Tengo varios secretos que esconder. Secretos profundos que no puedo decirle a cualquier humano. Secretos e historias que les contare enseguida. Empezare con mi historia… Tengo 150 años. Hace unos pocos años de mi eterna vida como un monstruo estaba yendo al colegio, ahí me esperaban Samy, mi mejor amiga, Bonnie, Emma y Evelyn. Todas compartíamos el mismo Sufrimiento de guardar el secreto más profundo de nuestras vidas.
Mi novio hace 5 meses había muerto. Todo por mi, yo lo maté desgarrándole la garganta por mi sed. Era injusto que muriera.
Todavía recuerdo la pesadilla. Estábamos en su casa, Aaron, estaba cortando unos vegetales con sus ojos color plateado, su rostro pálido y sus cabellos color marrón tapándole su frente. En un momento Aaron se hizo un pequeño corte con la afilada daga plateada del mismo color intenso que sus ojos. De repente me descontrolé y cargué mi ira sobre él.
Escuche un gemido. Luego el ruido de succionando su sangre. Después el ultimo latido de esa melodía que cantaba su corazón.
Al ver su cuerpo sin vida mis lágrimas se derramaron sobre su camisa blanca de seda, dejándola mojada completamente.
Escuché el sonido de una llave y me fui corriendo con mi poder vampírico. Luego el grito de una mujer inundo en mi mente.
No podía recordar más ese sueño horrendo que me hacía temblar y reconocer el monstruo y diablo que soy.
- Jane, ¿Estas Bien?- Preguntó Samy largando la pesadilla de mi mente.
- No creo- Ella puso esa cara de preocupación. Nos sentamos en el suelo. Comencé a llorar. Samy trató de consolarme acariciando mis cabellos oscuros. Eso me hizo sentir peor.
Aaron hacía lo mismo cuando le contaba mis experiencias horribles como vampiresa y comenzaba a llorar.
Ella dejó de acariciarme y me abrazó. Le hacía mal que me sienta así. Pero se había acostumbrado ya que estuve los últimos meses de mi eterna vida llorando por... por…
No podía seguir. Decir su nombre ya causaba mucha tristeza.
Tocó el timbre. Sequé mis lágrimas con mi remera azul marino. Bonnie me alzó su mano para ayudarme a levantar.
Caminé hacia el aula de historia. Me acompañaban Evelyn y Bonnie. Porque Samy y Emma tenían Matemática con el señor Gonder.
Entré en el aula y el profesor Avanged se calló porque lo había interrumpido.
- Señorita Cullen, ¿Sabe para que es el horario de clase?- Estaba serio, como siempre. Se adelantó hacia mí y señalo con su pálido dedo el horario pegado en mi carpeta.
- Lo siento señor Avanged, estaba recordando algo – cerré los ojos para recordar su imagen, la imagen feliz de Aaron- y me distraje.
- Jane, sabe que paso hace meses. No tiene que interrumpir mi clase por el señor Mister.

Algunas lágrimas cayeron sobre mi cara y algunas posaron sobre las hojas color amarillentas.

- Lo siento profesor. Me tengo que retirar.
- Nadie se va de mi clase antes de empezar.- Su rostro se formó furioso.
- Déjela ir señor, esta triste- Alguien con rulos rojos, ojos marrones y alta sentada atrás mío estaba defendiéndome, era Bonnie.
- No me importa que este triste, solo porque su novio murió hace 5 meses no se va a hacer la triste para irse de mi clase…

Me levanté de mi silla con Bonnie y Evelyn siguiéndome mientras corría para escapar de la clase.
No quería recordarlo.
Mientras nadie me veía, ni siquiera mis amigas, corrí rápidamente hacia fuera del edificio con mi poder. Era más rápido que un Humano.
Corrí con el viento azotando mi cara sin ningún destino… Solo escapar de los recuerdos.