Las miradas eran preocupadas. Traté de calmar la situación para que su miedo se controlara. Pero seguían mirándome ojos dorados para que siguiera.
- Chicas- Acomodé mi cabello con una cola de caballo- No creo que hay que preocuparse de algo. Es más, creo que el sueño no fue nada…
- ¿Estas segura, Jane?- Su voz se volvió enojada y había la había alzado hasta un grito- ¿No te acuerdas cuando dijiste eso la última vez y estaban los vampiros de Italia atacándonos?- Si que Evelyn estaba enojada. Nunca la había visto así
- No, no me acuerdo- Estaba mintiendo. Recordaba esa noche perfectamente. Bajé la cabeza para no acordarme. Pero las imágenes volaron en mi cabeza como si hubiera abierto un álbum de fotografías. Una estaca. Aaron llorando. Colmillos. Perfectos vampiros italianos que te hipnotizaban. Sangre. Mucha Sangre…
- Jane. Despierta. ¿Qué pasa?- Era Samy la he hablaba. Todavía seguía en trance.- Evelyn, mira lo que has hecho. Se ha quedado paralizada por los recuerdos que mandaste a su cabeza.
- Creo que esta despertando- Me reí porque estaba saliendo de un desastre. Nadie se mete con Samy cuando se enoja. Es como un vampiro activo con la sangre. Abrí los ojos parpadeando con rapidez. Respiré hondo y me encontré con mis amigas mirándome pero con compasión.
Samy me paso el brazo por los hombros para ayudarme a subir las escaleras.
- Vamos arriba.
Di una mirada hacia atrás antes de ir. Evelyn, Emma y Vanessa. Estaban con miradas confusas. No sabían que había pasado. Yo tampoco.
Al llegar a mi habitación me dirigí hacia mi cama. No sabía para que teníamos camas en una casa llena de vampiros. Pero no quería pensar en ese momento. Solo me inundaba en mi cabeza una única pregunta. Solo mi mejor amiga podría responderme con sinceridad.
- Samy…
- ¿Me quieres preguntar que paso no?
- Sí. – Porque pregunta si puede leer mi mente.

En nuestro clan somos todas vampiresas con dones. Samy podía saber nuestros profundos secretos, solo revisando en nuestra mente. Podía leer la mente de cualquier persona humana, vampiro o Monstruo como nosotros. Evelyn tenía un don raro. Ella sabía la historia que pasamos nosotras cuando éramos humanas. Sabe nuestra vida completa. Pero le lleva horas concentrarse. Emma al contrario de Evelyn, puede ver nuestro futuro. Y Vannesa podía levitar objetos con su mente. Vannesa tenía una gemela. Pero tenía que irse porque la habían acusado de un asesinato a un humano. Era verdad. Pero igual consiguió exiliarse hacia Italia.
- Entraste en locura. Perdiste el control. Pero no sé con qué- Samy se agarraba la cabeza con las manos y las lanzaba bruscamente. Lo hacía varias veces.
- Dijiste que no sabías porque. Yo tampoco. Nada más recuerdo que profundice mi mente y después estaba tendida escuchando como te peleabas con Evelyn.
- Estas pensando en que pudo ser alguien.
- Si. Sabes. Odio que uses lo que iba a comentar.
- OK. Trataré de no leer tus pensamientos. Pero es algo imposible de cargar este poder- Se veía frustrada. La había herido con mis palabras.
- Lo siento Samm. Estoy molesta por no saber que pasó allá abajo. Y quiero matar al maldito que me hizo perder el control…
- Jane. Cálmate. Todo está bien. Encontraremos al tipo y lo meteremos en una jaula si quieres- Su comentario me hizo reír y ella se unió a mis carcajadas.
- Vamos a “Dormir”- Dije señalando las comillas con mis dedos y desviando los ojos. Volvimos a reír. Ella se levantó y se fue por la puerta de caoba.

Me senté en la cama y revise mi habitación. Luego me tumbé en la cama boca abajo tratando de no pensar.
Así quedé hasta el crepúsculo.