LA CARTA A GARCÍA
Un día mi padre dejo un obsequió en mi mesa de noche. Era un pequeño libro de 12 páginas llamado La Carta a García. El nombre me llamo la atención así que lo abrí y me dispuse a leerlo rápidamente, sabía que mi padre no me obsequiaría algo si realmente no fuera especial. Cuando termine de leerlo me di cuenta de que muchos errores que abrazan al mundo, lo contaminan haciéndose cada vez más grandes. Con el paso del tiempo los jóvenes hemos perdido motivación, la actitud de ganadores, el empeño, la fuerza, y las ganas de conquistar.
La carta a García o también traducido Mensaje a García es un ensayo escrito por el estadounidense Elbert Hubbard en 1899. En sí el escrito es una comparación que se hace de la carta entregada por un hombre llamado Rowan por parte del presidente de los Estados Unidos al revolucionario cubano Calixto García en la guerra de Independencia de Cuba, con la condición humana. En este ensayo se hace un llamado contra la pereza, contra la pereza de las personas, de los trabajadores; se intenta cambiar esa actitud pasiva, esa falta de carácter, de atención, de ganas de hacer las cosas.

 Las cosas y obligaciones de los hombres, de los trabajadores son simples y no necesitan de preguntas y excusas idiotas; el deber se hace o no, para el mundo el mediocre y el que no cumple pierden, son apartados por la ley de supervivencia del más fuerte, a menos que cambien su actitud y se conviertan en personas vigorosas, que saben recibir y dar ordenes, que hacen las cosas que tienen que hacer, que tiene iniciativa, que se ganan el sueldo bien ganado con trabajo duro, porque esas son las personas que triunfan en el mundo.

 En resumen debemos saber entregar la carta a García.
Es incomodo encontrarme en un círculo social en donde todos se encuentran totalmente a gusto sin mostrar un mínimo de esfuerzo, dejando que la pereza mental les gane en cada aspecto de sus vidas. La pereza  sabemos que esta presente siempre en la vida de cada persona, pero debemos comprender que no esta ahí para que de cierta forma nos envuelva y nos seduzca, sino para luchar contra ella y vencerla, esto representa un reto que forma parte de nuestra vida diaria.
El  lector puede poner a  prueba  mis  palabras: Imagínese  que usted llama  a  uno de los muchos empleados que trabajan a sus órdenes  y  dígale: "Consulte usted la  Enciclopedia y hágame el  favor de sacar un extracto de la  vida de  Corregio". 
¿Cree  usted que  su  ayudante  le dirá: "sí señor", y ponga manos a la obra?

Pues no lo crea. Le lanzará una mirada vaga y le hará una o varias de las siguientes preguntas:

¿Quién era él?
¿En qué Enciclopedia busco eso?
¿Está usted seguro de que esto está entre mis deberes?
¿No será la vida de Bismark la que usted necesita?
¿Por qué no ponemos a Carlos a que busque eso?
¿Necesita usted de ello con urgencia?
¿Quiere que le traiga el libro para que usted mismo busque allí lo que necesita?
¿Para qué quiere saber eso?
Es triste darse cuenta de que antes de que podamos hacer un favor a alguien nos llenemos la cabeza de preguntas tales como: ¿y para que? ¿y cuando hay que hacerlo? ¿Para cuándo debo entregarlo? ¿Dónde lo encuentro? ¿Y después que hago? ¿A quién se lo entrego?
Al leer este librito descubrí que debido a estas preguntas dejamos de hacer muchas cosas que pueden traer buenos efectos a nuestra vida. Cuando hacemos cosas, sin pensar en las dificultades, sin pensar en pequeñeces y sin temor a equivocarnos, le imprimimos a nuestra vida el poder para ser ganadores. Y nos educamos para ser ganadores.
Le recomiendo a todos los jóvenes lectores de esta revista Arati que mañana mismo busquen La Carta a García. Es un tesoro que mi padre me regaló y yo espero que al leerlo se convierta en un tesoro para ustedes y su familia igualmente.