Poema
Por Editson Romero Angulo
Periodista y Educador
Este poema es mi forma de recontar una historia Bíblica, donde el malvado traza su plan para el mal sin saber que en su  propio mal  caerá. 
Ester
La Reina Vasti al Rey Asuero desprecio.
Hegai eunuco, guardo las vírgenes para el Rey
de las doncellas Asuero a, Ester aprecio.
Y como Reina la coloco.
El Rey Asuero a, Aman su ministro en alta estima tenia
Aman, a los judíos ni a Mardoqueo, nada quería.
Ahorcar a Mardoqueo, Aman podía.
Mardoqueo por él y su pueblo a Jehová pedía.
 
 
Ayunar y orar, la Reina Ester imponía.
Mardoqueo y todo judío, a Jehová enaltecía.
Asuero de la valentía y obediencia, de Mardoqueo no sabía,
Pero las crónicas del Rey  de la fidelidad de mardoqueo informaba.
 
Honrarlo quiso el Rey a Mardoqueo.
Al malvado Aman pregunto:
¿Como honrar a un buen hombre?
Vestido, corona, y paseo debes darle.
 
Pues Aman que a él, el soberano quería honrarle.
Pero con furia, Aman desconsolado
A Mardoqueo paseándole,
Honra tuvo que darle.
 
Pero la horca, Aman para Mardoqueo, estaba preparándole,
La muerte de los judíos estaba alistándose.
A pesar de los llantos y oraciones,
Confiado el enemigo estaba amenazándoles.
 
La reina Ester al Rey fue a presentarse.
El Rey enamorado quiso a ella escucharle.
A comer la reina, al Rey con Aman,
quiso invitarles.
Una segunda vez a comer la Reina quiso traerle,
Pero en esta ocasión del mal de Aman al Rey quiso contarle,
 Furioso el Rey de la habitación presuroso salio.
Aman al lecho de la Reina piedad le pidió.
 
El Rey al entrar al cuarto, Aman en el lecho vio,
Que violar a la reina el Rey sospecho.
En la horca preparada para Mardoqueo,
Aman colgado quedo.