Sé que todo lo que empieza se acaba, y todo lo que se acaba muchas veces duele, y a mí me duele... Me duele tanto.
Como... como un puño en una cara con odio, como una patada en el estómago, como una mirada lasiva, como una gente mezquina, como las sombras en palacios, como la sangre que corre por mis venas, como la vida que se me escapa en cada lágrima. Como tus mentiras, como mis roturas, como tu ceguera, como mis promesas rotas, como la calle solitaria, como la familia infeliz. Todo y nada.
La vida como tal es un burdel de payasos de botones, es tan sólo un triste umbral que algún día habrá que cruzar, y habrá que sangrar a borbotones, es mundo y vida de paganos, de creyentes, de locos de insanos, de profetas, de oyentes, de sucios y lavados, de amargos tragos...
De locuras con sentido, de niños consentidos, de palabras huecas, de muros sin ladrillos, de misiones cumplidas, de rechazos de palabrerías. De pelo corto, de melena rala, de rastas, de punks, de góticos, de morfologs.

La vida como tal es un tanto comprensiva, no es tan cercana ni tan pasiva, no es nada y lo es todo, somos nosotros, es ella, soy yo, es ella, es la chica diosa que me dio una sonrisa y no me dejo de pensar en qué sería, en la victoria, la doctrina, la vecina, la amiga, la profecía, es la meca, es la causa, el mago de los sueños que con un dedo puede llevarte al cielo. Vamos que la vida es ácida, mi vida, melancólica, la tuya ultimamente monótona, en la mía llena de notas, de alegrías de tristezas de saludos, gente nueva, nuevas recompensas, viejas heridas, viejos problemas, viejo es aquel que ya no puede por no querer y se queda queriendo dejar de ser. Joven es el astuto que usa lo que tiene en provecho suyo, que usa lo que le sobra en beneficio ajeno, que miente a la mentira que seca la sequía que levanta al que está de pie, que repugna las millonadas sabiendo que es todo historia antigua, que besa que acaricia, que vive que suspira, que escribe que lee que aprende que no juzga, no lastima, no mata, no muere no persiste en lo vulgar ni se acomoda en pulquerías, no bebe hasta morir ni muere en compañía. No embriaga, no da lástima, no es pereza ni hablar, ni nada ni ninguna porquería. No es corriente que seguir, no es nada y lo es todo para sí. No muerde ni castiga, no aprende si no se anima, no enseña trucos sino a vivir la vida. No se amarga tan sólo recuerda a ratos largos su triste y melancólica vida.

Es la luz que ilumina, es el sendero a seguir, es el aire que respiras, es todo para mí, es el que pudo y lo demustra, es el que vive y vivió muchas tormentas, es el que levanta una mano después de muerta, es el que no se detiene y sigue sin importarle nada, es el que ignora al despreciante y ayuda al ignorante, es el que lo sabe y no, el que recuerda y no, el que ama y no, el que besa y no, el que hace y no, el no del que no pudo y el poder del inválido. El cognosciente, el de la mente activa, de movimientos impacientes, el que no espera, cautiva, el que no alarma, evita, el que no se pierde, se aventura en la avenida. El que no es fuerte más que en su labia y en sus escrituras como tal que está escrita en negras páginas con tintas oscuras. El que pasa de largo y se queda presente, el que nunca falta a la llamada de la mente. El demente, el inspirador para sí mismo, el héroe para sí mismo, el que es y no es, el que sabe lo que tiene que hacer, el que se acomoda el que no duerme en paz, el que ronca, el hijo del odio, el hermano del poeta, el que se perdió un día y se encontró así mismo y así mismo encontrose que ya para nada perecería. El luchador que no usa espada usa pluma, el defensor que no usa escudo usa labia, el rastreador que encuentra la inspiración donde ya decían que no había, el que viaja a otros planetas sin salir siquiera del asiento, el que muere vivo, el que vive por dentro, el que no tiene amigos ni enemigos, el que no hace mal sino mal las cosas que intenta hacer. El que quiere ser como es, el que quiere querer a alguien y ese alguien no se deja querer. El que buscó y buscó y nada y no, encontró lo que quería y triste se fue a la cama.
Es la vida, mía vida, la triste y ácida, la descompuesta, la enferma, la manifiesta, la pagana, la agridulce, la coloreada, la triste la insana, la que busca la que pierde el juicio, la que rompe reglas, la que quiere amor, la que no tiene amor, la que creyó ser amada y no.
Es todo, es vida, es nada, tengo mucho y poco, tengo suerte, tengo quizá algún oyente, tengo muchas ganas, tengo sinceramente lo que siento sin dejar de ser creyente de mi mismo y de mi subconsiente, es yo es mi es me es migo, es MeK...