Ellos
 
 
Me empujan
Me contemplan
Me irritan
Me provocan
 
Me insultan con su ignorancia
Intentan lastimarme
Equivocan el camino
No interpretan las señales
 
Están quietos
Se sienten colmados de tranquilidad
Que jamás es cierta
Están indefensos
 
Creen ser leones
Y son pequeñas hormigas
En estampida perpetua
Utilizan un lenguaje incomprensible
 
Se manifiestan con murmullos indescifrables
Con gestos de burda confección
Son vagabundos de las noches como yo mismo
No laceran mi orgullo
 
Carecen de encantos que envidian
Son insomnes marionetas
De voluntades siempre extrañas
A veces muy lejanas
 
Están relajados mientras esperan
Se mueven sólo si se les pide movimiento
Nunca piensan por sí mismos
Parecen humanos
 
Son esqueletos con carne muerta
Sólo acceden a la acción
Cuando se les reclama
Están flotando en un océano vivo
 
Compartiendo el lugar penoso
De esas algas marinas torpemente lánguidas
Siempre estarán esperando por las órdenes
Nunca tendrán ni voluntad ni destino
 
Sólo heredarán el espanto
De no saber quienes son
Tan sólo con esto me alcanza
Para saber que no son felices
 
Que siempre estarán solos
Que necesitan ayuda
Que no lo saben
 
                 Guillermo Fischnaller
                      Nov/2008