ALEX: LA VIDA ES ASÍ
Publicado en Mar 02, 2018
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CAPITULO 3
LA VIDA ES ASÍ
Dos años habían pasado de la muerte de la Reina Calista y lo único grandioso que pudo hacer el rey era recorrer el reino para conocer las distintas necesidades de sus habitantes y proteger las fronteras del norte debido a que varias tribus Ilirias tendían a entrar saquear las ciudades salvo algunas tribus. En definitiva debía cuidar los cuatros puntos cardinales porque no se sabía donde un enemigo podía aparecer.
Era otoño y de noche, el rey se encontraba en su oficina meditando. Tan cansado estaba que en su mente estaba presente la frase de “que la vida es así”, el dios Zeus, sus hermanos o quizás los dioses influyentes y poderosos podían dominar a los humanos como títeres. El hacía todo lo posible para que ellos lo favorecieran no a él sino a sus tres hijos pero, lo que a él le tranquilizaba era que sus niñas ya se estaban convirtiendo en bellas e inteligentes y que eran ya capaces de tener un esposo y con respecto al pequeño Alejandro, tenía su madre sustituta que lo seguía alimentando y todo el amor que una madre le da a su hijito.
En los tiempos libres, el rey Neoptolemo visitaba los aposentos de sus hijos y charlaba horas con ellos y les contaba diferentes historias acerca de los distintos dioses y héroes que fueron formando la civilización epirota y de otras ciudades helenas, sobre batallas, dificultades y superaciones de obstaculos  que Dioses y héroes pasaron. Los niños disfrutaban cada relato de su padre concentrados e insertados en ellos. Amaban pasar un momento con su padre y echaban de menos el cariño y la actitud protectora de la madre.
El niño Alejandro apenas tenía dos años y aunque no comprendía muchas de las historias que le contaban su padre sólo podía disfrutar del cariño y del beso de las buenas noches. Era feliz al sentir el calor de su papá.
Un día el rey Neoptolemo partió a Etolia, un reino vecino que se encontraba en el sur, junto con su asistente Xandro el Campesino y una comitiva a visitar a su amigo el rey Arisandro no sólo por placer y organizar la alianza para luchar contra enemigos invasores como los Ilirios sino también para poner fecha la ceremonia nupcial entre su hija Troas y el hijo de su amigo cuyo nombre era Jason.
Ambos reyes eran amigos desde la infancia y cuando apenas sus niños eran pequeños acordaron que ambos contraerían nupcias apenas llegaran a la adolescencia. Ambos reyes estaban felices que sus pequeños príncipes eran amigos y se amaban.
Neoptolemo junto con su comitiva pasaron una feliz estadía en Etolia disfrutando de los regios banquetes que el rey de Etolia había mandado a preparar además hizo días preciosos para cazar y nadar. No sólo era placer y diversión sino que ellos acordaron estrategias para vencer a los enemigos del norte que amenazaban las montañas epirotas y también Etolia peligraba de vez en cuando. Así mismo, el rey estaba feliz contar con un fiel aliado pero lo que más lo hacía sentir dichoso era de ver a su hija feliz de que contrería nupcias con un hombre que amaba y en silencio pensaba que no toda señorita se casaba con el hombre que amaba pero tambiín anhelaba que Olimpia y Alejandro consiguieran parejas que los ayudasen a vivir tranquilos y en paz.
Veinte días pasó en Etolia. En el momento de la despedida el Rey Neoptolemo le recordó a su amigo y colega que rezara a los dioses que los proyectos de vida no se vieran interrumpidos y el rey Arisandro le dijo que se quedara tranquilo que los vientos soplarían a favor.
En el carruaje Neoptolemo se encontraba conversando con Xandro, luego un fuerte dolor de pecho lo invade que provoca que el chofer detenga el carruaje, diciendo que necesitaba respirar el aire fresco de la noche. Su amigo se preocupó y le preguntó si se encontraba bien. El rey con su cabeza asintió que sí pero no quería alarmarlo y pensó que respirando un poco de aire puro le aliviaría el gran dolor. Quizas mucho cansancio.
Al mirar las estrellas el rey se desploma, el amigo y soldados corren para asistirlo. Su rostro estaba pálido y sus manos frías y lo único que pidió a su amigo siendo testigos los soldados era que fuera regente del pequeño Alejandro y que su hermano Arribas no tomara su lugar. Al terminar la frase falleció súbitamente.
Xandro el Campesino y los presentes lloraban. Ahora el amigo tenía una misión especial que no era fácil de cumplir pero ahora no pensaba en eso sólo sentía el desgarro de su alma de que su amigo se fue para siempre.
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Foto del autor Maria Jose Schiavi
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Miembro desde: Feb 27, 2018
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Descripción

El rey Neoptolemo muere despues de visitar a su amigo, el rey de Etolia, con el fin de organizar el casamiento de la Princesa Troas con el príncipe Jason de Etolia. En el viaje a casa el rey Neoptolemo muere de un ataque. Ahora su fiel amigo y asistente Xandro queda para cumplir la voluntad de su amigo que no sera fácil de cumplir.

Palabras Clave: Rey Neoptolemo Alejandro de Epiro Troas de Epiro. Molosia reino de Epiro. Etolia

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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