VIRUS.-
III
Has infectado sin remedio mi sangre
brota en derrota y llanto en cuanto recuerdo mis pesares
tu ausencia enfoca mi esperanza rota en incontables espasmos
al imaginarme tus andares mi musa celeste en aquellos en donde andas frágil sin mi
indiferente de todo eso que quisiera amaestrases
pues todos y cada uno de mis respiros entornan suspiros de mi pecho en pregono de tus bellas carnes.
Se vuelven malditas las nauseas en vela cada noche
pues me envuelvo en pesadillas de celotipia y ruin miedo en derroches necios y mudos
que no ven hora de cantarte que yo te añoro en cada golpe
en cada trazo de mi mano zurda donde te amo mil veces sin que tu te des entorne de cuanto me encantas
de cuanto me enfermas e infectas ese virus de grisácea pose
en cuarto menguante mi dulce Carmen Burano que mi sollozo en cada letra da el forje.
Mantengo los ojos zurcidos a tu recuerdo en las mañanas sufridas por resaca lagrimal
y no encuentro la salida de tan claustrofóbica cama monótona tan grande y ancha donde muero de frio
pues seria un arriesgue maligno el pensar que estuvieras postrada en tu mas bello anhelo aquí con migo
como cura divina analgésico tierno, o como tentación y escarnio cual infernal veneno.
Hoy no controlo ningún movimiento de mi pluma
hoy soy presa del dolor
hoy te digo que las vitaminas transmutadas en cientos de mujeres desnudas
no me curarían el desvelo de este sentimiento tan terco que por ti conjuga en mi a todo tiempo
hoy me sincero y digo que ninguna...ninguna mujer vitamina fugaz hará un milagro en trance del enfermo poeta tuyo o vil esperpento.
Hoy clamo la sentencia mi hermoso Carmen Burano...que no es de tinta ni por el virus...
..sino es por ti que estoy muriendo