CONVALECIENTE.-
IV
                                                                                                                                                                                                                            Insoportables
desgraciados
ausentes de gracia
presentes de infamia
los dolores
agusanados
fermentados recuerdos en donde te presentabas al filo de la noche
como compañía, como ansia, como poético dote, presagio anunciado.
Inaceptables
desahuciados
inexistentes en razón
vomitarles
los reclamos
pregonares distantes a esta fe
petrificada enfermedad sin cura y con nombre
son tuyos Carmina los síntomas que muerto me han dejado y con hambre en un punto enorme.
Convalezco de tinta, me desgana la pena
trino por la fina comparsa, clamo todas tus miradas
no pregono la finta del desollado furor vampira tierna
que en fiebre danza el regocijo de tus nocturnas costumbres con tu sensual voz alada inferna.
Drenaste
en un verso
la sangre
mis letras
el universo de un sorbo adhiero con hipnotizante lira al contorno de tus caderas
brisa
vendaval
húmeda pradera la ensalivada forma que me ha llevado al desear ...ser yo el que te contenga fiero poema.
Te deseo
me succionas
adicto
el conjugo
plateado
grisáceo y erótico
en mi detonas
sin pena y con gloria ave de tus labios divinos mortíferos pálida amazona
Convalezco de la forma en que cualquier poeta lea y entienda
me desvanezco sin coros y en espinas de rosas como cualquier hibrido ve y enmienda
agoniza y arrea con el regalo estelar de la constelación asistida
lluvia de caricias en racimos neutros traes en manos y del luto aparente vestida...
Pues llega mi muerte
la que esta tentación tuya me ha tatuado en la vida.
Carmina
Oh dulce Carmen Burano
maldita y negra pinta el destino en fabula nos ha enclaustrado en lejanos encuentros
entre las sombras tendremos que vivir sin remedio encontrado.
Carmina
Oh aberrante carma en celos lo sostengo y por amor lo pretendo, te pretendo,
lo incierto, y por ti en soledad estoy convaleciendo
embriagado de lo que tu eres y no eres, y dejas de ser cuando eres fantasmal en vida y cuerpo.
Carmina
Oh plenitud negada, alucinosis congestionada, hedor de viejas heridas y nuevas muertes
convaleciente te rezo por la Eutanasia, de esa certera y segura que otorga el desprecio, amor siniestro camuflaje de estúpida amistad y estúpida timidez amalgamadas e inertes.
Convaleciente
desesperado
idiota
muerte y rimo añejado
putrefacto
estupefacto
perfecto virus el de tus labios ese tan diestro y dulce
que siempre permanecerá en mi libido alojado.
Y sin cura aparente pues no me engaño...no deseo liberarme de ti mi delicia de enfermedad...
mi muerte carmesí de ojos grises...mi...mi bello Carmen Burano.