Una vez más me he dicho a mi mismo maldita sea, maldita sea, el momento en que naci... no encuentro donde han quedado esos anhelos que tuve algún día.

La última vez que la vi, no supe que hacer, me muero por ella, me desvivo y aún no es tiempo de poderle decir "hola, cómo te llamas", necesito otros 5 tequilas para poder inspirarme, seducirla. Pero qué tal si me ve ebrio y no le gusto, no no, tengo miedo que me rechaze, no la conozco pero me está poniendo loco, de solo pensarla me pongo a contar todas las veces que he pensado en acostarme con ella. Esa mujer flaca, con sus toscas facciones y pelo amarillo.

Pero ayer paso por la cantina, todos le gritaban "mamacitaaaaa..." y yo callado, sin decir nada, anonadado con su felleza, pude percatarme de como la abrazaban, besaban y agazajaban aquellos tipos y ni siquiera respire. No senti nada.

Llegue a mi casa, observe a mi esposa, sentada con un aspecto deprimente, tenia puesta una falda a media rodilla, con sus vellos acrecentidos de las piernas, un cabello sin peinar,su voz dulcemente triste y su aspecto denotaba amargura.