La despedida
Publicado en Feb 05, 2024
![]() ![]() Por Roberto Gutiérrez Alcalá
Una mañana, después de haber padecido una noche atroz, aquel hombre enfermo percibió, sin ningún asomo de duda, que su final era inminente. Entonces reunió las pocas fuerzas que todavía le quedaban, abandonó su cama y con paso torpe, vacilante, se dirigió a la habitación que resguardaba su no demasiado voluminosa biblioteca. Una vez allí se dejó caer exhausto sobre el mullido sillón donde solía sentarse a leer y, mientras pasaba la mirada por el lomo de todos aquellos libros que había logrado reunir a lo largo de su vida y que lucían más o menos alineados en diversos estantes de madera, con voz apenas audible dijo: -Es hora de partir... Gracias por todo el gozo, por toda la alegría, por todo el consuelo que me prodigaron desde niño... ¡Gracias! Y, al cabo de un instante, expiró.
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juan carlos reyes cruz
Salud y afecto, Roberto.