EL DOLOR INTERDICTO
Vapor, sortilegio del tiempo
dolor interdicto
entre náusea y pajaritos.
Luciérnaga sutil
de oblicua melancolía,
atardecer de esponjas
en medio del cacareo.
¡Oh, renacuajo atormentado!
saeta de los dioses del pantano!
¿Quién descifra el estornudo del gusano?
Las cáscaras rebotan
en los dorados papeles digitales
del moribundo ecosistema.
¿Algún buitre dispuesto a tocar el piano?
¿un alambre, digo yo, que no conozca
el afilado acero del alicate?
Locomotoras intestinales del arrepentimiento
traed la guadaña del nenúfar,
¡besad la hiel de las copas quebradas,
por el soberbio vino de la envidia!
¡Ay vapor atormentado
por el metafísico agujero del dolor!
¿Quién acompaña tu deslenguado cautiverio
en las sombrías llanuras de la muerte?
¿Algún fantasma intruso
de la inmunda avaricia del poder?
Las nubes transitan desoladas
y sus arcanas aguas languidecen
en la sombra mortecina de mis lágrimas.
E.D.A