Ay Dios Santo de todas las Vírgenes!!!
Maestro de todos y de todas.
De los Santos, de los niños y de los abuelos.
Pero tan grande, que también lo eres de los perdidos.
Alterados y destartalados como yo.
No me expliques nada Señor,
Solo déjame contarle lo que sentí ayer, al verla…
 
Ayer la vi.…
Luego de tanto tiempo!
Al verla olvide todo lo que imaginaba decirle,
Durante cada segundo en su ausencia.
 
Y en mi mente le dije otra mentira,
Le dije que estaba bien…
 
No te pude ser sincero.
No pude princesita,
Tus ojos nublaron mis pensamientos.
Y te mentí… Perdóname Dios mío.
Te dije que estaba bien.
Te mentí.
Por ejemplo al decirte
De que me alegraba saber, que eras  feliz con El.
Ahí fue cuando te mentí.
 
Quizás… amor…
En parte me alegra verte bien.
Porque te amo. Y siempre te ame bien…
 
Pero mi corazón no entiende nada, se pone tonto
Y yo, ya no se como explicarle.
No encuentro palabras secas y concisas,
Porque toda mi voz flota en lágrimas que titubean…
 
Y día a día.
Y noche a noche.
Mi único corazoncito
Me intimida despiadado.
Me destroza y amenaza con privarme de la vida.
Dejándome a mudas y aterrado…