Mscaras
Publicado en Oct 04, 2018
Hoy no quiero concientizar, sólo quiero compartir -dijo él.
Desde que nacemos, vemos a una sociedad sumida en grandeza, nos sentimos atraída a ella, nos cegamos; cuando se es pequeño, uno se ilusiona con ser algo o alguien que llama la atención, nos preocupamos en ser aceptados eligiendo caminos que a otros les funcionó. Mientras crecemos nos llenamos de cierta sabiduría cognitiva que nos permite abrir paso entre maleza ideológica, pensamos, tenemos temor y a veces vanagloria de lo que sabemos, consideramos al otro como un ser que se puede valorar cualitativamente; ahí comienza el descenso moral de utilizar las máscaras, sentimos que alguien puede saber más, o menos, queremos vernos bien, nos sentimos con el poder de mentir sigilosamente con palabras prestadas de otro, a todos nos pasa, más cuando se es joven. La profundidad de nuestro criterio se basa en como nos verán nuestros semejantes, que opinarán, cubrimos nuestros rostros con las tela, barro y cartón; llega un punto donde el estrés de cargar a tantos personajes nos lleva a la bancarrota moral, fingimos y nos marchitamos, dormimos y no descansamos. Nos toca a la puerta ese personaje ofreciéndonos una máscara, atractiva, adecuada; no se sabe cuando llegará a la mente esa idea loca y frívola donde nos avergonzaremos de ser quienes somos e iremos a buscar una máscara para sumarnos a los demás y confundirnos con todos.
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|