Temo la hostilidad, pero estoy preparado para ella
En cualquier momento y lugar
¡Ojalá mi prevención no sea necesaria!
Mi voluntad de morir tratocada en voluntad para matar me parece una cosa adecuada
Ojalá el humano lograra alguna mierda sin necesidad de alguna clase de violencia
Ejercida en grados varios para asegurar la subsistencia
De una individualidad sobre otra
Me producen asco igual la pestilencia, la insolencia y la indecencia
Atacaré ciegamente, contra culpables directos e inocentes de rebote, aceptaré toda clase de consecuencias venideras
De todas formas, no habrá otra manera de mantenerse a salvo de la hostilidad y la violencia ajenas, desplegadas hacia todas partes, 
Ojala se pudiera ser libre, como liebre en pradera,
Pero, incluso ellas, deben temer al zorro y al lobo, al lince y a toda clase de fieras, 
Y les toca recurrir a las armas de una u otra manera, ya que el mejor ataque será una defensa bien estructurada
Si las liebres tuvieran garras que sirvieran pa pelear ¿Contra los portadores de su mal no las usarían sin demora?
El civilizado evita los conflictos, apelando a su buena educación, por eso, tajantemente y cuando se hallan vulnerables los destrozan,
Por eso los débiles y los incapaces de luchar y ser fuertes confían tanto en la policía,
Y en la aplicación de la ley que los defiende, porque sin ello, son mas indefensos que liebres bebé a la interperie
Sin nadie que los salve de los terribles dientes
Ojalá no hubiera que llegar a extremos tan patéticos, mas los débiles seran siempre decadentes y una masa demasiado numerosa y uniforme
Si son demasiado implacables los monstruos, deberán eliminarse;
No es cuestión de transformarse en lobo, en zorro o en lince
Es cuestión de desarrollar garras y colmillos lo suficientemente firmes para atacar y defender tu mente y piel, y tus huesos también
Para que cuando estés a la interperie o en medio de alguna pradera o bosque, y te suceda lo peor que podría ocurrirte, estés preparado para transformarte en un monstruo terrible que no se pueda vencer