Los amaneceres
Publicado en Mar 21, 2022
Prev
Next
En el primer amanecer después de ti recordé el día que te conocí. Aquella mañana de invierno todo mi pasado desapareció, mi presente se volvió tu rostro y en mi futuro solo podía vernos juntos.
Éramos adolescentes, casi niños diría mi madre, desde entonces me enamoré perdidamente de mi niña de ojos oscuros. Me viste como un lobo solitario en un rincón, apartando la mirada como si nadie existiera, como si nadie quisiera hablar conmigo. Aun así, me viste, y yo te vi, te miré fijamente sin dobles sentidos o intenciones perversas. Te miraba por admiración, brillabas más que el oro, yo bien opaco como tierra. Quería ir hacia ti como un mosquito a la luz, pero en el fondo pensaba que jamás me quemarías. Caminamos por las mismas calles bendecidos con una sonrisa, desde el primer hasta el último día me sonreíste con tanta dulzura que me sentí afortunado. Pensaba que viviría con tanta suerte hasta el día de mi muerte.
Cuando fantaseo con otra realidad, pienso que quizás podrías haber sido mi salvación. Me consume la vida como me consumió tu cuerpo, y ese recuerdo de la última vez que nos vimos sigue siendo el recuerdo más valioso que tengo. De ti me enamoré y ahora que no te veo desespero. No puedo pensar en una sociedad sana, en los niños felices, en los enfermos curados, en la honestidad; todo eso muere contigo. La bondad de una mujer salvó cientos de vidas, y así como lo hizo, es hora de que quite una; solo una.
El sol salió caprichoso queriendo mostrarme algo bonito, lo rechacé con frialdad. Dicen que la noche se compone de horas, pues esa noche se compuso de dolorosos recuerdos. Solté alguna lágrima, así como una gota de cerveza cayó al piso, odiaba la cerveza, pero tú no. Me veo aún ahí, paralizado en una habitación vacía, en el limbo de tu ausencia y tu presencia. El vecino me denunciaría por locura, para cuando lleguen a ver mi estado ya me habré ido a un viaje sin retorno.
No se vive del pasado, querida, no puedo sobrevivir a base de comida y aire. La verdadera vida, esa que tú bien conoces, se trata de algo más. Vivir o, mejor dicho, sufrir esta soledad no es un castigo que merezca, puesto que mis errores fueron pagados con justicia. La dama, en cambio, nunca saldó sus cuentas pendientes.
 
En el segundo amanecer después de ti recordé nuestro primer beso, casi siento que fue el único. Nunca fuiste muy cariñosa, mucho menos en público. Igualmente, conmigo estableciste una extraña regla de alejamiento. No fui el único en besarte, ni el primero ni el último.
Me acostumbré a tu piel, a tu voz, a tus actitudes sean malas o buenas. Nos volvimos uno, o quizá fui solo yo, pero, aunque no lo admitieras, sé que también me necesitabas. Eras una mujer problemática, por más grande que sea la consecuencia siempre volvías a mi regazo. Yo te escuchaba y acompañaba en tus pequeños duelos sin vestidos negros.
Siempre te dije que debías tomar mejores decisiones, un solo error puede costarte la vida. Fue una grave equivocación no intervenir antes, ser más entrometido, involucrarme más sin tu consentimiento.
Los destinos nos alejarían y tu vida se convertiría en un error constante… ¿La mía? En un ahogo constante.
Esta noche es fría al igual que las demás. No volví a sentir calor después de perder el calor de tu cuerpo. Nunca más una mujer ocupó tu lugar, ninguna noche en años fue igual a esa. Aquella, “la noche”. Solos, tú siendo responsable y yo haciendo malabares para no quedarme dormido. Finalmente me recosté en un sillón largo, donde cabía entero. Me estaba congelando, pero quería estar allí, contigo, viéndote escribir deprisa. Mis ojos se cerraban, de forma vaga empecé a contar los segundos, minutos, pero las horas no llegarían. Me dormí quien sabe por cuánto tiempo, me despertaste queriendo hacer café, dije que no, no me levantaría. Tu mirada amenazante me aterró, pensé que te habías enojado. Quise pedirte perdón y te abalanzaste sobre mi frágil cuerpo. Siempre fui un pequeño enclenque, pero cuando te sentí encima de mí, saqué fuerza de donde no hay para levantarte y cambiar de posición. Allí estábamos, tan cerca que podríamos…
No. Me abrazaste con fuerza. Me tocas la espalda, lo desnudo bajo mi ropa, te detienes, ¿Qué sucede? Te levantas y apagas las luces. Solo puedo distinguir tu figura por la luz baja de una computadora encendida. Al fin puedo verte así, ambos en un estado de total vulnerabilidad, pero también de belleza. Somos hermosos, tú eres hermosa, nunca lo creíste y yo nunca te lo dije así de claro… sabes, eres la mujer más hermosa que he conocido. Esa noche lo supe, lo asumí como la mayor de las verdades mientras mis manos paseaban por tu cintura, bajaban hacia tus piernas y volvían hacia tu pecho. No toqué tu rostro, casi no podía verte. En la oscuridad no pudimos distinguir más que dos cuerpos desnudos antes del amanecer.
Nunca pude entenderte, y principalmente no fui capaz de entender el significado de esa noche. Fue lo mejor que me pasó, no tengo dudas, pero que hay de tus intenciones. Con el tiempo comprendí que tu preciosa maldad no tiene límites, y es algo que me gustaba antes de perjudicarme. Sigo creyendo que lo hiciste como una especie de retribución. Al final, con tus acciones demostraste que tu amor hacia este miserable sujeto no fue más que una pantalla dibujada para controlar tus desvaríos sentimentales. No obstante, existe la mínima posibilidad de que nuestro sexo haya sido una real muestra de cariño y aprecio el uno por el otro.
Estamos perdidos, y en tiempos de crisis uno prefiere ver falsas noticias. Reporta y creeré. En el segundo amanecer daría mi vida por una noche contigo, estoy cansado de revolcarme en sábanas vacías. Ignoré al sol nuevamente y seguí durmiendo, porque todavía te extraño.
 
En el tercer amanecer después de ti rompí unos platos. Estaba enojado conmigo y con tu fantasma, atrevido y vulgar. Si no te hubiera conocido no estaría en esta situación… pero ¿Dónde estaría?
No quiero enojarme contigo, amor, pero estoy furioso por tu culpa. Debí revelar tus secretos antes para cuidar mi salud, velar por mi bienestar. Pero claro, desde cierto punto de vista eras un genio ya que le confiaste tu vida al único hombre en la tierra que no te haría daño. El hombre honesto que no soy, pero a tu nombre soy más puro que un santo.
Todavía te veo aquí, sentada, diciéndome cosas atroces con la sonrisa de antaño. ¿Quién eres realmente? Me lo pregunto todo el tiempo. ¿Eres la joven inocente que sufre de situaciones ajenas a ti, las cuales te condenan a vivir desgracias? ¿O acaso eres la mujer asesina que transforma sus amados en marionetas para su beneficio? ¿Manipulas o te manipulan?
Pasar de títere a titiritero era tan sencillo como cambiar una expresión. En ese sentido, nosotros podríamos haber sido amigos o enemigos, amantes o villanos, los desgraciados o… los verdaderos malos de la historia. Yo no quería cruzar ese límite para que nuestra relación no se vea afectada. Además, nunca fui el adversario. Si hay un rival a temer, esa eres tú.
Durante la noche previa al tercer amanecer, preparé un plan brillante. Utilicé todos mis recursos, no puedo entrar al infierno cargando algo.
Había olvidado lo divertido que es inventar, pensar, crear; improvisar una historia con matices de realidad. Te dije, mi escritura cayó en picada desde que mi inspiración decidió desaparecer. Ya no importa, nada me preocupa ahora, de mis errores solo quedarán algunos. Imagino que en este sentido estamos de acuerdo, siempre seré egoísta cuando se trate de ti, y tu fuiste egoísta cada vez que se trató de tu cabeza.
No estoy enojado, que lo sepas. Me calma el bello amanecer, me acaricia la herida mi habilidad única de crear cosas imposibles.
 
En el cuarto amanecer después de ti no estuve en mi casa. Cerré mi lugar con llave y continué mi viaje. Por la noche las personas cambian. De día se ve gente ocupada, corriendo de lado a lado, persiguiendo la puntualidad. Ahora es momento de que salgan los verdaderos vividores. Hay gente con dinero, gente sin nada, en calles separadas, pero compartiendo de ciertos elixires de vida. De tanto compartir la vida nocturna casi olvido mi objetivo. Es inevitable dejar de pensar cuando la cabeza te da vueltas, yo no necesito pensar con extrema agudeza. Al final, he venido a divertirme en mi último día de vida.
En fin, mis planes son perfectos cuando suceden, lástima que los mejores ni siquiera tienen la oportunidad de comenzar. El plan de nuestra vida juntos, por ejemplo, hubiera sido lindo de ver. Siempre tuve en cuenta sus expectativas, sus objetivos, sus gustos y preferencias. Ningún detalle se quedaría fuera, mi cabeza funcionaba como una máquina de escribir en automático, corrigiendo errores rápidamente para satisfacer sus deseos.
Hubiera dado lo que sea por vivir una vida tranquila con ella, ya saben, eso de ser normal. Años vacíos que nosotros nos encargaríamos de llenar, un tiempo que podría ser eterno (Si así lo quisieramos). Pedirle matrimonio, cena y anillo, un gesto anticuado que me hubiera hecho tan feliz. Sonrío como idiota de solo pensarlo. ¡Y tener hijos! No soy un especial fan de los niños, pero me hubiera gustado tener un hijo con ella. Hubiéramos sido padres excelentes, y ella o él un hijo fantastico, pues le habriamos enseñado a ser mucho mejor que nosotros.
 
En el quinto amanecer me cansé de llorar, aunque lagrimas siguen corriendo por mi rostro. Me cansé de gritar, aunque por dentro el ruido es insoportable. Es la mujer que veo en mi celular la que nunca volverá, lo sé, no existe final feliz para personas como nosotros. Incansables peleadores, tan distintos que no podrían convivir. Prefiero extrañarte a una ciudad de distancia, tu prefieres reemplazarme por hombres pasajeros. Al final el amor muere conmigo, los amaneceres son testigos de cuanto amé... de cuanto perdí al irme. Es la obra que dejo mejor que este papel, que no es más que una improvisacion desesperada. Más que nada dejo este escrito como constancia de que alguna vez estuve aquí.
Y ella también, la protagonista de mi historia. Dueña de mi final.
 
S. Y. E
Página 1 / 1
Foto del autor Santiago Armella
Textos Publicados: 20
Miembro desde: Sep 10, 2021
5 Comentarios 182 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

En el primer amanecer despus de ti record el da que te conoc. Aquella maana de invierno todo mi pasado desapareci, mi presente se volvi tu rostro y en mi futuro solo poda vernos juntos.

Palabras Clave: confesin desesperado final dolor amor ruptura

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Personales



Comentarios (5)add comment
menos espacio | mas espacio

aljana pausinni

Veo que después de tomar la pluma y volcar en el sueño blanco de la página ese inmenso sentimiento atrapado en tu alma y que no te ha permitido dormir en paz, te ha costado detener su fluidez y -- lamentablemente-- en su desarrollo recurriste a una rotativa de conceptos evidentes que, a la postre, sonaron aburridos.
La escueta descripción que hace Beto, es exacta y "cumplidora", pero su calificación no me parece.
LO siento, Santiago, pero creo que si opinamos, en ello debemos mostrar nuestra honestidad.
Saludos respetuosos y con afecto.
Aljana
Responder
March 24, 2022
 

Santiago Armella

Si, es un relato extraño porque se trata de algo personal. Más que una historia es una confesión desesperada que escribí alguna vez y no quise tocar en un tiempo. Personalmente, me encanta hasta el tercer amanecer y luego es un desvarío, como el que viví esa vez. No podría crear un final para esta historia sin escribir cientos de amaneceres, pero hasta entonces, quería publicar esto. Dejar constancia que existimos alguna vez, un hombre y una mujer que sabotearon su amor constantemente por miedo a ser felices, pero que pudieron ser felices en un momento exacto, o por lo menos él lo fue.
Un saludo y gracias por la opinión.
Responder
March 25, 2022

aljana pausinni

Planteada la justificación en semejantes términos de honestidad debo aceptar que tu relato, entonces, goza de todo su derecho y por tanto es mi obligación solicitar me disculpes por haber calificado la historia de ABURRIDA.
Creo que en esta oportunidad he pecado de injusta porque los escritos no siempre son historias literarias, sino pueden también ser confesiones y es nuestro deber interpretarlas en sus diferentes contextos.
Perdóname y recibe mi afecto.
Aljana
Responder
March 25, 2022

Santiago Armella

No pasa nada. Solo quería aclarar el contexto, que es imposible de adivinar. Al final si es un relato cargado de un sentimentalismo abrumador e inconsistente y es normal que te dé esa impresión. Es bueno tener varias opiniones.
Responder
March 26, 2022

Beto Brom

¡MUY BUENO!

Descripción metódica de una relación amorosa que no conoció futuro.

Shalom desde Israel colega de la pluma
Responder
March 22, 2022
 

Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.

busy