Gris, oscuro..
Se envolvía para luego desenvolverse en el aire..
Restauraba su forma, se adaptaba..
Combinada sus colores con los del arco iris..
Sus ojos magenta, su piel oscura, sus labios verdosos
y su cabello, su cabello de un sin fin de colores..
Luego aparecía más brillante,
casi tanto como el sol en primavera.
El cielo se apagaba y él danzaba con la luna.
Jugaba a las escondidas con las estrellas,
siempre lo encontraban.
Pero entonces el cielo comenzaba a llorar
y él debía dejar ese mágico lugar para regresar a la tierra.
Otra vez aquel mundo egoísta e indiferente.
Donde las flores ya no juegan y el rocío,
enojado las golpea.
Donde las manzanas podridas se niegan a caer
para quedarse e impregnar con su olor nauseabundo
a las demás.
Donde las raíces de los viejos árboles, aplastan a los
Retoños para que ya nadie los pueda ver crecer.
Aún así debe volver.
Se desprende y deja caer su cuerpo a la tierra.
Observa a su alrededor y solo ve soledad.
Frío, mucho frío.
Sostiene su mirada en alto, pero la tristeza que la
toca, no la puede dominar.
Llora, llora y se desgarra por la pena que siente,
por los miles de humanos que viven, sin saber que lo hacen.
Entonces camina a lo alto de una montaña.
Mira al vacío y algo le dice que puede envolverse
y desenvolverse en ese aire también.
Pero lo que no le dice es que allí no flotará.
Es tarde... y así... Muere!