EL HIJO ANSIADO
Hace muchísimo tiempo, antes de la era cristiana, en la la región de Molosia  del reino de Epiro donde montañas enormes y profundos ríos cristalinos que la recorrían, vivían dos reyes cuyo padre, el Rey Alceta, había decidido que ambos se hicieran cargo del reino pero gobernando los territorios designados.
El mayor de ellos, se llamaba Neoptolemo. Era un monarca amable y atento con sus subditos , ya que procuraba que ellos vivieran dignamente. El era casado con una princesa de la región de Caonia del reino de Epiro hacía 16 años y ambos eran padres de dos niñas adolescente. Sus hijas se llamaban Troa, una jovencita de 14 años,rubia y de ojos azules y de Olimpia, de 12 años, una muchacha de cabellos rojizos como la llama y de ojos verdes intensos. El matrimonio era feliz con sus niñas y procuraban darle la mejor educación de historia, literatura, música y de como administrar su hogar en el futuro pero ellos sentían la falta de un niño varón que protegiera el reino en un futuro y se conserve la dinastía. Además añoraban darles todo el amor, el mismo que le brindaban a sus hijas.
El hermano menor, llamado Arribas, era inteligente amante de la historia y de las artes pero, al contrario que su hermano, era muy ambicioso y orgulloso. A el le daba igual si el prójimo estaba mal o bien, era decisión de los dioses y no de él, consideraba que si alguien vivía en la indigencia era su problema. El consideraba que las personas de menor rango debían servirlos y luchar por el reino.Era obligación de ellos pelear por el bienestar de la nobleza.
Una mañana, la reina Calista se dirigió al templo de Dodona, con consentimiento de su marido, debido a que feos presentimientos la atormentaban y además, desde hace varios días sentía mareos. Los sacerdotes del templo predecían el futuro y les daban recomendaciones de como debían salir adelante. Ellos asistían a personas de todos los rangos sociales de distintas partes del reino.
Aquella mañana había mucha gente y aunque muchas personas la reconocierron y decidieron cederles el lugar, ella decidió esperar como una concurrente más. Calista se caracterizaba por ser atenta con el prójmo y humilde además era  una joven de 30 años, de cabellos castaños oscuros, delgada y de ojos azules intensos.
Por fin llegó el momento en que la reina fue atendida por una anciana sacerdotisa. Ellas se encontraban solas en el patio del recinto donde un roble las cubría. La sacerdotisa recibió un mensaje del Dios principal Zeus que se manifestaba por medio del sonido del viento,del ruído del murmullo y aleteo de las palomas, e interpretó que la reina sería madre de un futuro rey. la reina sonrió muy feliz pero la vidente agregó que una desgracia recaería sobre su casa pero no pudo interpretar que tipo de altercado viviría la familia real.
Con una profunda amargura, la reina agradeció y pagó la atención e hizo los sacrificios junto con sus escoltas y luego, subiendo al carruaje bañado de oro, se dirigió con su comitiva  al palacio. Cabe destacar, que la sacerdotiza le alentó a rezar y a hacer ofrendas para que los buenos dioses velaran por la familia real y su pueblo. A pesar de lo positivo de que sería madre los pensamientos feos invadían en su cabeza mientras viajaba hacia el palacio.
Llegó a las nueve de la noche y el personal de servicio y la guardia la recibieron con reverencia e igual sus hijas, que recientemente habían terminado sus lecciones de música. Ella la notaron preocupadas pero la madre les transmitió que durante la cena les contaría una alegre noticia.
Durante la cena, la reina sonriente transmitió que la sacerdotisa del templo le vaticinó de que sería madre de un varón pero no dijo nada sobre lo negativo. Todos estaban felices de que un nuevo miembro se integraría a la familia y el rey invitó a todo el personal a sumarse a la celebracion. Músicos tocaban alegres melodias usando arpas, trompetas y citaras pero la reina en el fondo sentía mucha preocupación mientras los demás celebraban felices.
En la habitación el rey llamó la atención a la reina de que la notó triste y la reina le contó toda la verdad. El rey Neoptolemo, en vez de preocuparse, tenía mucha fe y le transmitió calma a la reina. El haría sacrificios a los dioses y pediría a la población de que recen con intensidad por el bienestar del reino e invito a la reina a que durmiera tranquila entre sus brazos.
La reina logró calmarse y refugiada en los brazos de su esposo logró dormirse en los brazos de su esposo. Sus ultimos pensamientos antes de entregarse al sueño era acerca de su bebé que en nueve meses nacería.