FRENTE DE COMBATE (Cuasi Novela) EPILOGO
Publicado en Nov 15, 2009
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EPILOGO
Durante las últimas dos décadas:
En el país de Mario Rodas y Pardo Bazán, la historia continuaba, en el bar del pueblo se juntaron el guerrillero y el colimba, sin saber que habían sido protagonistas del mayor drama de la historia contemporánea para su país, Pardo Bazán entretenía a los amigos con historias del Servicio Militar, pero poco hablaba del combate, Mario Rodas hacia sus discursos en favor de la democracia. Compartieron la mesa y algunas empanadas. Ambos eran jóvenes y fuertes. Prontos a iniciar una vida nueva cada uno.
Los dos estudiaron y formaron sus familias.
Los militares anunciaban que habían vencido a la guerrilla, y se embarcaron en una guerra con una de las principales potencias del mundo, por la soberanía de Islas en el Atlántico Sur. Perdieron la guerra y el gobierno.
La democracia se instaló en el país del sur. Los militares fueron detenidos y procesados por primera vez en la historia. El gobierno conformó una comisión de desaparición de personas, descubriéndose miles de desaparecidos y la implantación de prácticas aberrantes por parte de las fuerzas armadas y de seguridad como torturas, violaciones, peculados y robo. Y el país vivió una transformación en los calificativos de los protagonistas de la guerra sucia y de pronto los facinerosos, apátridas, delincuentes y traidores a la patria se convirtieron en héroes. Y los salvadores de la patria que entretenían al pueblo con hermosos desfiles y paradas militares, que habían chapoteado sobre la sangre de muchos inocentes, se convirtieron en simples bandidos, que no solo habían ejercido en función del gobierno un atroz terrorismo de estado, sino que endeudaron internacionalmente al país a niveles de catástrofe.
Pero la democracia renacida tenía sus problemas. La nación vivió una terrible hiperinflación, los militares realizaron algunos alzamientos sin mucha importancia, pero se subordinaron al poder civil.
Han habido verdaderas fiestas democráticas con un sinnúmero de elecciones para todos los cargos electivos, intendentes, concejales, gobernadores, diputados y senadores provinciales y presidente y diputados nacionales.
La ciudadanía eligió a otro presidente civil, que logró la estabilidad económica, amnistió a los militares y transformó el Estado.
Muchos terroristas famosos se entregaron a la justicia o fueron detenidos, también fueron amnistiados. Militares y terroristas habían protagonizado una lucha que convirtió a la época de los ‘70 en la década sangrienta.
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Pardo Bazán se recibió de maestro y participaba en la reafirmación democrática a través de un importante partido popular. Pero desde siempre un fantasma lo atormenta: ¿podrían su jefe de Sección, jefe de Compañía y jefe de Grupo ser torturadores?
¿Acaso el Sargento Silencio que siempre hablaba de su familia y sus hijos, el Sub - Teniente Chotas o el Capitán Moreira violaron y mataron?
No, no puede ser. Y así sus noches se vuelven turbulentas, mira y hojea su diario de la colimba sin hallar una respuesta a sus dudas. Suele encontrarse con amigos del servicio y comenta con nostalgias aquellos días.
En la ronda familiar cuenta a sus amigos y a sus hijos centenares de veces historias repetidas de la colimba que ya nadie cree y que solo son para causar risa y admiración en los mas chicos...
Pardo Bazán siente vibrar en sus venas el militarismo y se siente un militar frustrado, pero nunca estuvo de acuerdo con los militares en el gobierno y esto tal vez lo llevó a rechazar la oferta de su Jefe de Compañía de ingresar al colegio Militar de la Nación. Por eso cada vez que escucha los sones marciales, el protocolo castrense percibe que se le eriza la piel.
Pardo Bazán es periodista y escritor.
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Mario Rodas, el ex - oficial guerrillero, es docente y participa activamente de la actividad política del país siendo afiliado al otro partido importante del nación, opositor al de Pardo Bazán, es concejal. Se casó con Zulmira, hermana de Pantaleón y tiene tres hijos, dos mujeres y un varón. No puede dejar de pensar en el comandante Pedro, a quien el análisis sereno del tiempo, le considera un verdadero héroe y que en muchas cosas tenía razón. En Lucía, a quien recuerda en los momentos de nostalgias y a quien jamás volvió a ver. La operación Tigre que lo hiciera madurar en minutos y envejecer años en un instante. El campamento guerrillero, los días de instrucción. Sus sueños. Pero nunca comentó a sus hijos, ni a Zulmira, a nadie que el tío Pantaleón había muerto, sino que estaba en Europa, nunca reveló como murió.
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Tiempos actuales:
Pardo Bazán vuelve del trabajo y hace lo que cotidianamente, enciende la televisión para ver y escuchar las noticias del día. El informativo expresó que hay militares arrepentidos por su accionar ilegal y brutal en la represión al terrorismo.
Casi a veinte años de la época que los militares tomaron el gobierno causando la más grande herida hecha alguna vez al cuerpo social de la república, que no cicatriza. Que no debe tener olvido. Eran días aciagos, el terrorismo de estado actuaba como una peligrosa máquina depredadora, nadie estaba seguro en ningún lado. Hubieron desaparecidos en todos lados, jóvenes que se presentaron a hacer el Servicio Militar, religiosas, jóvenes católicos cuyo único pecado fue alimentar a los pobres, amigos de terroristas. Los que ingenuamente se entregaban, eran torturados y muertos. En ningún lado se estaba seguro ,ni en la iglesia.
También escucha la noticia que el actual presidente de la Nación abolió la Ley del Servicio Militar obligatorio por el Servicio Militar voluntario. Pardo Bazán añora la colimba y estima que a muchos como a él le hizo bien cumplir con la patria, recuerda como otros aprendieron a vivir con dignidad. A tener baños con agua caliente, a comer tres veces por día, a leer y escribir.
El bullicio de sus tres hijos lo saca de sus pensamientos...
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Mario Rodas llegó del Consejo Deliberante de la ciudad, donde se había debatido un tema importante relacionado con el funcionamiento de comedores comunitarios. Se sirvió un cognac y se dispuso a mirar y escuchar las noticias a la vez que ojeaba el diario, en el que aparece publicada una larga y nueva lista de desaparecidos, recorre los nombres con ansiedad, para poder hallar a Pedro en la misma, pero sin embargo encuentra un nombre que le dá un duro golpe al corazón: Lucía Pereira.
Sin mostrar a Zulmira y a sus hijos el llanto. Deja las hojas reposadas en el suelo y se concentra en la televisión. Que anuncia a agrandes títulos que un grupo de periodistas se entrevistó en la clandestinidad con el terrorista más buscado del país, cuando muestran la cara del enigmático guerrillero, Mario Rodas da un brinco: ¡Pedro!
FIN
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Foto del autor Diego Luján Sartori
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Descripción

Durante las últimas dos décadas: En el país de Mario Rodas y Pardo Bazán, la historia continuaba, en el bar del pueblo se juntaron el guerrillero y el colimba, sin saber que habían sido protagonistas del mayor drama de la historia contemporánea para su país, Pardo Bazán entretenía a los amigos con historias del Servicio Militar, pero poco hablaba del combate, Mario Rodas hacia sus discursos en favor de la democracia. Compartieron la mesa y algunas empanadas. Ambos eran jóvenes y fuertes. Prontos a iniciar una vida nueva cada uno. Los dos estudiaron y formaron sus familias. Los militares anunciaban que habían vencido a la guerrilla, y se embarcaron en una guerra con una de las principales potencias del mundo, por la soberanía de Islas en el Atlántico Sur. Perdieron la guerra y el gobierno.

Palabras Clave: Vuelta a la democracia los combatientes actúan en política vuelven con sus familias y comunidad recuerdan la guerra entre militares y guerrilleros década del 70

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos


Derechos de Autor: Diego Luján Sartori

Enlace: dielusa@hotmail.com


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