Me presentaste a un cura, un cura no convencional -posiblemente de una nueva era-.
Delgado, de cabellos y barba casi colorados, semejante al santo que se busca en esa película donde dios es brasileño; joven por sus movimientos entusiastas, pero con una antigua certeza.
Compartió con nosotros su Teoría del Hombre Espacial:

                                               “…es un ‘challenger’, un nuevo Hombre, quien no tema ser espiritual, o mejor dicho, que siéndolo, no a causa del temor, sea libre del factor tiempo…”
 
Nos nos dijo que esto era casi imposible. Lo seguiremos pensando unos siglos más.