Pude despertar y creer una vez que encontré la llave para entrar a un mundo de fantasía, donde se podía contemplar la naturaleza junto con todos otros seres que deambulaban por ahí, unos más pequeños  que otros, pero habían unos en particular que me atraían más que los demás, unos tan bellos como un destello de luz que brillaba ante mis ojos,
Tenían unas pequeñas alas con las que daban vueltas a mí alrededor, a veces bailaban y cantaban, y me trasmitían su felicidad encontrando el espíritu de niño que estaba escondido en mi interior.
Ellas me invitaron a conocer su mundo, y mostraron también, todo lo que ya es casi imposible ver ahora en el mundo real, y les conté lo que ocurría en el; les conté que en mi mundo la mayor parte de la naturaleza estaba destruida, y que poco a poco todo iba desapareciendo, ellas se molestaron muchísimo, pues nosotros (y en ello me incluyo), no estamos cuidando nuestro tan preciado alrededor, nuestro oxígeno, el aire que usamos para vivir está completamente contaminado, no cuidamos lo que tenemos, y ya no tenemos nada.
Las hadas, por ser tan pequeñas no son capaces de tener más de un sentimiento, pero era tan horrible lo que les decía que muchas cambiaron su forma de ser. El hadita que siempre demostraba felicidad cada vez se ponía triste con lo que le contaba, ella es feliz siempre estando entre la naturaleza respirando el aire puro que pasa por entre los árboles y se mezcla con el dulce y suave aroma de las flores, pero con el hecho de saber lo que ocurría en un lugar no muy lejano al de ella, la hacía sentirse mal y nos llamó monstruos a todos aquellos que no se dan cuenta el mal que hacen.
Y en mi mente me decía que ya nada más que destrucción está habitando nuestra sociedad y ya nadie hace nada, pues todos los que hicieron algo alguna vez, ahora están cansados de los que nunca se unieron, ni aportaron algo para que todo se pusiera mejor, el mundo anuncia a gritos su destrucción y los que escuchan se callan lentamente he intentan ayudar aún sabiendo que es imposible porque aunque sean menos lo que destrozan, se hacen más notar, pues es mucha más la suciedad, la contaminación que el reciclaje y las áreas verdes que tanto son necesitadas hoy en día para respirar un aire mejor.
.las hadas me preguntaban si acaso nadie se da cuenta de lo que está ocurriendo. Ya que el mundo gritaba desesperado por todo nuestro absoluto descuido. Acaso ya nadie se preocupa por el medio ambiente. Las calles están secas, el invierno se convierte en verano y todo es nuestra culpa.
En ese momento, las haditas enojadas no querían volver a ver a algún humano en su mundo, me pidieron que les entregara la llave para que nunca más nadie pudiera entrar a su mundo