Mi Dios ¿què serìa de mì sin Ti? Eres misericordioso, paciente, santo, fiel, amoroso, entre infinitas cualidades maravillosas. No me siento digna de Ti, porque soy vil y pecadora; pienso, hago, digo e intento hacer cosas malas. Me cuestiono si realmente dejè de amar al mundo. De lo que estoy segura, es que aùn no te amo, porque para hacerlo, primero debo amar a mis enemigos, pero siento que en Ti puedo lograrlo. 
 Tu Palabra (La Biblia) realmente es un alimento para mi alma. Muchas veces me siento la peor escoria, lloro, mi corazòn se acongoja, pero Tù, oh Dios, eres mi abrigo, mi aliento, eres un balsamo para mis heridas internas, las cuales yo misma me las provoquè. 
 Me emociona saber que tu Hijo amado Jesucristo, quien se ha hecho un hombre santo y fiel a Tu Palabra, haya muerto tanto por mi como por tantos hermanos para salvarnos de la condenaciòn eterna. Tener la salvaciòn es tan simple como creer que Jesùs es el Hijo de Dios y que es Nuestro Salvador, si asì lo queremos. 
 La salvaciòn no se obtiene haciendo las mejores acciones o por ser una "buena persona", solo se obtiene por la fe en Jesucristo. 
 Oh Padre Celestial, quiero predicar Tu Palabra. Te necesito con todo mi corazòn.
Lamentaciones 3:22-24 Reina-Valera 1960 (RVR1960) (La Biblia)22 Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias.
23 Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.
24 Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré.