La llamada continua (Novela) -Captulo 3-
Publicado en Jul 07, 2017
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- Esta vez sí, Dascha Schátova. Esta vez sí que me gusta de verdad lo que has escrito. Es muy breve pero muy interesante y ya sabes que, como dijo el escritor español Baltasar Gracián, lo bueno, si breve, dos veces bueno. Hoy estás diferente, distinta, algo así como un poco cambiada. Me da la sensación de que algo en tu interior está evolucionando.
 
- Gracias. La próxima vez intentaré hacerlo mejor.
 
- ¿Puedo saber quién ha influenciado tan poderosamente en ti como, de la noche a la mañana, transformarte de esta manera?
 
- Aunque no se lo crea usted, Piotr Setepánovich, ha sido un verdadero hombre.
 
El Jefe de Redacción de "La Gaceta Literaria" de Moscú se quedó mirando fijamente a Dascha Schátova.
 
- Parece imposible de creer...
 
- ¿Imposibe de creer que sea un verdadero hombre?
 
- Yo me refiero a lo que veo en tu mirada.
 
Dascha Schátova se sintió nuevamente inspirada.
 
- Hay estrellas que se van pero nunca desaparecen. Sus presencias son partes alícuotas de nuestros sueños. Desde que tuve diez años de edad siempre me he preguntado ¿por qué seré bohemia? Posiblemente las miradas de esas estrellas, cuyo significado es la infinita interpetación de sus misterios, sean porcentajes muy elevados para la respuesta. Cuando se fue de este mundo Lauren Bacall empecé a preguntarme el porqué de su mirada infinita. Silbo mi canción de los años que no han pasado en mi corazón. Magia maravillosa para jugar con la sombra de la flaca presencia. Memoria para recordar. Sí. Eso es. Tener o no tener una mirada infinita. Diez años me bastaron para descubrir ciertas verdades de las mujeres del futuro. Y es que no fui una niña prodigiosa sino el prodigio de una niña que traducía las miradas de Lauren. Hasta que lo infinito de su mirada se convirtió en la que yo buscaba. Posiblemente ahora tenga que repensar de nuevo. 
 
- ¡Caramba, Dascha! ¡Varvara Petrovna tiene demasiada suerte!
 
- No estoy pensando ahora en ella...
 
- Me parece que es justo y necesario que te tomes tres meses de vacaciones si es que consigues una buena entrevista con Alexis Gudinov. ¡Aquí tienes el billete de avión para San Petersburgo y el dinero suficiente para todos tus gastos! ¡Publicaré lo que me has traido en esta ocasión y si consigues algo bueno con Gudinov te prometo que será lo más importante del próximo número de la "Gaceta Literaria" de Moscú! En cuanto me envíes la entrevista por facebook tienes concedidos esos tres meses de vacaciones que te mereces y no lo pienses más. ¡Búscate el lugar que prefieras dentro de todo Rusia, no se lo digas a nadie, y goza sin pensar en nada más que en el placer de gozar! Te seguiré pagando la nómina durante esos tres meses aunque no estés trabajando.
 
Piotr Stepánovich le entregó el billete de avión y el grueso fajo de rublos. Dascha cogió todo y lo metió en su bolso levantándose de la silla y dando la mano a su Jefe de Redacción. 
 
- ¿Algo más que añadir, Jefe?
 
- ¿Te estás dando cuenta de que tu vida puede estar comenzando a cambiar tanto que puedes llegar a la cima?
 
- Recuerdo que algo me dijo el poeta.
 
- ¿A qué poeta te refieres?
 
- A ese tal Julián Forero.
 
- ¿Puedo saber qué fue?
 
Dascha Stáchova no lo dudó ni un instante.
 
- Se nos va ascendiendo el alma en el misterio de todo lo humano y sube hasta la cima de su ansiedad desde el abismo de la más oscura sombra. Se interponen, entonces, las verdades como inicios de principio del camino y al final de cada aventura diaria la vida se nos asoma hacia lo eterno. Y desde el misterio escondido y la sombra el alma propia divisa sus paisajes haciéndonos asomar a cada una de la horas de nuestros propios e incógnitos infinitos. 
 
- Que tengas suerte con Alexis Gudinov. Él te estará esperando en el Hotel Ambassador de San Petersburgo. ¿Sabes que un cómico que se toma todo a risa?
 
- Sé que es el mejor humorista de Rusia.
 
- Entonces ten mucho cuidado con él y no le digas nada de tu vida privada.
 
- Sé que respetará mis sentimientos.
 
- Eso sí. Es crítico con lo que observa pero siempre sabe respetar a quienes se lo merecen.
 
Dascha Stáchova salió a la calle y en el Aeropuerto Domodédovo de Moscú compró el último número de la Revista "América Latina" que le sirvió de entretenimiento hasta llegar a San Petersburgo donde el avión hacía escala y donde estaba su destino. Ya Piotr Stepánovich se había puesto de acuerdo con Alexis Gudinov para que la esperara en el Hotel Ambassador como estaba acordado. Y al llegar a la Recepción le salió al paso un hombre mucho más joven y atlético de lo que ella estaba pensando. Rápidamente encendió y puso en funcionamiento su grabadora. 
 
- ¿Eres Dascha Stáchova?
 
- Pues va a ser que sí.
 
- ¡Jajajajaja! Pues va a ser que sí que yo soy Alexis Gudinov aunque como ves no estoy gordo porque no discuto con nadie. Ni tampoco tan sordo como una tapia porque las tapias no me gustan para escribir tonterías en ellas ya que las tonterías son para ser habladas y que luego formen parte de lo que el viento se llevó. ¿Has visto lo que el viento se llevó?
 
- ¿Te refieres a la película de Víctor Fleming?
 
- Yo me estaba refiriendo a las hojas del otoño. Esas hojas que se quedan sin ojos de tanto querer saber lo que es la savia sin darse cuenta de que la savia está siempre muy verde.
 
- ¡Jajajajaja! ¿Te refieres al conocimiento de las causas y sus consecuencias?
 
- Sí. A las causas verdes y a sus consecuencias moradas.
 
- No entiendo ese chiste...
 
- Cuando no entiendas algo no sufras demasiado, no te pierdas jamás y ríe a gusto aunque no sepas por qué. 
 
- ¡Jajajajaja! Ahora sí estoy empezando a comprenderlo...
 
- ¿Sabes que ahora estoy llevando una dieta de tomates y lechugas?
 
- ¡Jajajajaja! Jamás he sabido yo que existiera esa clase de dieta.
 
- Dutante la entevista te enterarás por qué lo hago.
 
- Ardo en deseos de comenzar.
 
- ¿Comenzar de nuevo o seguir siendo tal cómo eres?
 
- ¿Te refieres a comenzar de nuevo en mi oficio?
 
- Si a eso lo llamamos oficio... va a ser que sí...
 
- ¡Jajajajaja! Prefiero ya entrar en lo profesional.
 
- ¿Qué te parece si nos sentamos y hacemos la entrevista aquí mismo?
 
- Buena idea.
 
- De vez en cuando se me presenta la ocasión de alguna que es buena mejorando lo presente.  
- ¡Jajajajaja! ¿Empezamos ya?
 
- Siempre que me aceptes una dulce de Anís del Mono. Es de importación y viene de España.
 
- ¿Anís del Mono?
 
- Eso es. Del mono pero dulce del todo no vaya a ser que se nos enfade demasiado.
 
- ¿El mono?
 
- Sí. Muchas veces se enfada más de la cuenta y no te preocupes por la cuenta porque la pago yo. 
 
Sin darse Dascha Stáchova ni cuenta ya se encontraban sentados y con dos copas de Anís del Mono sobre la mesa de cristal. Y fue de nuevo Alexis Gudinov quien comenzó a hablar.
 
- Observa la mesa, Dascha.
 
- La veo bien. Es de cristal.
 
- Pues apunta en tu memoria que es un cristal de nítida fragancia envuelta en verso de anhelo y ansiedad. Muy linda manera de expresar un sueño nuevo.
 
- Tienes una muy original manera de decir las cosas, Alexis.
 
Pero el humorista parecía como que no la había escuchado...
 
- Rosas de cristal del color de la memoria y con los pétalos abiertos a mil y una circunstancias. Es verdad, amiga. Rosas de cristal tan frágiles como el despertar pero a la vez efímeras y eternas. Soñemos mientras vivamos y vivamos mientras soñemos. La fórmula exacta no existe pero su aroma sí.
 
Dascha empezaba a notar que Alexis Gudinov no era un cómico común y corriente.
 
- ¿Para qué empleas el humor, Dascha? No eres como los demás.
 
- El humor es una experiencia muy sana y muy humana para decir cosas muy serias. Asçi veo yo los asuntos demasiado serios con los que muchos se cabrean más de la cuenta; porque si todos somos partes de un todo, alguien tiene que si la montaña no viene hacia la cabra es la cabra la que tiene que ir hacia el monte.
 
- ¡Jajajajaja! ¡Toma Mahoma!
 
- Eso es. Tomarse en serio a ciertos personajes de la Historia Humana es perder el tiempo y el tiempo es lo que nunca debemos perder aunque perdamos la cabeza precisamente por culpa del tiempo.
 
La bellísima y escultural Dascha Stáchova, envida de hombres y mujeres por igual, miró su reloj.
 
- Ya esta de comenzar con las preguntas serias.
 
- Si va en serio va en serie... esto... quiero decir en serio...
 
- No todos los días tiene esta ciudad de San Petersburgo la visita de un personaje emergente de la talla de Julián Forero.
 
- Ya que dices de mí que soy emergente vamos a ver si no terminamos en emergencias.
 
- ¡Jajajajaja! ¡Vengo en son de paz, Forero! 
 
- ¿Eres humorista por vocación o hubiese elegido ser otra cosa?
 
- Soy humorista por convicción. Convicción de que tomarse demasiado en serio a todo este mundo actual es hacer el ridículo ante las mujeres tan guapas como tú. 
 
- Alguna mujer que lea esto pensará que eres un machista en busca de quitarle la presa de su boca.
 
- Cuando nací me di cuenta de que me enfrentaría a ellas y por eso cuento hasta diez antes de decirlo. No porque esté preocupado por los huevos sino porque siempre he sabido que hay algunas que no saben ni freír un par de ellos para cenar a gusto antes de ir a la cama. ¿Me estás comprendiendo?
 
- ¡Jajajajaja! Estoy comprendiendo mejor lo que quieres decir sin haberlo dicho. 
 
- ¿Qué clase de humor es el que practicas en la realidad?
 
- ¿Es que la realidad tiene humor? 
 
- Sigo aprendiendo, Alexis, sigo aprendiendo. ¿Puedes definir el humor?
 
- El humor es aquello que hace que los hombres dejemos de ser dioses.  
 
- Pensando de esa manera habrás tenido muchas anécdota en tu vida profesional. ¿Puedes contar una de ellas?
 
- En cierto país de cuyo nombre ya no me acuerdo, porque sufro de amnesia solitaria, una mujer casada me pidió que fuese su hombre.
 
- ¿Cuál era el motivo de esa petición?
 
- Que su esposo seguía al pie de la letra lo de "la mujer y la gallina buenas son en la cocina".
 
- ¿Y cómo terminó el asunto?
 
- El esposo de aquella mujer de pronto se quedó mudo y no supo qué decir y como yo tampoco sabía qué hacer dejé el lecho de flores para no pecar de amores. ¿Me entiendes o no me entiendes?
 
- ¿Eso es cierto?
 
- Sí. Era una canaria.
 
- ¿Tienes algún ídolo en tu profesión de humorista?
 
- Me gustan las sombras chinescas. Me da mucha risa ver a mi sombra convertirse en conejo.
 
- ¡Jajajajaja! ¿Y cómo sabes que es un conejo y no una liebre?
 
- Porque las liebres tienen sus orejas más alargadas porque como son hembras más cosas escuchan para poder contarlas a sus amigas riéndose de los pobres conejos que no saben dónde esconder sus colas. Cuando veo unas orejas muy grandes me da por pensar en Sócrates.
 
- ¿Para decir que no sabes nada?
 
- Para no tener que decirlo.
 
- ¿Qué es lo más bonito que has visto a lo largo de tus viajes?
 
- No lo puedo decir porque se enfada Santa Bárbara bendita.
 
- Ella no está escuchando.
 
- Pero no es analfabeta y de vez en cuando le da por leer algo que, mira por dónde, no le gusta como está definido. ¿Sabes lo que es?
 
- Ceunta...
 
- A una chavala de rica miel diez mil maricas acudieron y por golosos murieron por culpa de otra mujer. Me parece que me he expresado lo más educado que puedo. 
 
- ¿Qué papel juegas tú en el mundo de las historietas?
 
- Papel secante. Se me utiliza para que la tinta no se corra... de gusto supongo yo...
 
- ¡Jajajajaja! ¿Quién es el animal que más se corre a la hora de la verdad?
 
- El pastor no hace más que correrse de un lugar a otro.
 
- ¡Jajajajaja! ¿Tienes nuevos proyectos?
 
- Estoy intentando lograr que mi sombra no sea muda. En cierta ocasión lo conseguí.
 
- ¿Cuál fue esa ocasión?
 
- En el principio era Nada.
 
- ¿Y no lo lograste más veces?
 
- Sí. En otra ocasión sirvió para que un grupo de negros se partiesen de risa pensando en los racistas.
 
- ¿Qué objetivo quieres llegar a alcanzar?
 
- ¿Te lo puedo decir cantando?
 
- Canta, Alexis, canta.
 
- ¡Quisiera ser tan alto como la luna, ¡ay, ay!, como la luna, como la luna; para ver los soldados de Cataluña, ¡ay, ay!, de Cataluña, de Cataluña. De Cataluña vengo de servir al rey,  ¡ay, ay!, de servir al rey, de servir al rey; con licencia absoluta de mi coronel, ¡ay, ay!, de mi coronel, de mi coronel. Al pasar por el puente de Santa Clara, ¡ay, ay!, de Santa Clara, de Santa Clara; se me cayó el anillo dentro del agua, ¡ay, ay!, dentro del agua, dentro del agua. Por sacar el anillo saqué un tesoro, ¡ay, ay!, saqué un tesoro, saqué un tesoro; una Virgen de plata y un Cristo de oro, ¡ay, ay!, y un Cristo de oro, y un Cristo de oro!
 
- ¡Jajajajaja! ¿No está Cataluña en España?
 
- Aunque muchos catalanes parece que no saben leer, y no se dan cuenta de que no saben leer, es cierto que Cataluña está en España porque pertenece a España y no a los indios de Pakistán como dicen ellos. Por cierto, acabo de terminar una gira de actuaciones por toda España y tengo unos cuántos chistes nuevos.
 
- ¿Acabas de llegar de hacer una fira humorística por España?
 
- Eso es. Por la piel de toro sin que el toro me pille. Pero lo más importante que he conocido de esta gira ha sido que he podido pasar quince días en una aldea perdida en el noroeste de la provincia de Cuenca, porque parece mentira pero no toda Cuenca es de Ecuador sino que hay Cuenca también en España; y allí conocí a un tipo tan curioso y bastante esperpéntico que recordé a Valle-Inclán y me inventé diez chistes a bote pronto o sea que en lugar de la flauta lo que sonó por casualidad fue el bote. ¿Te interesa conocerlos y publicarlos en tu gaceta?
 
- ¿Son buenos de verdad?
 
- Son de verdad y eso es lo importante; porque lo de si son buenos o si son malos dependen del tamaño de las orejas de los hombres que los escuchen. Cuanto más orejudos sean más se van a reír... por dentro por supuesto... porque por fuera no les van a hacer ni puta gracia...
 
- ¡Jajajajaja! De acuerdo. Quiero conocerlos. 
 
- Que sea tu santa voluntad, Dascha.
 
- Adelante pues.
 
- Pero recuerda que son diez chistes de España y que son de Pepito y no de Agapito.
 
- Jajaja. Estoy esperando pero lo recordaré.
 
- La maestra de escuela pregunta ¿quuién es el animal que primero anda con cuatro patas, después anda con dos patas y termina andando con tres patas? Rápidamente Pepito levanta la mano y contesta ¡Mi tío Benito!.
 
- ¡Jajajajaja! 
 
- Pepito se encuentra con su amigo Jaimito en la calle. ¿Sabes, Jaimito, que anoche se produjo un milagro? ¡Cuenta, cuenta! ¡Mi tío Benito se quitó la boina!
 
- ¡Jajajajaja!
 
- Jaimito le pregunta a Pepito ¿Es verdad que tu tío Benito se ha quedado tuerto? ¡Sí, porque ligar con varillas le ha costado un ojo de la cara!
 
- ¡Jajajajaja! 
 
- El papá de Pepito le pregunta ¿Quién sería el primer descediente de los monos? ¡Eso es fácil, papá! ¿Sabes tú quién es? ¡El tío Benito porque todavía se anda por las ramas buscando a Ramón! 
 
- ¡Jajajajaja!
 
- Jaimito le pregunta a Pepito ¿Qué deporte practica tu tío Benito? ¡Nada!
 
- ¡Jajajajaja!
 
- Pepito se está confesando. ¡Padre, confieso que mi tío Benito se casca las nueces antes de comérselas!
 
- ¡Jajajajaja!
 
- Teresita le pregunta a Pepito ¿Tu tío Benito es guapo? ¡No sueñes tanto, Teresita!
 
- ¡Jajajajaja!
 
- Un pastor de ovejas le pregunta a Pepito ¿Has oído aullar al lobo? ¡No es el lobo! ¡Es que mi tío Benito está cantando!
 
- ¡Jajajajaja! 
 
- Jaimito le pregunta a Pepito ¿Tu tío Benito sabe bailar? ¡Ni jota!
 
- ¡Jajajajaja!
 
- Pepito se encuentra con Jaimito en la calle. ¿Sabes, Jaimito que anoche se produjo un milagro? ¡Cuenta, cuenta! ¡Mi tío Benito se quitó la gorra!
 
- ¡Jajajajaja!
 
- Jaimito le pregunta a Pepito. ¿Cuántos años tiene tu tío Benito? ¡No lo sé! ¡Todavía no he aprendido a contar más de mil!
 
- ¡Jajajajaja!
 
- Misión Imposible terminada, Dascha. ¿Me pones un aprobado o me das calabazas?
 
- Lo que te voy a dar es un beso de agradecimiento.
 
- ¡Que sean dos, por piedad!
 
Así fue cómo Dascha Schátova, partiéndose de risa, besó por segunda vez a un hombre, aunque esta vez fueran dos y uno de ellos en cada mejilla. Y de pronto sonó su móvil.
 
- Hola, Dascha. Soy tu Varvara. ¡Vuelve pronto a casa, por favor! ¡Estoy sola, tengo miedo y necesito tu amor más que nunca! ¡Retiro lo de puta!
 
- Siento decirte que, de momento, tengo tres meses de vacaciones y yo también estoy sola, tengo miedo y prefiero vivir sin el amor de nadie. Por mí no tienes que retirar nada porque sé que no lo soy. 
 
Dascha cortó la llamada y se sintió más liberada que nunca. Hasta entonces había desconocido esa placentera situación. Ya estaba pensando dónde pasaría esos tres meses de vacaciones pero no dijo nada a nadie y se fue a una Agencia de Alquiler de Automóviles. Se notaba tan liberada que estaba mejor que nunca tanto en lo físico como en lo espiritual.    
 
FIN DEL CAPÍTULO III 
 
 
 
 
 
 
 
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Foto del autor Jos Orero De Julin
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Descripción

Novela.

Palabras Clave: Literatura Prosa Novela Narrativa.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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