Ay mis dientes...
cuando veo equilibrar mi vida a una cuerda atada a extremos,
no es vencer mi miedo, es conocerlo, manejarlo y después qué??
qué es la muerte, no mas que vida.
 
cómo aprender si dejo el camino que me muestran,
y cuando lo tomo es allí donde aprendo del bien o el mal,
pero ya no quiero aprender sobre el amor,
sólo quiero a mis colores conmigo.
 
Y la luz que me mira ahora, vela amarilla encantadora,
la enciendo cada noche a mis almas protectoras,
ese incienso que quema mi conciencia,
me lleva al trance entre lo visible y lo invisible.
 
Ahí está mi vida!! comulgando en mi cuarto,
donde el fuego de pasión y deseo conspira en mi ser,
se transforma mi alma con la mirada de esos niños,
sonrisas pegadas a la puerta de mi baño, están vivos.
 
Niños andinos, multicolores de mirada profunda, inmensa
son mis maestros, mi esperanza, cual guías de armonía.
fusión con la atmosfera que nos rodea y alberga,
junto a la música celestial que colma mi ansia de colores.
091109