperada… cuando descubrimos que mi hermano y mi esposa eran amantes.
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Foto del autor Edgar Tarazona Angel
Textos Publicados: 334
Miembro desde: May 05, 2009
2 Comentarios 775 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

En determinadas circunstancias de la vida, algunos hemos sentido la tentacin de matar a un hermano.

Palabras Clave: Cain hermano mujer esposa amante traicion amor

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



Comentarios (2)add comment
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M.M.

La seducción en circunstancias de peligro o prohibición es la más tentadora. La vida está llena de cosas increíbles ¿que no?
Responder
May 07, 2009
 

Verano Brisas

Edgar: Está muy bueno el testimonio; esas cosas ocurren. Pienso que cuando se presentan tales situaciones, en lugar de matar o pelear, lo menjor es comprar una cama más grande. Cordialmente. Verano.
Responder
May 07, 2009
 

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