Hermandad que surge de la sangre, del abrazo fraterno que une a los pueblos.
Unidad inquebrantable que causa el planeta, la base de la fe que nos conserva.
Misericordia en los corazones, la restauración de los sentidos perdidos.
Amor la llave perfecta, de la paz solidaria que aún se lleva.
Naturaleza de lo que fuimos, somos y seremos, la armonía necesaria del alma.
Inclusión de nuestro cuerpo a lo que nos sentimos diferentes y nos negamos.
Diálogo, nuestra lengua materna, que jamás debe ser olvidada, ni borrada.
Arrepentimiento, nuestro perdón verdadero a los que lastiman sin causa.
Defender lo inevitable, hoy hermano somos todos iguales, somos esencia.