Querido mío;
Afuera de nuestra cama, de nuestro jardín
he sido amedrentada con la terrible sentencia de que tu eres;
"De esos Hombres putos que acusáis a la mujer"
de los que lanzaran la primera piedra en un futuro.
Da aquellos que nunca aceptan un prohibido deseo
que encojen los hombros y se guardan las manos
en los bolsillos como todo caballero
adulando a la occitaneidad pero en realidad solo
lo hacen para jugar solitario
con todas las de ganar con una sola mano, de aquellos que
en un portal de literatura se la pasan haciendo comentarios
hermosos y solo adquiriendo amistad con chicas
más que escribir poesía, si es que a eso llaman poesía.
Para que meco-mprendas para que semen-tienda
un Zafio eyaculador luciferico
que las trabas que tienes son porque vives con tu madre
y la chapa del baño no tiene seguro.
Yo también he sido situada en una parte de la cadena alimenticia
del lascivo proceder como de esas que se empachan
con cualquier cebo, y se embriagan con cualquier orina
le temo a nuestro futuro fuera de la cama, es decir del jardín
a nuestro vestigio que anidara en todo hombre
y en toda mujer en el futuro cuando seamos olvidados
por la impertinente mesura que nuestro padre
dice pregonar en la lluvia.
La censura de nuestro vaivén se tiñe de coros
que satanizan la carmesí forma en que te amé
afuera de nuestra cama... lo oigo decir en voz de un juglar,
de un sucio Goliardo de un hombre mitad bestia:
"Alma trivial inopia sea tu nombre llena eres de infamia
funda de carne recipiente de espermas  salve repugnancia.
Soslayar es la palabra que rige, ¿mortal crees que no hay dificultad?
ni ml demonios soportarían tanto el áspid de tu fornicar"
Querido mío:
¿será posible tanta aberración a mi fiel sentimiento por ti?
será posible que aquel poeta hibrido tenga razón al decir:
"Zafia como las vírgenes que de vergas sois marsupial"
¿me veré en un futuro ebria con la sangre de mil ángeles?
Estamos destinados a mirarnos de lejos y solo fijamente pues la menor,
la más pequeña mirada perdida y enfocada a nuestras carnes
causará la más grande sospecha de pecado.
Me olvidare de los Domingos en los que me enseñaste a leer
mi liquida felicidad de la comunión
donde me mostraste como beber a piernas llenas
le tengo miedo a que nuestra virtud se vuelva un oficio
que descubra el acto fortuito del pagar por amor
pero aun que invente tarifas en vez de caricias
que el Boundage sea por el fetichismo
que la coprofagia solo para nivel ejecutivo
y que el Creampie a precio de internacional
tengo miedo de quitarle los bellos significados nuestros
tengo miedo que lo tome como franquicia
que lo invierta en una torre
que Babel inc maneje todas las cosmogónicas mariposas
esas que siento en el estomago al besarte
y que el sonido que provocan sea solo un corrido inerte en falacia
que adorne el tugurio cada que pidan un Private Job.
Temo que me olvide de la parra y del jugar con la hiedra
y ahora vista un traje parisino de lo más ridículo
que la historia de la serpiente y las manzanas
que me exhiba en un Top Show
y me advierta con una pulcra máxima de
"No soy puta, solo una mujer de la vida galante
que merece respeto"
Que tenga un canal propio donde me vean fingir
ante las cámaras que soy insaciable cuando en realidad
es que mi nubilidad no me hace llegar...
no me llevaran ni me crearan el cielo empinada en la tierra
en siete días, tengo miedo de terminar así,
con un libro autobiográfico que indique con exactitud
qué político a escondidas se ponía mis zapatillas
y que papa lo tiene chiquito, de volverme solo un:
"Happy birthday mr. president"
para llevarme a mi bahía de cochinos.
Tengo miedo de terminar rubia y estúpida
o ser negra y concupiscente... ¡farota!
o latina o sumisa
o alvina y mustia
o trigueña y bulímica
u hogareña e infiel.
Querido mío;
ahora entiendo que nuestro padre nos castiga el amor
con finales horribles mira al Romeo y a su Julieta
y la trampa comercial del 14 de febrero
Sodoma y Gomorra como titulo barato de película porno italiana
el borracho y la prostituta y la leucemia, y las malditas vegas,
el hágalo todo o factótum de Hank
Poe y su corazón delator en un sueño en una polución
Yogh Sototh y Shubb Nigurath y su maldito árabe loco
Sancho Panza y Porky pig con un daffy idiota
y un espadachín cuerpo de pato
Dulcinea y Rocinante y el caballo blanco de Napoleón
por la zoofilia con un gnomo y su rendición
Jenofonte y Platón con su incomprensión al trance, a la voz,
a la gordura a la incomprensión
Hoz y Ángeles y las tres horas de viaje de un poeta despeado
que se muere de hambre y no tiene donde caerse muerto
más que en esa tumba
Ángeles y Helena porque no tienen con qué
Helena, Hoz y Ángeles porque el hibrido no puede por la cirrosis
con las dos insaciables y lo tiene flácido
Inocencio y lo ortodoxo de las feromonas porque es un anti poeta
que habla como camionero
Facundo y la puta con diente de oro porque el dinero no es semen
y brota a cada gusto,
es mierda y se sufre cuando no hay papel
Verano y el inverno y la transmutación y su trigésimo noveno él
Maria Ester y Sabines por que ella es abstemia
Sabines y el cigarro porque no muere de amor... muere de el
el cigarro y tu padre porque luego el morirá
tu padre y tu madre porque no les queda de otra
tu madre y su vajilla nueva porque esté enferma
y solo le importa el ornato de cocina
antes si va Guadalupe la Chinaca a buscar a Pantaleón
Roberto y su domadora porque esta pelón
El Samaritano y la ambrosia porque ella se derrite y el tiene frio.
Querido mío:
lo ves por esto, por esto temo
hay tantas cosas que nos separan, me aferro a lo nuestro,
pero deseo con ansia huir del paraíso sin perdón de nuestro padre
pues con todo lo que tu carta me describe
pienso que lo de Adán y Eva
en un futuro solo será una metáfora transmutada
en dos juguetes plásticos
en una efigie de pareja materialista  hecha con plomo
para niños torpes
que Adán y Eva no serán más que eso...
una Barbie y un Ken aunque yo prefiera un G. I. Joe
¿será eso lo que nos depara si no obedecemos no lo crees amor?
Por eso ya no quiero voltear a verte cuando pescas
me entretendré con el asno
pues temo que al mirarte tanto
en un futuro muera a pedradas...
Pues ya no podemos vivir tu lujuria y la mía
amor mío, es el edicto mismo
de Dios que nos mira.