Me imagino que cortar fácil,
creo que su estrategia es evitar el desperdicio,
cuidar la sutileza de agrietar  en silencio,
ser preciso en la fragmentación.

Posee un brillo tan deslumbrante que sabe atrapar en instantes.
Ésta arma calienta mi piel en vez de enfriarla.
Y la uso para rasgar, quebrar y destrozar los recuerdos.

El peluche de muestro primer aniversario.
Las fotos pegadas en la pared de cada una de nuestras salidas.
El diario que guarda nuestros secretos.
Los grabados en vidrio de un te amo, de un por siempre, de mil mentiras…

Y cuando al fin empieza a florecer una paz indescriptible,
observo a un lado de mi cómoda un frasco seductor que me llama con desesperación.

Me acerco con ansiedad
y al abrirlo su contenido me llena de caricias,
de abrazos perfumados,
de cartas con su fragancia.

Mis ojos se abran instintivamente
y al volver a la realidad
lo estrello contra el espejo.

Toda la habitación se inunda con su olor.
De mi interior salen cientos de sombras que cubren todo mi alrededor
y me desvanezco en el dolor de mi locura.
 
Mi cuarto ahora es un desastre, al igual que mi corazón